Después de un año de la trágica muerte de dos de los tres chimpancés que habitaban en el bioparque Ukumarí de Pereira, y tras varios trámites finalmente el Gobierno de Brasil dio el visto bueno para que Yoko, el último gran simio que vive en cautiverio el Colombia, pueda ser trasladado a un santuario de ese país suramericano.
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La senadora Andrea Padilla reveló a través de sus redes sociales que el Ministerio de Ambiente de Brasil finalmente dio aval para que el santuario Sorocaba, donde hay otros 50 chimpancés rescatados, pueda recibir a Yoko.
“En noviembre de 2023, la Corporación Autónoma de Risaralda contactó al Ibama, que es el Ministerio de Ambiente de Brasil, para solicitar una carta oficial en la que aceptaran la recepción de Yoko, pero el Ibama entró en huelga lo que dilató el procedimiento, así que en mayo de este año contactamos a la embajada de Brasil en Colombia para pedirle que nos ayudara a agilizar el trámite y finalmente el 28 de agosto nos respondieron que el Ibama dio el sí”, dijo la congresista.
Pero este proceso debe completarse con la aprobación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia
“Ahora falta que llegue esa carta oficial (del Ibama) al Ministerio de Ambiente de Colombia. En este momento la pelota está en la cancha del Ministerio (colombiano) que es la expide el permiso de exportación Cites para que Yoko pueda viajar, así que le hicimos una solicitud a la Procuraduría para que amadrine este proceso para ponerle un poco de presión al Ministerio y que expida rápidamente este documento”, agregó Padilla.
No obstante, la parlamentaria alertó por una posible propuesta de traer a otro chimpancé desde Argentina a Colombia para acompañar a Yoko.
“Hay una intención un poco oscura para que Yoko no viaje al santuario y en vez de ello traigan un chimpancé probablemente desde Argentina a Colombia, es decir, no liberar a uno sino encerrar a dos, absurdo, nos vamos a oponer y esperamos que el Ministerio Ambiente con celeridad expida el permiso para que este mismo año Yoko pueda disfrutar con sus congéneres”, dijo la senadora.
Si Yoko es trasladado a Brasil, Colombia podría convertirse en el primer país en América Latina sin grandes simios en cautiverio.
Este chimpancé tiene aproximadamente 41 años y creció como un miembro más de la familia de un extinto narcotraficante que vivía en Pereira. Luego fue rescatado en la frontera con Venezuela y estuvo varios años en el refugio Villa Lorena en Cali.
Yoko se acostumbró a distintas excentricidades que, desde hace algunos años, cuando ingresó al Ukumarí, intentan retirarle progresivamente. No estuvo en el mismo hábitat con Pancho y Chita, los chimpancés que fueron abatidos por la fuerza pública después de que escaparan del Ukumarí en julio del año pasado, ya que Pancho tenía comportamientos más salvajes y se hostigaban.