Una situación doméstica terminó en un procedimiento policial en Staines, ciudad ubicada en Surrey, al sur de Inglaterra. Vanessa Brown, docente de historia de 50 años y madre de dos jóvenes, fue arrestada el 26 de marzo de 2025 tras ser acusada de apropiación indebida luego de tomar los iPads de sus hijos.
La intervención fue consecuencia de una denuncia hecha por el padre de los menores, con quien comparte la custodia, luego de que los dispositivos fueran llevados a la residencia de la madre de Brown, en Cobham.
La mujer indicó que había retirado los aparatos electrónicos para que sus hijos pudieran enfocarse en sus actividades escolares. La ubicación de los dispositivos fue determinada por las autoridades, quienes llegaron hasta la vivienda de la abuela de los menores y procedieron al arresto.
Brown permaneció más de siete horas en una celda, fue sometida a un registro personal y a la toma de sus huellas digitales, y fue puesta en libertad luego de 12 horas.
Policía actuó tras denuncia de un hombre de 40 años, padre de los menores.
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Intervención generó reacciones en la comunidad y redes sociales
El jefe policial Aimee Ramm explicó que el reporte fue hecho por un hombre de 40 años, quien afirmó que los dispositivos no se encontraban en su lugar habitual.
“Cuando los dispositivos fueron localizados en la casa de la abuela, una mujer de 50 años, Vanessa, fue detenida bajo sospecha de robo. Tras el arresto, realizamos registros y encontramos los dispositivos. Investigaciones posteriores revelaron que los iPads pertenecían a los hijos de la mujer y que ella tenía pleno derecho a confiscarlos”, señaló en declaraciones al diario 'Mirror'.
Brown afirmó sentirse afectada por el procedimiento. “Es bastante traumático incluso hablar de ello ahora”, dijo en conversación con medios del Reino Unido. Relató además que los agentes acudieron al colegio de los menores y los retiraron del aula para interrogarlos. “Fueron a casa de mi madre, una señora de unos 80 años, y la trataron como a una delincuente. Fue una situación desproporcionada”, agregó.
Tras conocerse los detalles del hecho, varias personas expresaron su desacuerdo con la manera como se abordó el caso. El ex comisionado de Policía, Anthony Stansfield, cuestionó el actuar de las autoridades: “incompetencia y exceso de celo”, afirmó al referirse al operativo.
A su juicio, la respuesta policial fue innecesaria y esperaba que el liderazgo de la fuerza ofreciera una disculpa formal. “Fue completamente innecesario arrestar a una respetable maestra de cincuenta años. Espero que el jefe de Policía se disculpe personalmente”.
Mientras tanto, Brown continúa enfrentando las secuelas emocionales de lo sucedido. El incidente ha abierto un debate sobre el uso de criterios razonables por parte de las instituciones, especialmente cuando intervienen en asuntos familiares como las decisiones relacionadas con la educación y el uso de tecnología en el hogar.
O Globo (Brasil) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.