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hace 1 mes
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La relación entre el cuerpo y la mente es muy estrecha, las situaciones que lo pueden tener pensando demasiado a diario tienen repercusiones en su estado físico y puede llegar a manifestar malestares generales.
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De la misma manera, mantener el cuerpo inactivo también tiene fuertes afectaciones al cerebro y estas se pueden ir aumentando a medida que se envejece.
La doctora Kim Johnson, neuróloga en Estados Unidos, ha observado que la mayoría de sus pacientes no suelen ejercitarse constantemente y afirma que “no están invirtiendo en su fuerza, y en última instancia, en su mente”.
Esta importancia entre el vínculo que debemos crear entre el cuerpo y el cerebro se debe a que al momento de realizar actividad física, el organismo incide al mismo tiempo en el trabajo neuronal.
Esto se debe a que se secreta un factor de crecimiento nervioso (NFG), que es un péptido involucrado en la regulación de las células nerviosas.
Además, el ejercicio cardiovascular es capaz de aumentar el flujo sanguíneo al cerebro y así puede llegar a disminuir el riesgo de sufrir Alzheimer y otras enfermedades de demencia al envejecer.
Según ‘MedlinePlus’, el NFG también puede llegar a servir como apoyo a la mielina, que es una capa que se forma alrededor de los nervios presentes en el cerebro y la médula espinal. Este recubrimiento tiene como función principal ser un neuroprotector y se puede llegar a regenerar con la edad.
Es por esto que la neuróloga Kim Johnson, recomienda adquirir algún tipo de rutina de ejercicios diaria o aprender un nuevo deporte para crear y fortalecer las conexiones del cuerpo y la mente.
De esta manera, el aporte diario que le dará a su organismo este factor de crecimiento nervioso le ayudará a mantener estable una buena movilidad del cuerpo y funciona como una inversión a largo plazo para un correcto funcionamiento del cerebro.
ERIKA LUCIA IBAÑEZ GARCIA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO
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