Navidad anticipada y tensión comercial: importadores colombianos se adelantan por temor a aranceles de EE. UU.

Desde el hotel Marriott de Barranquilla, donde se desarrolla el XIV Encuentro Empresarial y de Comercio Exterior del Caribe, con la participación de cerca de 200 empresarios, la incertidumbre se tomó la agenda. 

Una de las preocupaciones centrales expuestas por los asistentes fue el impacto de las medidas comerciales del gobierno de Donald Trump, especialmente en lo que respecta a la imposición de aranceles a productos importados. Este panorama ha generado una inusual reacción en cadena: la Navidad se adelantó en los puertos y bodegas del país.

Aprovechando la suspensión temporal de aranceles decretada por Estados Unidos —una tregua de 90 días que comenzó a inicios de abril— importadores colombianos decidieron anticipar la llegada de productos navideños, como árboles artificiales, luces, guirnaldas y demás artículos de temporada. 

Empresarios buscan estrategias para protegerse

Según Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), esta reacción obedece a un escenario de incertidumbre que obliga a los empresarios a protegerse frente a posibles alzas repentinas en los costos de importación.

También explicó Díaz Molina durante su intervención en el evento, que esto ha traído consigo un aumento significativo en la demanda de espacio en barcos y una presión adicional sobre los fletes, cuyos precios se han incrementado, además de generar congestión en algunos puertos internacionales clave.

Preocupación entre el comercio exterior colombiano

La situación ha prendido las alarmas en el comercio exterior colombiano no solo por los costos logísticos, sino por la falta de una respuesta estructurada por parte del Gobierno nacional. 

A diferencia de países como Ecuador y Chile, que ya presentaron propuestas a Estados Unidos para negociar excepciones arancelarias en productos estratégicos, Colombia aún no ha planteado una oferta formal, y continúa sin una ministra de Comercio en propiedad, lo que agrava la incertidumbre entre los gremios.

Otro punto sensible abordado en el encuentro fue la creciente tensión entre Estados Unidos y China, especialmente en lo que respecta al uso de plataformas tecnológicas en gobiernos aliados. 

Díaz Molina advirtió que una de las fricciones potenciales más serias con Washington es la intención del Gobierno colombiano de adjudicar a una empresa china la gestión de la nube estatal, tradicionalmente manejada por firmas estadounidenses. 

“Estados Unidos ve con preocupación que la información del Gobierno colombiano pueda terminar en manos de China”, señaló.

Colombia en la Ruta de la Seda

La reciente adhesión de Colombia a la Ruta de la Seda —una iniciativa comercial impulsada por China— también fue objeto de críticas por parte de algunos empresarios presentes, quienes consideran inoportuno acercarse a Pekín justo en medio de una guerra arancelaria entre las dos potencias.

La falta de una estrategia clara por parte de Colombia, que permita aprovechar los beneficios de ambas relaciones sin poner en riesgo su vínculo con su principal socio comercial, fue calificada como una “jugada arriesgada” por los analistas del encuentro.

En conclusión, mientras se intenta navegar un contexto internacional volátil, los empresarios colombianos están tomando decisiones pragmáticas para mitigar riesgos. Pero la ausencia de liderazgo ministerial y la falta de una propuesta sólida ante Estados Unidos preocupan a los gremios, que advierten que el país podría quedarse rezagado en un escenario donde la diplomacia económica es más crucial que nunca.

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