Pagó para que le tramitaran la green card y resultó ser estafa de una cárcel de Venezuela

hace 2 meses 17

Instalada en un hotel en Nueva York, Estados Unidos, a la espera del avance en el trámite de su solicitud de asilo, Rusbelys Robles, una enfermera venezolana que llegó a la ciudad tras una odisea en la que atravesó 13 países en Latinoamérica, fue víctima de una estafa orquestada por una banda criminal que, desde una prisión en Venezuela, prometía asesorar y agilizar la obtención de la tarjeta de residencia permanente, más conocida como green card.  

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El rumor de que existía un abogado que ofrecía una agilización para obtener la green card comenzó a correr durante este año en una iglesia de Nueva York, y varias mujeres latinas cayeron en la trampa delicadamente planificada por el falso abogado Gustavo Cortez Osco, según informó el medio Univision en una investigación particular.

Una de las víctimas fue Rusbelys Robles, enfermera venezolana que llegó a Nueva York con su hija pequeña y fue tentada por Cortez, quien le ofrecía obtener la green card en lugar del asilo que esperaba. La fantasía, pese a ser muy buena para tratarse de la realidad, fue complementada con las palabras del supuesto licenciado, quien hablaba el español con errores imitando el acento estadounidense, generando confianza en las víctimas.

El sencillo método era igual para todos los casos, y empezaba con buenas noticias de su estatus migratorio apoyadas en documentos con el logotipo del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por sus siglas en inglés), Seguridad Nacional y el Departamento de Justicia, en una primera instancia en la que desembolsaban de US$300 a US$1.000.

Luego, las mujeres pagan anticipadamente por la siguiente fase, quizá una de las más importantes ya que se trataba de las audiencias. En una habitación decorada con una bandera estadounidense y un escudo del DOJ detrás, un cómplice de Cortez ofició de juez de inmigración, realizándole a Robles preguntas que están incluidas dentro del examen de naturalización, como el nombre de una tribu de indígenas americanos o el año en el que fue escrita la constitución.

El fin de la estafa sobre la green card

La escena se terminó de caer cuando Robles decidió hablar con otra mujer de la iglesia que estaba tramitando su caso con Cortez, y se percató de que el falso abogado y el juez habían cambiado sus papeles. "Estamos estafadas", recordó que le espetó a su amiga entonces.

El estafador oficiaba tanto de abogado como de juez de inmigración, según la persona.

El estafador oficiaba tanto de abogado como de juez de inmigración, según la persona.

Foto:Univision

Posteriormente, las autoridades revelaron que Cortez operaba desde una cárcel en la localidad de Tocuyito, Venezuela, en donde cumplía una condena de 55 años por homicidio, extorsión y lavado de dinero. A partir de préstamos a distintos feligreses, la iglesia perdió más de US$4.000 con la banda delictiva, mientras que Robles fue estafada por la suma de US$3.365.

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