Es bien sabido que muchos productos llenos de conservantes y edulcorantes artificiales pueden causar efectos negativos en nuestro bienestar físico y mental.
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A pesar de esta información, muchos no pueden resistirse a esos tentadores cereales azucarados en el desayuno, a las crujientes papas fritas durante el almuerzo, a las galletas acompañadas de refrescos en la tarde o a las cenas rápidas congeladas que facilitan el día a día.
Aunque estos alimentos suelen ser deliciosos y ofrecen una satisfacción momentánea, los ultraprocesados no son la mejor elección cuando se trata de cuidar nuestra salud. Según Uma Naidoo, experta en nutrición de la Universidad de Harvard, hay uno en particular que todos deberíamos evitar.
La mitad de la dieta en Estados Unidos está compuesta por ultraprocesados
En Estados Unidos, el 50 por ciento de las calorías que consume una persona promedio proviene de alimentos ultraprocesados, lo que impacta negativamente su salud mental y física, provocando desequilibrios en el estado de ánimo, aumento del estrés e incluso fatiga crónica.
¿Por qué son tan perjudiciales? Uma Naidoo, quien también dirige el área de Nutrición, Estilo de Vida y Psiquiatría Metabólica en Harvard, explica en un artículo para Noticias Telemundo que estos productos “son productos industriales derivados de cultivos muy extendidos y modificados genéticamente, como el maíz, la soja y el azúcar. Suelen ser baratos de producir, cómodos de comprar y consumir y muy apetecibles. Desafortunadamente, las distintas etapas de producción a menudo despojan a estos alimentos de sus vitaminas, minerales y fibra naturales”.
El alimento ultraprocesado desaconsejado
Uno de los aspectos más problemáticos de estos alimentos es que están diseñados para durar mucho tiempo en las estanterías. Esto es posible gracias a la adición de conservantes, colorantes artificiales, edulcorantes y otros productos químicos que, a largo plazo, generan inflamación y dañan el microbioma. Si los consume de manera habitual, puedes enfrentar problemas como diabetes, obesidad, depresión y ansiedad.
De todos estos alimentos ultraprocesados, Uma Naidoo destaca los cereales para el desayuno como uno de los peores. Estos contienen carbohidratos simples con altos niveles de azúcar añadida, lo que afecta el cuerpo desde temprano.
“Consumirlos como primera comida del día puede provocar subidas de azúcar en sangre que nos dejen con hambre unas horas más tarde y más inclinados a tomar un tentempié azucarado entre horas. Un desayuno rico en carbohidratos también puede provocar falta de energía, niebla cerebral e irritabilidad a lo largo del día”, advirtió Naidoo.
Alternativas para un desayuno más saludable
Para evitar las consecuencias de los cereales azucarados, la nutricionista recomienda equilibrar el desayuno con carbohidratos, grasas y proteínas, asegurando así que el cuerpo y la mente se mantengan con energía durante la jornada. Si su desayuno diario se limita a un simple plato de cereal con leche, es hora de hacer cambios.
Entre las alternativas que sugiere Naidoo están: pudín casero de semillas de chía con arándanos y nueces; huevos revueltos acompañados de vegetales como espinacas o tomates y aguacate; o un batido verde hecho con verduras de hoja, mantequilla de frutos secos y proteínas en polvo para los días en los que desayunas fuera de casa.
Reducir el consumo de ultraprocesados, especialmente cereales de arroz, trigo inflado, copos de maíz, avena o granola, puede ayudar a revertir la inflamación crónica, disminuir el riesgo de carencias nutricionales y equilibrar el microbioma, mejorando significativamente la salud intestinal.
SANDRA MORALES
El Comercio (Perú) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Comercio, y contó con la revisión de un periodista y un editor.