Usted probablemente escuchó muchas veces que un dolor de cabeza no suele ser motivo de alarma. Pero cuando Chance Peniongo, un adolescente de 13 años en la localidad australiana de Echuca, se quejó de esta molestia mientras estaba en la escuela, nadie imaginó el desenlace que seguiría.
Según el medio Daily Mail, seis días después, en el año 2024, falleció como consecuencia de una enfermedad rara y agresiva llamada encefalitis necrosante aguda, desencadenada por una infección de gripe A.
¿Por qué no se deben subestimar los síntomas de una gripe?
El gran error que muchos están cometiendo hoy —y que costó la vida a Chance— es asumir que los síntomas de la gripe siempre son leves y que se resolverán con reposo. Este pensamiento, ampliamente difundido y arraigado, impide una reacción médica oportuna. Él cenó y vio una película tras volver de la escuela con dolor de cabeza.
A la mañana siguiente, sufrió convulsiones severas. La enfermedad avanzó tan rápido que, aunque fue trasladado de urgencia a un hospital y posteriormente al Royal Children’s Hospital de Melbourne, ya no había actividad cerebral detectable. Su diagnóstico fue fulminante: encefalitis necrosante aguda, una afección que daña rápidamente el tejido cerebral y suele tener un desenlace fatal.
En los últimos meses, los casos de gripe en el estado de Victoria se cuadriplicaron, y las visitas a emergencias se sextuplicaron. De acuerdo con el Dr. Aadhil Aziz, médico general en Melbourne, la única protección efectiva ante complicaciones graves derivadas de la gripe es la vacunación.
Vacunarse es clave en estos casos Foto:Secretaría de Salud.
Sin embargo, muchas familias aún no toman esta medida con seriedad, especialmente en el caso de niños y adolescentes.
Chance era un adolescente sano, sociable, lleno de energía. Su madre, Regina Rose, describe al medio citado que notó “una gran diferencia” entre cómo estaba por la mañana y cómo se sentía al mediodía.
“No sabía mucho sobre la gripe A, pero eso no explicaba las convulsiones”, concluyó.