La representante a la Cámara Martha Alfonso, quien fue ponente de la reforma de la salud del Gobierno que se hundió en abril del presente año, habló con EL TIEMPO sobre la radicación del nuevo proyecto. Dice que conserva la esencia, pero se excluyeron temas claves relacionados con el talento humano.
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Por ahora, desconoce si será nuevamente coordinadora ponente, pero señala que le gustaría.
El viernes se radicó la reforma de la salud y hubo molestia de algunos sectores, que dicen que no se concertó. Además, que se radicó de "espaldas" al país y ni se convocó a la prensa a cubrir el acto. ¿Cómo arrancó esa nueva reforma?
El Gobierno tiene fuero, tiene su autonomía para presentar las iniciativas legislativas de su autoría cuando quiere y con quien quiera. Muchos hubiésemos querido estar allí, aunque en lo personal ni si quiera conocía el texto, no estuve en el proceso de concertación con las EPS, con agremiaciones. Eso lo digirió directamente el ministro de Salud, allí no fuimos invitados otros actores del Legislativo, o no que yo sepa. Pero en su autonomía el Gobierno radicó un proyecto de su autoría y lo hizo en el momento en que lo consideró pertinente. En eso uno no tiene que poner tanta tiza.
¿Se han dado los acercamientos para que usted vuelva a liderar el grupo de ponentes? ¿Ha hablado con el Gobierno?
No, no ha habido ningún acercamiento hasta ahora, pero como es mi disciplina, mi método de trabajo, ya estuvimos con todo nuestro equipo leyendo el texto, revisando cuáles eran las diferencias, estudiándolo, sea o no sea ponente, participaré de manera muy activa en este debate porque conozco el sistema, lo he estudiado, conozco la reforma. Ojalá pudiéramos ser coordinadores ponentes. Pero, si no, ahí estaremos al frente del debate.
¿Qué le pareció el texto?
Es un texto mucho más preciso, sencillo, resuelve varias inquietudes y temas polémicos que hicieron muy difícil el avance del debate en la pasada experiencia. El tema de UPC se aclaró, también las dudas sobre quién asume los contratos con los prestadores de servicio. Asimismo el tema del consejo nacional de salud, que era un cuestionamiento muy fuerte. Es un texto mucho más preciso, sencillo, conciso y, por tanto, también va a ser más fácil el trámite y el debate.
¿Cómo está el ambiente en el Congreso para este nuevo texto?
Empezaron a salir voces diciendo que no hubo concertación, que no fue un texto construido de manera colectiva. Creo que sí ha habido mucha concertación. El texto, desconociendo cómo fue el ejercicio que hizo el Gobierno para esta versión, resuelve varias inquietudes y cuestionamientos de agremiaciones, EPS, asociaciones de pacientes. Viene un texto con mayor respuesta a las inquietudes de distintos actores del sistema que se oponía. Pero, obviamente, no renuncia a lo que es la esencia a lo que es la reforma propuesta por el Gobierno porque, si renunciara a esto, para qué reforma. No se renuncia a eliminar la intermediación financiera, no se renuncia a recuperar y fortalecer la gobernanza pública desde el Estado, lo público, el sistema de salud como debe ser. No se renuncia a fortalecer la atención primaria para que sea la puerta de entrada del sistema sanitario en Colombia.
Entonces, ¿por qué cree que sigue la resistencia al proyecto?
Esos temas, que son los polémicos, jamás valor a lograr que quienes defienden el actual modelo de salud, la ley 100 y, sobre todo, quienes están detrás de los negocios de la salud en Colombia, que se han enriquecido en detrimento del acceso a servicios y de la calidad, no van a renunciar a defender este modelo y decir que es una mala reforma, no concertada, equivocada, porque afectamos sus intereses. Es un texto más acotado, preciso, que recoge respuestas a muchas de las inquietudes.
Pero qué le quedó faltando en este nuevo texto...
Se disminuye de manera muy importante todo lo referente al régimen laboral de los trabajadores de la salud, se reduce a instituciones de salud del Estado y a un artículo que entrega facultades extraordinarias al Presidente para que sea él quien defina o promulgue el régimen especial de los trabajadores de la salud. Se perdieron muchos elementos que estaban asociados a formación del talento humano en salud, aunque se mantuvo lo de las becas para pregrado y posgrado. También se sacó un elemento muy importante, una política muy importante de investigación, ciencia y tecnología e innovación en salud que estaba en el anterior texto. Supongo que el Gobierno pretende resolverlo a través del Conpes de reindustrialización farmacéutica que no le he visto mucho avance y salió desde octubre del año anterior. Salió un tema que me gustaba que democratizaba el asunto de los gestores farmacéuticos y en esta versión de la reforma sale completamente.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política