Comenzó muy joven en el mundo de la interpretación y ahora Diego Luna, de 45 años de edad, combina perfectamente sus facetas como productor, director y actor. Su nombre ya forma parte de la franquicia Star Wars, lo que le ha traído reconocimiento a nivel global y lo ha llevado a convertirse en uno de los artistas mexicanos con mayor trascendencia internacional.
Una infancia en el teatro
Diego Luna nació entre bambalinas. Hijo del escenógrafo Alejandro Luna y de la vestuarista Fiona Alexander, creció en un entorno artístico donde el telón, el patio de butacas y el cuadro actoral formaban parte de lo cotidiano.
La pérdida de su madre en un accidente de coche, cuando tenía solo dos años, marcó profundamente su infancia. Su padre, sin muchas posibilidades de conciliación, llevaba al pequeño Diego siempre consigo, por lo que sus primeros amigos también formaban parte del mundo del teatro. Así conoció a Gael García Bernal, también hijo de actores, una amistad duradera y fructífera, ya que ambos han alcanzado el éxito internacional en una carrera prácticamente conjunta.
La probabilidad de que Diego Luna se dedicara al espectáculo era muy alta y se hizo realidad muy pronto, primero con alguna incursión en las tablas y después en televisión. Su primer éxito llegó cuando tenía 13 años con la telenovela El abuelo y yo, de Televisa. Dos años después, tomó la decisión de dedicarse profesionalmente a la interpretación y lo hizo de la mano de quien se convertiría en su mentor, el gran dramaturgo Luis Tavira. A partir de ahí, su vida artística comenzaría a ascender de forma imparable.
Carrera meteórica
Diego Luna acababa de cumplir 18 años cuando rodó, junto a su amigo Gael García Bernal y la actriz española Maribel Verdú, la película que lanzaría su nombre a nivel internacional. Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón (2001) compitió en el Festival de Cine de Venecia y los dos actores amigos fueron galardonados con el Premio Marcelo Mastroianni al Mejor Actor Revelación. La película, además, consiguió el Premio al Mejor Guion Original y fue nominada también en esta misma categoría en los Óscar de 2003.
A partir de este reconocimiento, los nombres de Diego Luna y Gael García Bernal entraron a formar parte de la industria cinematográfica mundial. Esta película no solo lanzó a los dos actores, sino también a su director, Alfonso Cuarón, y el film acabó convirtiéndose en ícono del Nuevo Cine Mexicano, al que también pertenecen otros cineastas consagrados como Guillermo del Toro o Alejandro González Iñárritu.
Tras el éxito con Alfonso Cuarón, las puertas de Hollywood se abrieron para este intérprete. Llegó Frida (Julie Taymor, 2002), donde compartió rodaje con Salma Hayek, quien protagonizaba la historia de la genial pintora mexicana. Pero también Open range (Kevin Costner, 2003) y La terminal (Steven Spielberg, 2004).
También ha trabajado para grandes talentos del cine indie, en películas como Mi nombre es Harvey Milk (Gus Van Sant, 2006) y Mister lonely (Harmony Korine, 2007). O en uno de los papeles que celebró especialmente, para la película de uno de los grandes cineastas de todos los tiempos, Día de lluvia en Nueva York (Woody Allen, 2019).
Diego Luna Foto:@sw_holocron / X
Un héroe rebelde
Pero si existe un fenómeno cinematográfico global, es Star Wars, y a este universo lejano también ha sido invitado Diego Luna. Él ha manifestado que, como otros niños, jugaba a ser un personaje galáctico a sus 6 años; unos cuantos años después, ha vuelto a serlo, esta vez ante millones de espectadores, al darle vida a Cassian Andor, el huérfano procedente de un planeta minero abandonado que acaba rebelándose ante el mismísimo Imperio. Luna ha sido el primer actor latino protagonista en la franquicia Star Wars.
Rogue one, de Gareth Edwards (2016), es considerada la primera película autónoma de Star Wars Anthology. Es decir, cuenta una historia inspirada en el universo Star Wars, pero se puede disfrutar sin conocer ninguna de sus trilogías. Considerada por los críticos como una película más madura que las anteriores de Star Wars, cuenta la rebelión contra el Imperio galáctico a partir del robo de los planos de la Estrella de la Muerte, el arma más poderosa de la saga. Cassian Andor es uno de los integrantes de este grupo rebelde y su singular personalidad ha merecido una serie aparte.
En su primera temporada, estrenada en 2022, Andor mostró a los espectadores el origen de la resistencia contra el Imperio. La historia de esta serie es la de un desheredado de la Tierra, un olvidado que, unido a otros semejantes, decide plantarle cara al poder. Esto conlleva una reflexión sobre la justicia social que a Diego Luna no le resulta ajena.
El actor mexicano, junto a Gael García Bernal, fundaban en 2018 la productora La Corriente del Golfo para presentar historias de importante contenido social. Terreno conocido para ambos, ya que su faceta de productores la habían iniciado 14 años antes con Canana Films. En el comunicado que lanzaron para explicar las intenciones de La Corriente del Golfo, manifestaban: “En esta compañía haremos los proyectos que venimos haciendo y los que emprendamos en un futuro, junto con la participación de varias personas más con las que compartimos una profunda amistad y un fuerte ímpetu de mejorar el mundo en que vivimos”.
Ahora Disney+ estrenó, el 22 de abril, la segunda temporada de Andor, la historia de alguien que luchó, junto a otros olvidados, contra la opresión. En esta segunda parte, que ya han anunciado que será la última, se desvelará la historia de Cassian y de cómo, siendo un donnadie, acabó convirtiéndose en un rebelde y, finalmente, en un auténtico héroe contra el Imperio.
CARMEN JIMÉNEZ
EFE Reportajes