El gobierno de Daniel Ortega expulsó a Guatemala al obispo Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), informaron este jueves opositores y medios de prensa en el exilio, cuyas versiones fueron confirmadas a AFP por fuentes religiosas.
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Este ataque es una represalia más del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia Católica y un grave atentado a la libertad religiosa en Nicaragua
"Él fue expulsado a Guatemala", aseguró a la AFP desde el exilio una fuente vinculada a la iglesia católica de Nicaragua, al ratificar información de opositores y medios nicaragüenses en Costa Rica. Martha Molina, investigadora de asuntos religiosos, confirmó también desde Estados Unidos la expulsión.
La Fundación para la Libertad de Nicaragua condena el destierro de Monseñor Carlos Herrera, obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, quien fue forzado a abandonar el país tras denunciar un acto sacrílego.
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A las denuncias también se refirió la Fundación para la Libertad, que condenó el hecho y afirmo que Herrera "fue forzado a abandonar el país tras denunciar un acto sacrílego.
Este ataque es una represalia más del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia Católica y un grave atentado a la libertad religiosa en Nicaragua".
"Hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los organismos de derechos humanos a denunciar este atropello y a exigir respeto a la fe y sus representantes en el país. Nos solidarizamos con Monseñor Herrera y reiteramos nuestro compromiso en defensa de la justicia y la dignidad de los nicaragüenses", concluyó la organización nicaragüense en su comunicado publicado en X.
La expulsión de líderes católicos es una práctica que ha adoptado Daniel Ortega y ha sido denunciada como un acto de represión por organizaciones defensoras de derechos humanos.
De hecho, según el informe ‘Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?’, en estos últimos siete años, 245 religiosos han sido obligados al exilio o han sido expulsados del país.
Esas agresiones forman parte de los 879 ataques que ha sufrido la Iglesia católica de Nicaragua por parte del Gobierno que preside Ortega con su esposa Rosario Murillo, desde abril de 2018 al primer semestre de 2024, según el estudio.
"Debido a los ataques permanentes de la dictadura en contra de los clérigos, las diócesis de Matagalpa, Estelí (ambas en el norte) y Siuna (en el Caribe) se encuentran sin presencia física de sus obispos porque fueron desterrados ilegalmente", anotó Martha Patricia Molina, la investigadora exiliada que estudia este asunto.
*Con información de AFP