Una serie de recortes recientes en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) dejó sin empleo a casi la mitad del personal dedicado a discapacidades del desarrollo y defectos congénitos, lo que a su vez obliga a poner fin a ciertos programas para esta población vulnerable.
De acuerdo a un informe detallado de CBS News, esta medida supone la paralización de investigaciones clave sobre adultos con discapacidades cognitivas y la enfermedad de células falciformes, una afección sanguínea dolorosa que afecta principalmente a familias afroamericanas.
Entre las labores interrumpidas figuran la recopilación de datos sobre la enfermedad de células falciformes y el apoyo a pruebas para detectar sus complicaciones más peligrosas.
Los recortes también eliminaron al equipo de liderazgo del Centro Nacional sobre Defectos de Nacimiento y Discapacidades del Desarrollo de los CDC, junto con el personal de apoyo de ese centro y de su Rama de Promoción de la Salud y Discapacidad.
Las consecuencias no se limitan a los adultos. También se ha puesto fin al trabajo del programa de Detección e Intervención Temprana de Problemas Auditivos, una iniciativa ordenada por el Congreso que financiaba esfuerzos estatales para detectar y diagnosticar problemas de audición en la infancia.
Gracias a este programa, casi todos los recién nacidos en EE. UU. se someten hoy a pruebas de audición, frente a menos de la mitad hace 25 años.
Otra víctima de los recortes fue el personal del CDC que supervisaba una alianza con las Olimpiadas Especiales, organización fundada por la tía de Robert F. Kennedy Jr., Eunice Kennedy Shriver, y actualmente presidida por su primo, Timothy Shriver. Este programa ofrecía chequeos médicos y recopilación de datos sobre personas con discapacidades intelectuales.
El recorte también afecta a las infancias de Estados Unidos. Foto:CDC
¿Qué programas para personas con discapacidad quedarán vigentes en Estados Unidos?
De acuerdo al informe de CBS News, solo queda un grupo reducido de investigadores sobre discapacidades mentales de los CDC, dentro de las divisiones de Defectos de Nacimiento y Trastornos del Desarrollo Infantil.
Entre ellos, se incluyen aquellos que trabajan en la red de monitoreo del autismo del CDC, cuyas cifras han sido citadas frecuentemente por Kennedy como prueba del aumento en los casos de autismo.
Según dos funcionarios, muchos de los empleados que permanecen serán absorbidos por la nueva agencia de Kennedy: la Administración para una América Saludable (AHA, por sus siglas en inglés), que también integrará personal de los centros de los CDC dedicados a enfermedades crónicas y sobredosis.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) había indicado previamente que AHA fusionará equipos de varias agencias, incluida la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias.