Marlon Pérez: así fueron sus últimas horas con vida antes de recibir el mortal ataque con arma blanca

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El país deportivo no sale del asombro frente a la noticia del asesinado del campeón mundial de ciclismo Marlon Pérez, quien perdió la vida tras un ataque con arma blanca en jueves en la noche en el Carmen de Viboral, Antioquia.

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Pérez fue campeón mundial juvenil de la prueba por puntos en el certamen que se realizó en Quito, Ecuador, en 1994, ganó seis etapas de la Vuelta a Colombia, fue campeón de la Vuelta de la Juventud de 1998 y corrió tres veces el Giro de Italia.

Lo que se sabe

Las autoridades confirmaron que Pérez compartió en la tarde de ese jueves con una persona que es conocida con el alias de ‘Barbas’ y en el establecimiento en el que estaban se presentó una riña.

Marlon Pérez recibió una puñalada en el cuello, fue auxiliado por el cuerpo de bomberos, lo llevaron al hospital, pero falleció.

Las autoridades han recogido varios testimonios y advierten que todo se originó en esa reunión y en medio del consumo de licor.

De igual manera, se conocieron más testimonios de personas que compartieron con él en los últimos momentos con vida.

El exciclista vivía en La Ceja en los últimos meses, pero ese día fue al Carmen de Viboral, a 50 kilómetros de Medellín.

Se asegura que el incidente se presentó en la parte vereda de la zona conocida como Villas de Asón, en donde se encuentran unas canchas de fútbol.

“Nos sentimos inconsolables. Mis hermanos y yo estamos muy tristes por lo que pasó. No merecía morir como pasó”, dijo a RCN televisión su hermana, Alejandra Pérez.

El instante

El capitán de los bomberos de la población, Caled Gutiérrez, señaló que llegaron al sitio de los acontecimientos y encontraron a una persona herida.

“Encontramos a un paciente con una herida en el cuello, muy profunda, abierta. Los muchachos lo recogieron y lo llevaron al hospital”, contó Gutiérrez.

El cuerpo de Marlon Pérez fue internado en el hospital San Juan de Dios, a donde llegó desangrado y no se le pudo salvar la vida.

“Llegó sin signos vitales y fue llevado a la sala de reanimación, pero ya no había nada que hacer”, señaló Sandra Uribe, empleada del hospital.