Un ingreso anual de US$100.000 podría parecer sinónimo de estabilidad económica. Sin embargo, si ese salario se percibe en Nueva York, el panorama cambia. Lejos de representar una cifra holgada, este monto se ve rápidamente consumido por los elevados impuestos y el alto costo de vida que caracteriza a la ciudad que nunca duerme.
Según un reciente estudio de SmartAsset, que analizó cómo rinde este salario en 69 de las principales ciudades de Estados Unidos en 2025, Manhattan, Nueva York, se posiciona como el lugar donde menos se aprovechan los US$100.000. Una vez deducidos impuestos federales, estatales y locales, y ajustado por el costo de vida, el valor real de ese salario se reduce a apenas US$30.362. En otras palabras, vivir con US$100.000 anuales en Manhattan equivale a vivir con menos de un tercio de esa cantidad en ciudades más asequibles y se reduce a una cantidad que se ajustaría para cubrir las necesidades esenciales como la vivienda, alimentación, ropa y calzado, entre otros.
Por su parte, Housing Anywhere señala que en Nueva York, una persona soltera necesita al menos US$75.000 anuales para cubrir gastos básicos, aunque el costo real varía según el estilo de vida y las preferencias personales.
Manhattan cuenta con zonas muy exclusivas. Foto:Getty Images/iStockphoto
Finalmente, además de los impuestos federales, quienes viven en la Gran Manzana, enfrentan fuertes gravámenes estatales y municipales. Estos análisis dejan en evidencia que el monto bruto de un salario no cuenta toda la historia. El contexto local, en términos de impuestos y nivel de vida, influye profundamente en lo que realmente puede comprarse o ahorrarse con ese dinero.
Ciudades más asequibles que Nueva York, en las que tener un sueldo de US$100.000 resulta una mayor suma
De acuerdo con el estudio de SmartAsset, las ciudades de Oklahoma City, El Paso, Corpus Christi y Tulsa se poscionaron entre los lugares donde más rinden los US$100.000. Además resaltó que el estado de Texas cuenta con la ventaja de no tener impuestos estatales ni locales sobre la renta, mientras que el costo de vida particularmente bajo de Oklahoma es suficiente para compensar el impuesto estatal sobre la renta y algo más.