Qué dolor de cabeza, qué amargura, que malestar y rabia tuvieron los hinchas de Millonarios en la noche del sábado con la derrota contra Medellín, derrota en casa, en casa llena además, un 0-1 que pega duro para un equipo que aún no es lo que se espera.
Millonarios hizo mucho o todo o casi todo para no perder, para salvar un empate, un punto, pero su falta de definición le pasó factura y le cuesta esta dolorosa derrota.
El arranque, sin embargo, fue esperanzador. Cataño sacó un remate de media distancia que todo el estadio azul celebró con la certeza de que sería golazo, pero no fue. No importaba, era temprano, quedaba todo un partido por delante. Qué iban a imaginar en Millonarios que todo se iba a enredar como se enredó.
Es que Medellín no llegó a Bogotá es esconderse, nada de eso, ni le incomodó la titularidad de Falcao García. Al contrario, el DIM fue por su gol y gestó una jugada rápido que terminó en penalti cuando entre Montero y Vargas cometieron falta y Chaverra, un especialista, cobró con toda serenidad, engañó al portero y puso a celebrar al Poderoso en 18 minutos, 0-1.
Millonarios sintió el golpe y Medellín se agrandó. Baldomero Perlaza tuvo un remate que paralizó a toda una afición. Casi es el segundo del visitante. No fue, pero el DIM supo que su tarea ya no era buscar el segundo, sino defender a toda costa el gol que ya había hecho.
Millonarios vs. DIM Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO
Millonarios, sin gol
El entretiempo fue el momento esperado para que Millonarios replanteara y mejorara. La hinchada esperaba reacción, agresividad, que el equipo jugara como local.
Cataño por poco sorprende con otro gran disparo que no terminó en gol por muy poco. Minutos después Castro hizo presencia, para que nadie se olvidara que él estaba en la cancha, y metió un muy buen cabezazo, la pelota se fue por arriba. La gente en las gradas se frotaba las manos, el gol del empate ya venía, ya venía, eso pensaban, eso creían, eso se quedaron esperando.
Millonarios vs. DIM. Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO
Millonarios estaba decidido a empatar pronto, Falcao inventó una genialidad y con un par de amagues hizo poner de pie a la afición. Luego le anularon un gol. Después probó Castro. La noche reclamaba el gol azul. Y nada, no llegaba.
Toda la segunda parte fue de dominio embajador. Con un ataque frenético. Pero sin efectividad, ese pecado que se paga tan caro. La última estrategia del DT González fue dar entrada a Santiago Giordana, a ver si era el héroe.
Falcao García vs. DIM. Foto:César Melgarejo / EL TIEMPO
Los últimos 10 minutos ya fueron un solo drama en El Campín. La gente gritaba, con esa confianza ciega en que no se iba a perder, en que al menos el empate, pero Medellín se defendía con lanzas y escudos. Su área fue una resistencia. Ya en los instantes finales Giordana conectó un cabezazo que tenía que ser gol, así sonó, gooool gritaron esos hinchas desesperados, lo gritó el DT González, y nadie podía creer que en verdad esa pelota había pasado por fuera del arco.
Así fue la pesadilla azul, una pesadilla sin gol, sin puntos, con derrota, con una rechifla que no se escondió, y con preocupación. Al equipo le toca despertar ya.
PABLO ROMERO
DEPORTES
@PabloRomeroET