A pesar de que S&P Global mantuvo la calificación de Colombia en BB+ con perspectiva estable, la agencia asegura que el país enfrenta “crecientes” desafíos fiscales que podrían llevar a una rebaja de la nota.
“Podríamos bajar las calificaciones durante los próximos 12 meses si el gobierno no logra reducir su déficit fiscal, lo que derivaría en un nivel de deuda neta superior al 60 por ciento del producto interno bruto (PIB)”, asegura.
Además, considera que los niveles consistentemente bajos de inversión también podrían llevar a un crecimiento menor al previsto, lo que agregaría mayor presión indirecta al déficit fiscal y a la carga de deuda del país.
Según la calificadora, un presupuesto expansionista, una creciente carga de intereses, una sentencia “adversa” sobre la prohibición de deducir regalías petroleras y supuestos de ingresos excesivamente optimistas derivaron en un deterioro fiscal significativo en el 2024.
En total, estiman que el déficit del gobierno general de Colombia fue de -5,4 por ciento del PIB en 2024 en comparación con el -2,3 por ciento en el 2023.
Sin embargo, S&P admite que una combinación de mayor crecimiento que respalde una recuperación moderada de los ingresos fiscales y recortes del gasto destinados a cumplir con la regla fiscal debería permitir una pequeña consolidación fiscal en el periodo 2025-2026.
La agencia también proyecta que el déficit de cuenta corriente se estabilizará por debajo del 3 por ciento del PIB entre 2025 y 2028, lo que refleja principalmente mayores remesas, así como fuertes exportaciones del sector servicios (principalmente turismo y servicios corporativos).
“Se espera que el déficit de cuenta corriente se fondee principalmente con inversión extranjera directa, lo que ayudará a reducir la deuda externa neta para que continúe disminuyendo hacia el 110 por ciento de los ingresos en cuenta corriente en 2028”, se puede leer.
Frente a la inflación, augura que se sitúe dentro del objetivo del Banco de la República del 3 por ciento para finales de este 2025. “Esperamos que la junta directiva renovada continúe con una política cautelosa para anclar las expectativas de inflación”, aseguran.
Paquete de reformas
Respecto a las reformas, la calificadora S&P Global asegura que la “ambiciosa” agenda del presidente Gustavo Petro ha encontrado la oposición de gran parte de los líderes políticos tradicionales y que el Congreso ha rechazado “importantes” piezas legislativas durante los últimos 12 meses, como la reforma a la salud y la tributaria, así como el presupuesto para el año fiscal 2025.
Entre otros, afirma que la reforma pensional es el logro más significativo de Gobierno. Si bien admite que esta amplía la cobertura de las pensiones, dice que no toca las variables paramétricas del sistema de jubilación y que aumentará las presiones fiscales a largo plazo.
Adicional a ello, indica que la reforma del Sistema General de Participaciones (SGP) aumentará significativamente la proporción de los ingresos fiscales del gobierno central, del 27,6 al 39,5 por ciento.
“La reforma puede aumentar moderadamente el déficit fiscal del gobierno general en el futuro, pero el impacto dependerá de cómo se implemente la ley de competencias de gasto”, dice.
Incertidumbre por la seguridad
Frente a la seguridad del país, S&P dice que aumenta la incertidumbre interna y limita las perspectivas de crecimiento económico. En concreto, estima que Colombia registrará un crecimiento del 1,7 por ciento en el 2024 y que el crecimiento del PIB real per cápita promediaría el 1,7 por ciento durante el período 2024-2027.
Este estaría impulsado principalmente por un consumo privado “resistente”, apoyado por tasas de interés internas y globales más bajas que incentiven el crecimiento del crédito, así como por una inflación en descenso y un mercado laboral que sigue fortaleciéndose.
En concreto, sobre la declaratoria del “estado de conmoción interior” por la situación de la región del Catatumbo, en el Norte de Santander, afirma que la actual crisis probablemente “aumentará las presiones fiscales de Colombia y podría limitar el crecimiento del PIB”.
“Es probable que la confianza de los inversores siga siendo débil durante los próximos años. La inversión se recupere muy lentamente, con la inversión fija real recuperando el reciente récord de 2022 hasta 2027”, indica.