El empresario estadounidense Bryan Johnson, reconocido por invertir cerca de 2 millones de dólares anuales en un ambicioso proyecto antienvejecimiento, sorprendió a sus seguidores en redes sociales al compartir una imagen donde su rostro se ve severamente hinchado.
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La foto, que acompañó con una explicación detallada, revela que uno de los experimentos de rejuvenecimiento no dio los resultados esperados.
Johnson, quien dirige el proyecto denominado Blueprint, reconoció que la grasa facial es esencial para lograr una apariencia juvenil.
“Mi ingesta diaria de calorías se redujo de 2500 a 1950. Como resultado, adelgacé mucho y perdí mucha grasa, especialmente en la cara. Mis biomarcadores estaban mejorando, pero me veía delgada. La gente pensaba que estaba al borde de la muerte. No importaba lo buenos que fueran mis biomarcadores si no tenía grasa en la cara”, reveló el empresario, al referirse a cómo el adelgazamiento afectó su imagen.
Intento fallido con inyecciones de grasa ajena
Con el propósito de restaurar el volumen perdido, Johnson inició un nuevo programa al que denominó 'Baby Face'. Para esto, decidió inyectarse grasa de un donante, ya que su propio cuerpo carecía de la cantidad suficiente. Su equipo médico le administró una matriz extracelular derivada de grasa con la esperanza de estimular el crecimiento natural de la misma en su rostro.
Sin embargo, el resultado fue inesperado. “Inmediatamente después de las inyecciones, mi cara empezó a estallar. Y luego empeoró, y empeoró, y peor, hasta que ni siquiera pude ver. Fue una reacción alérgica grave”, detalló Johnson sobre el complicado episodio.
Después de siete días, el rostro de Johnson volvió a la normalidad. El empresario y su equipo decidieron volver al laboratorio, donde reformularon sus métodos y comenzaron a planear futuros experimentos en su búsqueda por revertir los signos de la edad. Johnson expresó: “Crear un producto es una cosa; ser el producto es una cosa totalmente distinta”.
Una búsqueda constante de rejuvenecimiento extremo
Esta no es la primera vez que Johnson lleva al límite su cuerpo en su intento de mantenerse joven. Recientemente, compartió en redes que se sometió a un procedimiento para reemplazar todo su plasma sanguíneo por albúmina, una proteína del plasma. “El equipo elimina todo el plasma de mi cuerpo y lo reemplaza con albúmina. Los objetivos de la terapia son eliminar las toxinas de mi cuerpo. La evidencia está surgiendo”, explicó Johnson en su publicación.
Este procedimiento, que consiste en hacer pasar la sangre por una máquina que filtra el plasma y lo sustituye con albúmina o plasma nuevo, forma parte de una serie de intervenciones a las que Johnson se somete. Además, el empresario ha intercambiado sangre con su hijo en un intento adicional por revitalizar su organismo.
El objetivo de Johnson es lograr que su cerebro, hígado, riñones, dientes, piel, cabello, pene y recto funcionen como cuando tenía 18 años. Su estilo de vida extremo y su compromiso para desafiar los efectos del envejecimiento han generado controversia, y algunos expertos médicos consideran que este esfuerzo representa una manifestación de su ansiedad frente a la mortalidad.
O Globo (Brasil) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo, y contó con la revisión de un periodista y un editor.