El temor a ser víctimas de algún tipo de fraude se constituye en la principal razón para que más de la mitad de los colombianos que han descargado aplicaciones de pagos en sus celulares opten, al poco tiempo, por no usarlas y se mantengan fieles al uso del efectivo. No solo es un fenómeno que afecta a los nacionales, es casi el denominador común que encontró la firma de consultoría Ipsos a través de un estudio elaborado en 14 países de Latinoamérica.
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La elevada informalidad, que en Colombia se acerca al 57 por ciento, según el Dane, es otro de los factores que empujan a los colombianos a usar más el efectivo evidenciando la urgente necesidad de educación y confianza en las transacciones en línea, advierte Ipsos.
El informe destaca que, en promedio, cada usuario latinoamericano maneja 5,2 medios de pago, lo que refleja una diversidad significativa. Aunque el efectivo sigue siendo el rey en la región, su uso ha disminuido constantemente durante los últimos cinco años, mientras que las transacciones digitales se triplicaron en el mismo período.
En Colombia el 75 por ciento de las operaciones de pago que se realizan en la actualidad, se hacen en dinero en efectivo, según el Banco de la República.
Y según estadísticas recientes de la Superintendencia Financiera con corte al primer semestre del 2024, de las cerca de 4.000 millones de operaciones, monetarias y no monetarias, que hicieron los colombianos en ese periodo el 62,4 por ciento se realizaron a través de aplicaciones móviles; 13,7 por ciento fue por internet; 8,5 por ciento a través datáfonos; 5,9 por ciento en corresponsales bancarios; 4,8 por ciento en cajeros automáticos y solo 1,8 por ciento en oficinas o sucursales físicas.
Solo las operaciones que involucraron movimiento de recursos, advierte en su informe la Superfinanciera, sumaron cerca de 2.500 millones, las cuales representaron 2.540 billones de pesos.
En Colombia, el 92 por ciento de los usuarios tiene instalada al menos una aplicación de pago en su celular, superando el promedio de la región. Sin embargo, existen varios desafíos, entre ellos la permanencia y uso de las mismas: el 53 por ciento de las personas que descargan estas aplicaciones deja de utilizarlas, mostrando un alto índice de deserción que los desarrolladores deberán abordar.
Chile, junto con Panamá y Argentina lideran el Índice de Inclusión Financiera (IIF), seguido de Panamá y Argentina, mientras Colombia ocupa el quinto lugar. Este índice, también elaborado por Ipsos, mide el acceso, uso y calidad de los servicios financieros, y a pesar del progreso general, las dimensiones de acceso y uso todavía presentan desafíos en gran parte de la región.
En el informe de la consultoría se encontró que el 73 por ciento de los colombianos aún prefieren el efectivo como medio de pago principal (en línea con los datos del Banco de la República), y un 44 por ciento realiza múltiples pagos en efectivo diariamente. Esto contrasta con la tendencia global de reducir la dependencia del efectivo, lo que sugiere que la informalidad económica sigue siendo un factor importante en el país.
Brasil, el líder
El mismo estudio señala que Brasil lidera en adopción de cuentas digitales, mientras que en Chile y México las tarjetas de débito son predominantes. Sin embargo, en toda la región, el temor al fraude sigue siendo un obstáculo importante. En Colombia, más de la mitad de los encuestados afirma haber recibido mensajes o llamadas fraudulentas, lo que debilita la confianza en los servicios financieros digitales.
Otra cifra clave es el crecimiento del comercio electrónico impulsado por medios digitales. Mientras que en 2021 solo una fracción utilizaba aplicaciones de pago para compras en línea, hoy es común que los colombianos realicen transferencias y pagos desde sus dispositivos móviles. La temporada de fin de año, con su alta demanda, se proyecta como un momento crítico para consolidar esta tendencia.
Para Ipsos un factor fundamental tanto en la adopción de las nuevas tecnologías de pago, como el uso y permanencia en las mimas es la confianza.
"Los usuarios de productos de ahorro y crédito muestran mayor confianza en las instituciones financieras que aquellos que no los usan. Este dato resalta la necesidad de educar a los consumidores y reforzar la seguridad de las plataformas digitales para fomentar su adopción sostenida", advierte el estudio.
También insiste en la necesidad de superar las barreras existentes en el uso de dichas aplicaciones de pagos e indica que "reto para la región no es solo promover la bancarización y el uso de medios digitales, sino también garantizar una experiencia segura y confiable. Los bancos y fintechs enfrentan la tarea de diseñar estrategias que reduzcan la deserción y aumenten la fidelización", puntualza.