Los baños de sal son una actividad que se utiliza debido a sus cualidades terapéuticas tanto para el cuerpo como para la mente. Las razones detrás de este fenómeno son variadas.
¿Por qué es imprescindible realizarlo antes de dormir y cómo puede convertirse en una práctica más que revitalizante para tu bienestar? Esto es lo que debe saber.
Las propiedades curativas de los baños de sal
Según el portal Medium, añadir sales como la sal de Epsom o la sal marina al agua del baño relaja los músculos tensos y facilita la eliminación de toxinas del cuerpo.
Las sales tienen la capacidad de nada más y nada menos que penetrar en la piel. De esta manera, ayudan a liberar las impurezas acumuladas. Según el Feng Shui, ayuda a limpiar las energías negativas atrapadas en el aura, o como dicen ellos, el campo energético personal. Al eliminar estas cargas, la persona experimenta una sensación de claridad en su mente.
Puede agregar velas para mejorar el ambiente. Foto:Getty Images
En términos más espirituales, actúa como un limpiador natural y neutraliza las vibraciones negativas que pueden afectar a nuestra salud. A lo largo de los años, diversas culturas utilizaron la sal en rituales de purificación por su capacidad para absorber y transmutar energías no deseadas.
Además, la combinación de agua tibia y sal crea un ambiente perfecto para la relajación, por lo que resulta beneficioso antes de ir a dormir. Si te sumerges en un baño de sal, el cuerpo experimenta una gran relajación, ya que alivia la tensión muscular y calma la mente.
Uno de los mayores beneficios que esconde es la capacidad de reducir la ansiedad y los pensamientos negativos que muchas veces dificultan el descanso. Con este baño, su cuerpo se limpia tanto interna como externamente.
Para disfrutar de todos los beneficios de un baño de sal, es importante hacerlo correctamente. Por ello, le ofrecemos algunos consejos:
- Selecciona la sal adecuada: la sal de Epsom es ideal si buscas aliviar la tensión muscular, mientras que la sal marina es más efectiva para depurar energías negativas.
- Agua tibia: llena la bañera con agua tibia y espera a que alcance una temperatura adecuada.
- Añade la sal: añade una o dos tazas de sal al agua y espera a que se disuelva.
- Relájate durante 20-30 minutos: sumérgete en el agua y disfruta de una relajación total. Durante este tiempo, observa cómo la sal extrae todas las impurezas y energías no deseadas de tu cuerpo.
- Enjuágate al final: después de terminar el baño, debes enjuagarte con agua limpia para eliminar cualquier resto de sal.