Nacer en Estados Unidos es una condición que le otorga ciudadanía y asegura su permanencia en el país, pero a partir de la asunción del presidente Donald Trump y la fuerte presencia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), se generaron algunas polémicas. En ese sentido, llamó la atención el caso reciente de una niña de 11 años que podría ser deportada a pesar de haber nacido en el país.
Según lo recopilado por El Heraldo USA, América Pérez, y su hija, Yoselin, de 11 de años, están en riesgo de ser deportadas tras negarles por primera vez en tres años el acceso para la atención médica de la menor, quien padece una condición genética única, por lo que su deportación podría ser su sentencia de muerte.
Ante este panorama, a pesar de que la niña podría quedarse en Estados Unidos bajo custodia del sistema, por su condición, la madre decidió llevársela con ella. A pesar de que formalmente no se trata de una deportación en el caso de la menor, la migrante consideró que las circunstancias de su hija la obligan a abandonar el país.
ICE instó a la mujer a presentarse en una de las oficinas el próximo 8 de mayo, donde deberá comparecer con sus documentos de migración y los documentos de la menor para validar su estancia. Debido a la condición de la niña, sus trámites migratorios se postergaron y no pudo regularizar su situación.
Por otro lado, la madre aseguró que los documentos le fueron sustraídos por sus antiguos empleadores, que la mantenían en condiciones de esclavitud y trabajo forzado. Aunque renunció a este trabajo, la documentación nunca le fue regresada.
ICE la citó para presentar sus documentos el 8 de mayo Foto:Facebook ICE
¿Ya deportaron a otros niños ciudadanos de Estados Unidos?
La abogada de la familia, Bridgette Bennett, señaló a El Heraldo USA que en caso de que se logre la deportación, sería la cuarta niña estadounidense deportada durante la administración de Donald Trump. Hasta el momento, la mujer no ha presentado el pasaporte ni la visa de trabajo H-2 con los que ingresó por primera vez a Estados Unidos en 2009. Aún no hay garantías de que sucederá con su situación.