'Nos decían que nos iban a quemar vivos': los duros relatos de Policías secuestrados en El Plateado

Desde el 6 hasta el 8 de marzo, 28 policías y un militar del Ejército fueron secuestrados en El Plateado, Cauca. Todos fueron llevados al caserío La Hacienda y permanecieron tres días sentados, sin estar amarrados. 

Les ofrecían alimentos tres veces al día, pero las amenazas por parte del frente Carlos Patiño de las disidencias de las Farc eran constantes.

Si alguno de los uniformados exigía su liberación, era intimidado de muerte. Les decían que los iban a quemar y atentar contra su vida si seguían haciendo exigencias, según cuentan varias de las víctimas policías.

Apenas fueron secuestrados, los disidentes de las Farc les quitaron los celulares a los uniformados, al igual que las municiones que tenían, e incluso, les quemaron los escudos de la institución.

"Fue una experiencia muy dura, muy difícil de superar. Tuve miedo, la tensión de ver a esa gente encima. No nos trataron mal, en el momento nos dijeron que nos iban a matar, pero con diálogos se solucionó. Nos decían que nos iban a quemar vivos, pero gracias a Dios nos sacaron de ahí, nos tuvieron encerrados delante de la guardia indígena", dice uno de los policías secuestrados al llegar a Bucaramanga.

Familiares hablan

Sandra Milena Ramírez, familiar del subintendente Carlos Pita, agradeció que los uniformados llegaron en buen estado de salud y puedan reencontrarse con sus parientes.

Relató que cuando supo que estaban privados de su libertad, sintió una agonía al no saber en qué condiciones los tenía la guerrilla.

Dio a conocer que, antes de ser secuestrados, el subintendente habló con Sandra y le pidió oración.

"Nos dijo: estamos preocupados, retuvieron a algunos compañeros, oren por nosotros. Es lo más agonizante de esta vida, fue lo más torturante para nosotros como familia, no sabíamos en qué condiciones los tenían", explicó Sandra.

La abuela de Javier Valenzuela, otro uniformado, con voz entrecortada, indicó que este secuestro fue un golpe muy duro para toda la familia.

"Fue mucha angustia, hubo cadenas de oración, seguimos orando por ellos".

Los familiares los recibieron con carteles, globos y, junto con la Policía de Bucaramanga, les hicieron una calle de honor a los policías que estuvieron secuestrados y trabajando en El Plateado, en el aeropuerto internacional Palonegro.

El general Henry Yesid Bello, comandante de la Policía de Bucaramanga, contó que siete de los uniformados secuestrados  fueron enviados desde la ciudad a El Plateado para apoyar las operaciones que se adelantan en el Cauca.

Contó que se está haciendo un acompañamiento interinstitucional a los familiares.

Le puede interesar: 

Melissa Múnera Zambrano

Corresponsal de EL TIEMPO- Bucaramanga