Para quienes viven con diabetes o tienen algún familiar afectado, los altos niveles de glucosa en la sangre representan una preocupación constante.
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Esta condición crónica, si no se maneja adecuadamente, puede derivar en serios problemas cardiovasculares, neurológicos, renales y oculares. Por ello, es crucial contar con información confiable que permita una mejor calidad de vida y reduzca los riesgos. A continuación, con la guía de una especialista en medicina interna, se exploran recomendaciones prácticas para contrarrestar sus efectos.
La diabetes ocurre cuando el cuerpo no puede trasladar el azúcar de la sangre a las células para ser almacenada o utilizada como energía, o cuando el hígado produce un exceso de glucosa.
Según Medline Plus, esta situación se presenta “por muy poca producción de insulina, resistencia a la acción de la insulina o ambas”. Existen dos variantes principales: la diabetes tipo 1, más común en niños y adolescentes debido a la destrucción de células productoras de insulina, y la tipo 2, que está asociada al sobrepeso y la obesidad.
Hábitos saludables para un paciente con diabetes
En las primeras etapas, los síntomas de la diabetes pueden ser difusos, como explica la doctora Alba Zuzunaga: “Los síntomas de esta enfermedad pueden ser difíciles de identificar al principio, ya que suelen ser difusos e inespecíficos, como fatiga, somnolencia o sed excesiva”.
Sin embargo, con el tiempo y cuando los niveles de glucosa son elevados, los síntomas se hacen más notorios, provocando aumento en la frecuencia urinaria, pérdida de peso sin explicación aparente y mareos. La doctora también advierte que una piel oscura en zonas como el cuello o las axilas puede ser señal de resistencia a la insulina, un precursor de prediabetes.
Para sobrellevar la diabetes, un aspecto clave es la dieta. La doctora Zuzunaga sugiere adoptar una alimentación variada, como la dieta mediterránea, que ayuda a controlar el peso y provee nutrientes esenciales. “Una dieta variada y equilibrada, como la dieta mediterránea, es ideal para prevenir la diabetes, ya que ayuda a controlar el peso y aporta nutrientes esenciales al cuerpo”. Recomienda incluir verduras, frutas frescas, proteínas magras y grasas saludables en las comidas.
Otro factor importante es la actividad física. La doctora aconseja al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico semanal, lo que equivale a 25 minutos al día, distribuidos en cinco días. Actividades como caminar, correr o el uso de elípticas pueden contribuir significativamente al bienestar del paciente. Además, propone ejercicios de fuerza muscular dos o tres veces por semana, con series de 8 a 10 repeticiones para cada grupo muscular, destacando su importancia en el control de la diabetes.
¿Por qué hacer un control adecuado de la glucosa?
“El control adecuado de la glucosa y la detección temprana de complicaciones son esenciales para mejorar la calidad de vida de los pacientes y prevenir enfermedades adicionales. La atención integral, además, juega un papel importante en el pronóstico a largo plazo”, subraya Víctor Noriega, endocrinólogo de la Clínica Anglo Americana.
Mantener la glucosa en niveles seguros es fundamental para evitar daños en vasos sanguíneos y órganos. El doctor también menciona que, gracias a tecnologías avanzadas como el monitoreo continuo de glucosa, ahora se puede realizar un seguimiento más detallado, lo que facilita decisiones personalizadas en el tratamiento.
Cuando la diabetes no es controlada, el exceso de glucosa impacta directamente en los órganos a través de los vasos sanguíneos, especialmente en los riñones y los ojos. A su vez, el daño cardiovascular se relaciona tanto con el deterioro de los vasos sanguíneos como con la hipertensión y la dislipidemia. “Estos factores se potencian entre sí, aumentando significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares”, puntualiza Noriega.
¿Qué es el 'plato saludable' para los pacientes con diabetes?
Mantener el equilibrio en las comidas es esencial para que los niveles de glucosa no se disparen. El método del “plato saludable” consiste en dividir el plato en tres partes: la mitad debe estar compuesta por vegetales, un cuarto por proteínas magras como pollo o pescado, y el último cuarto por granos enteros, como arroz integral o quinua. Este enfoque garantiza un suministro adecuado de nutrientes sin desestabilizar los niveles de glucosa en la sangre.
Por su parte, Alberto Nicho, nutricionista asociado con Ajinomoto del Perú, destaca que reducir la ingesta de azúcar es esencial para quienes padecen diabetes. El consumo de azúcar en diversas fuentes debe limitarse para mantener niveles adecuados de glucosa, recomienda. Además, advierte sobre el uso excesivo de sal, ya que puede empeorar la función renal, un riesgo añadido en la diabetes.
SANDRA MORALES
El Comercio (Perú) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por El Comercio, y contó con la revisión de la periodista y un editor.