La Ciudad Perdida del Dios Mono, también conocida como Ciudad Blanca, es un asentamiento antiguo descubierto en la selva de la Mosquitia, en Honduras.
Investigaciones recientes revelaron su enorme valor arqueológico y biológico, pero también señalaron que este patrimonio enfrenta graves amenazas debido al avance de la ganadería intensiva y la agricultura indiscriminada.
Aunque el sitio fue declarado área protegida en 2015, su preservación sigue siendo un desafío urgente.
La Ciudad Perdida del Dios Mono, también conocida como Ciudad Blanca, es un asentamiento antiguo descubierto en la selva de la Mosquitia, en Honduras.
Un descubrimiento oculto por siglos
La selva tropical de la Mosquitia alberga los restos de la Ciudad Perdida del Dios Mono, un asentamiento que permaneció oculto durante siglos.
En 1920, el aviador Charles Lindbergh divisó desde el aire estructuras que recordaban edificaciones mayas, pero las expediciones posteriores fueron infructuosas debido a la densa vegetación y la geografía hostil.
No fue sino hasta 2015 que un equipo de arqueólogos británicos, según reportó 'The Independent', logró acceder por vía aérea y explorar los vestigios de esta civilización perdida.
Hallazgos arqueológicos significativos
Durante la expedición de 2015, el equipo halló una serie de artefactos excepcionales, entre ellos una escultura de un hombre jaguar y diversas herramientas de trabajo.
Estas piezas, conservadas intactas por aproximadamente mil años, ofrecieron pistas sobre la vida y costumbres de la población que habitó la zona.
La ausencia prolongada de actividad humana convirtió a la Ciudad Blanca en un refugio natural para numerosas especies de flora y fauna.
Un santuario de biodiversidad único
Con el objetivo de estudiar la biodiversidad de la región, Conservación Internacional organizó un Programa de Evaluación Rápida (RAP) que reunió arqueólogos, biólogos y otros especialistas.
Los investigadores documentaron 246 especies de mariposas y polillas, 30 especies de murciélagos y 57 especies de anfibios y reptiles. De estas, 22 especies no habían sido registradas previamente por la comunidad científica.
Qué secretos esconde la Ciudad Perdida del Dios Mono, en la selva de Honduras Foto:: The Nature Conservancy
Entre los descubrimientos destaca la rana de cristal, rara vez observada, y la salamandra gusano, una especie en peligro de extinción.
Amenazas al ecosistema
A pesar de su importancia ecológica y arqueológica, el área enfrenta serias amenazas. El avance de la ganadería intensiva y la agricultura indiscriminada pone en peligro la integridad de este ecosistema prístino, declarado área protegida en 2015.
El director del RAP, Trond Larsen, subrayó que "la Ciudad Blanca es una de las pocas zonas que quedan en Centroamérica donde los procesos ecológicos y evolutivos permanecen intactos". Además, advirtió que preservar esta región es esencial para la conectividad del paisaje y la persistencia de la biodiversidad a largo plazo.
Un llamado a la conservación
La región, de aproximadamente 10.000 metros cuadrados, alberga especies que se creían extintas, como el murciélago de cara pálida, la serpiente coral de árbol falso y el escarabajo tigre.
La riqueza y abundancia de especies amenazadas refuerzan la necesidad de conservar la Ciudad Perdida del Dios Mono como prioridad biológica y cultural para Centroamérica.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.