Naciones Unidas advierte del 'control y la influencia' de los magnates tecnológicos en EE. UU., ¿qué denuncia?

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dijo el lunes estar "profundamente preocupado" por el cambio de rumbo en Estados Unidos desde el regreso al poder de Donald Trump y por la influencia de los "oligarcas tecnológicos" en su administración.

En un discurso ante el Consejo de Derechos Humanos, donde analizó en detalle la situación mundial, Türk se refirió al "control y la influencia" que ejercen "los oligarcas tecnológicos no elegidos".

El director ejecutivo Tesla y de Space X y propietario de la red social X, Elon Musk, se ha convertido en un asesor muy cercano del presidente estadounidense con la misión de reformar la administración federal.

"Estoy profundamente preocupado por el cambio fundamental de dirección que se está produciendo a nivel nacional e internacional", afirmó Türk, un diplomático austríaco.

Sin nombrar a Trump, Türk dijo que "las políticas destinadas a proteger a las personas contra la discriminación se califican ahora de discriminatorias" mientras que "los avances en materia de igualdad de género se han reducido a nada".

"La desinformación, la intimidación y las amenazas, en particular contra periodistas y funcionarios públicos, pueden poner en peligro el trabajo de los medios independientes y el funcionamiento de las instituciones", aseguró.

Las críticas del Alto Comisionado llegan tras la reciente decisión de Trump de retirar a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. 

También, la semana pasada desde la nueva Administración se han establecido reglas para los medios. Ahora, el propio Gobierno decidirá qué periodistas pueden hacer preguntas a Donald Trump, una tarea que hasta ahora correspondía exclusivamente a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), que era la encargada de seleccionarlos.

Esta medida además se produce en un contexto de enfrentamiento con la agencia de noticias Associated Press (AP), a la que la Administración ha restringido el acceso al "pool", impidiéndole preguntar a Trump, debido a su decisión de seguir llamando al golfo de México por su nombre tradicional, en lugar del nuevo término "golfo de América" adoptado por el mandatario.