A pesar de llevar años como bailarines profesionales y cuatro como pareja de baile, cada vez que Felipe Bejarano y Katherine Guerrero van a competir sienten la electricidad en sus cuerpos.
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En la mayoría de escenarios suelen ser los únicos colombianos. Esto les recuerda el gran peso y responsabilidad que cargan para la comunidad latina y en especial para su amado país de origen.
Debido a los nervios sus extremidades se entumecen e incluso se duermen después de un rato. Sus corazones laten de prisa como si fueran a salirse de sus pechos. Pero cuando los llaman a la pista, inmediatamente salen juntos y la adrenalina se apodera de ellos.
Sin importar las emociones, sus piernas los llevan y sus mentes enfocadas recuerdan las horas de entrenamiento. Pues el baile es un deporte que requiere no sólo de pasión, sino de profesionalismo y disciplina.
Es así como Pipe y Kathe han podido llegar a donde están hoy. Los talentosos artistas han recorrido el mundo, ganando el primer lugar en competencias como The Summit o Latin Dance Crown 2024 en Orlando Estados Unidos; además de Euroson Latino 2023 en Cancún, México.
Incluso aparecieron recientemente en Got Talent España. Además, como solistas también han podido obtener podio en: Universal Dance League 2024 en Roma, Italia, ADN Bachata World Festival 2023 en Puerto Plata, República Dominicana; Latin Dance Crown 2023 en la misma sede de ese año.
Así, su amor por la danza y la música los ha inspirado a crear una fusión entre géneros como ballet, flamenco, afrocubano y acrobacias. Lo anterior lo reflejan a nivel competitivo cuando participan en las categorías de salsa y bachata.
A pesar de llevar años como bailarines profesionales y cuatro años como pareja de baile, cada vez que Felipe Bejarano y Katherine Guerrero van a competir sienten la electricidad en sus cuerpos.
Los primeros pasos hacia el baile
Kathe comenzó su recorrido en el baile desde los 9 años de edad. La entonces pequeña niña amaba los coloridos trajes que usaban los profesionales, sus movimientos y la actitud al presentarse.
Por ello, decidió unirse a una academia y empezar a practicar con todas sus fuerzas. Sin embargo, al tener una condición de pie equinovaro y plano se enfrentó a varios retos.
Al comienzo, era complejo para ella posicionar sus pies de la manera que pedían sus docentes. Incluso, un profesor llegó a decirle que no tenía un futuro en el gremio: “Me dijo que yo nunca iba a progresar siendo bailarina profesional”.
Por motivos varios dejó de bailar por un tiempo. Pero retomó con un nuevo ánimo y perfeccionó su técnica sin importar las complicaciones que tuvo que enfrentar. A punta de determinación logró convertirse en una gran profesional.
Su carrera floreció y conocer a su actual compañero fue un gran impulso. Ahora con sólo 19 años ya ha conseguido más de 20 podios a nivel mundial y no piensa detenerse ahí.
Por otro lado, Pipe actualmente tiene 26 años y es maestro en artes escénicas de la Javeriana con énfasis en danza. Gracias a su formación ha podido enseñar a Kathe y ayudarla en su proceso de crecimiento.
Para él, su primer acercamiento a este mundo, también fue cuando era pequeño. "Mi familia, como todas las familias colombianas, es realmente rumbera", por lo cual esta vibra artística siempre estuvo en su entorno.
Al ser provenientes del pacífico y Buenaventura, se crió alrededor de "esa chispa, ese fuego". Por eso mismo, el día en que su madre celebró sus 50 años con una gran fiesta el joven descubrió su camino.
"Ella quiso hacer una coreografía, algo diferente y ahí yo me enamoré". Durante los ensayos un maestro lo vio y le dijo "tienes que meterte a una escuela" y ahí es cuando comenzó su travesía.
Desde entonces sus docentes reconocieron su talento innato y tan sólo una semana después de haberse integrado a la academia lo unieron a un grupo juvenil profesional.
Al ritmo del destino
Debido a la pandemia, en 2020 Pipe tuvo que mudarse a otra ciudad, justamente donde Kathe estaba estudiando. Entonces, la mamá del bailarín le contó que había una academia cerca de la casa donde podría retomar su profesión.
Allí, su futura pareja en la pista hacía parte del grupo de Bachata, pero no tenía pareja aún. Al verlo llegar, el día que sería su primer encuentro, el profesor les sugirió hacerse juntos para esa clase.
Para sorpresa de ambos, la química entre ellos al bailar fue inmediata: "si es difícil tener una conexión con cualquier persona en el mundo, en el baile lo es todavía más”.
“Desde ahí empezamos a entrenar y gracias a dios, a la vida y a nuestra disciplina, nosotros nunca hemos salido de un podio”. Es decir, que en cada una de las competencias en que han participado los bailarines siempre han quedado en los tres primeros lugares.
Actualmente son considerados como los campeones de pareja en salsa y bachata a nivel internacional por su posicionamiento en las competencias más rigurosas del mundo.
Para lograr lo anterior han tenido que establecer un fuerte régimen de entrenamiento. Todos los días practican al menos 8 horas donde no sólo repasan coreografías sino otras disciplinas complementarias como acrobacias,
La pareja tiene una propuesta profesional en el baile que implica un método e intensidad pesada. Por ello su preparación incluso tiene que llegar hasta el ámbito mental.
Aunque han pasado por las técnicas más tradicionales como el ballet, también han integrado los trucos y figuras más arriesgadas. Desde que han fusionado estos elementos es que han visto su crecimiento competitivo como pareja.
REDACCIÓN DE ÚLTIMAS NOTICIAS
IVY LARRARTE ALARCÓN