Millonarios solo necesitaba un gol. Uno solo. No lo hizo. Acabó invicto en el cuadrangular, sacándoles cuatro puntos de seis a todos sus rivales del grupo A, pero a la hora de meterla, en el partido clave contra Pasto en el estadio Libertad, no pudo. El 0-0 eliminó a los dirigidos por Alberto Gamero.
Millonarios dependía de sí mismo y con esa condición salió a atacar de entrada, a meter a Pasto en su campo y a tratar de sacar diferencia rápidamente. Los primeros 20 minutos fueron todos para los de blanco, que se perdieron dos claras: una de Leonardo Castro, que la estrelló en el palo, y una de Falcao, que la tiró afuera cuando tenía todo para definir.
Pero algún taco se saltó, algún fusible se rompió, alguna cosa se desconectó en Millonarios cuando Nacional marcó el segundo gol en El Campín, ni siquiera con el primero. Los nervios acosaban. Pasto también, que se envalentonó y le puso dignidad al tema. Álvaro Montero atajó la más clara del primer tiempo, tras un remate de Santiago Tréllez.
En los últimos minutos de la primera etapa, Millonarios volvió a despertar y Falcao se perdió otro increíble antes del pitazo del juez José Ortiz.
Aunque Gamero mantuvo su idea inicial para el arranque del complemento, luego se desesperó y llenó la cancha de hombres de ataque. Primero, sacó a Juan Carlos Pereira, de pobre trabajo, y metió a Daniel Ruiz. Luego metió dos extremos, Jáder Valencia y Jhon Córdoba, y sacó a Mackalister Silva y a Carlos Sarabia. Y allí, el equipo perdió claridad.
En un último intento desesperado, el técnico sacó al otro lateral, Danovis Banguero, y metió a Santiago Giordana. Acabó con tres delanteros, dos extremos y dos creativos y con pocas opciones de anotar.
Entre el final del partido en El Campín y el del estadio Libertad hubo seis minutos en los que había 21 jugadores en el área del Pasto, los 11 locales y todos los de Millos menos Montero. Y a veces eran 22, porque el arquero azul se metió al área a buscar el cabezazo en un tiro de esquina. Pasto quemó tiempo y los balones se perdieron.
No pudo Millonarios. Tenía que hacer un gol. No lo hizo. Le queda un premio de consolación, la Copa Sudamericana. Por ahora, porque si Tolima es campeón, irá a fase previa de Libertadores. Pero pagó cara su falta de efectividad en el peor momento.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc