'Los primeros 100 días de Donald Trump han llevado a Estados Unidos al borde del autoritarismo', ¿qué viene?

hace 13 horas 84

Pese a que se daba por descontando que la segunda presidencia de Donald Trump iba a ser diferente y más polémica debido a que a diferencia de su primer paso por la Casa Blanca, entre 2017 y 2021, en esta ocasión llegó a la Oficina Oval armado con el claro mandato que le otorgó su victoria en las elecciones de noviembre del año pasado y en control absoluto del partido republicano, lo que nadie anticipó, al menos no propiamente, fue lo radical y extremo que serían sus primeros 100 días en el poder, que se cumplen el próximo miércoles.

Desde que asumió la presidencia, el pasado 20 de enero, Trump ha encabezado una verdadera revolución que se ha llevado por delante veneradas instituciones, décadas de alianzas internacionales y hasta la estabilidad de la economía global.

Y, quizá, el tema más complejo es que ha puesto a temblar los mismos cimientos de la democracia estadounidense apropiándose de poderes que le correspondían al Congreso, como el presupuestario, y desafiando abiertamente hasta las decisiones del poder judicial cuando le han sido contrarias.

594x450

El presidente de EE.UU., Donald Trump, con un decreto recién firmado. Foto:SAUL LOEB / AFP

“Los primeros 100 días del presidente Trump han sido un duro golpe para la democracia y han llevado a Estados Unidos al borde del autoritarismo. Si bien Estados Unidos es la democracia vigente más antigua del mundo, sigue siendo frágil”, le dijo a EL TIEMPO Gaby Blanco, del Centro para el Progreso Americano.

Blanco destaca que “los próximos 100 días de la presidencia de Trump serán cruciales para determinar si el Congreso, los tribunales y la sociedad civil, junto con todos los estadounidenses, utilizarán su poder colectivo para frenar la agresiva marcha de Trump hacia la construcción de una presidencia imperial”.

Y es que muchos expertos ya hablan de una crisis constitucional inédita en la historia moderna de Estados Unidos que preocupa incluso a voces conservadoras.

“La conducta de este Gobierno amenaza con reducir el Estado de derecho a la anarquía y empañar los mismos valores que los estadounidenses de diversas opiniones y convicciones siempre han defendido", decía recientemente el magistrado Harvie Wilkinson, que fue nombrado por el expresidente Ronald Reagan y quien es posiblemente el jurista conservador más influyente fuera de los que componen la Corte Suprema de Justicia.

Los primeros 100 días del presidente Trump han sido un duro golpe para la democracia y han llevado a Estados Unidos al borde del autoritarismo

Gaby BlancoCentro para el Progreso Americano.

Las decisiones más polémicas de Donald Trump

El vendaval de decisiones que viene tomando Trump arrancó desde su primer día de Gobierno y no han parado desde entonces.

A la fecha, ha emitido 137 órdenes ejecutivas, 36 memorandos y otras 39 proclamaciones que van desde una declaratoria de emergencia nacional para combatir la “invasión de migrantes” y otra económica por “prácticas comerciales injustas”, hasta algunas más bien banales, como la que firmó en días pasados para restablecer los niveles de presión del agua en los hogares de los estadounidenses.

Elon Musk

Elon Musk, encagado del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Foto:@cb_doge/X

En una entrevista reciente concedida a la revista 'Time', Trump afirmó que lo único que estaba haciendo era cumplir con las promesas que hizo durante la campaña y que lo llevaron a la Casa Blanca.

Lo cual, en cierto sentido, es cierto. En particular lo relacionado con su promesa de cerrar la frontera y deportar a millones de indocumentados. Pero, también los embates contra las políticas de diversidad, equidad e inclusión, y de transformar radicalmente el rol de Estados Unidos en el mundo por uno más aislacionista y enfocado en su idea de América Primero.

Lo controvertido es la manera como lo viene implementando.

El presidente, por ejemplo, suspendió toda la ayuda internacional, pese a que ese poder le corresponde al Legislativo, y ha venido cerrando todo tipo de instituciones creadas por el Congreso, como el Departamento de Educación, la Agencia para la Ayuda Internacional (Usaid), el Instituto para la paz, el Wilson Center, la Voz de América y muchos otras entiendades.

A la fecha, y de la mano del magnate Elon Musk, ha destituido a más de 100.000 empleados de la fuerza federal ignorando las protecciones laborales con las que cuentan y ha eliminado entidades de control público -o despedido a sus líderes- pese a que son independientes y cualquier cambio requiere de la autorización del Congreso.

Y, más recientemente, el mandatario la ha emprendido contra universidades privadas, como Harvard, a las que les retiró cientos de millones de dólares en aportes públicos como castigo por no aceptar una serie de recomendaciones que fueron vistas como intervención estatal.

Guantanamo

Migrantes deportados a Guantánamo, Cuba.  Foto:DHS / AFP

Migración, un espinoso tema

En el plano migratorio, al menos en lo que tiene que ver con la frontera, Trump ha sido tremendamente exitoso.

De hecho, desde hace más de un mes el flujo de ilegales virtualmente desapareció, en gran parte, como consecuencia de su decisión de suspender las solicitudes de asilo o refugio y el envío de más de 10.000 militares que hoy patrullan la zona.

Pero su campaña se ha extendido a otros frentes que han generado más polémica.

Trump no solo ha venido expulsando a todos lo que están ilegalmente en el país y ya con órdenes de deportación, sino incluso a aquellos que tenían un estatus legal, como los cientos de miles de haitianos, venezolanos, cubanos y nicaragüenses con permiso humanitario o los que contaban con un Estatus de Protección Temporal (TPS), que se les canceló.

Tampoco se han salvado personas con visas válidas, como estudiantes extranjeros o residentes permanentes, a los que ahora se persigue por expresar opiniones que sean contrarios a los intereses de EE. UU.

Incluso, Trump desató una tormenta hace tres semanas cuando deportó a El Salvador a casi 300 venezolanos, que acusa de ser miembros del Tren de Aragua, invocando una ley con más de 200 años de antigüedad sobre enemigos extranjeros.

Aunque el uso de la norma está siendo revisada por las cortes -pues supone que EE. UU. está en guerra o siendo invadido por otro país- la decisión de expulsarlos sin ofrecer las garantías mínimas del debido proceso, lo llevó a un fuerte enfrentamiento con las cortes y a la intervención del máximo tribunal, que la semana pasada le pidió detener este tipo de deportaciones.

AFP

Presuntos miembros del Tren de Aragua en el Centro de Reclusión de Terroristas (CECOT). Foto:AFP

Algo similar se está viendo en otros frentes, donde cortes federales y estatales, han frenado transitoriamente muchas de las decisiones del presidente por considerarlas inconstitucionales. De hecho, en solo tres meses de Gobierno ya se han elevado más de 150 demandas que avanzan ante el sistema judicial.

Lo delicado -y de allí los temores sobre una crisis constitucional- es que en muchos casos la administración Trump está haciendo caso omiso a los dictámenes de las cortes.

Las decisiones de Trump con efectos mundiales

Si internamente los primeros 100 días de Trump han sido caóticos, en el terreno internacional los movimientos han sido telúricos. Y que van desde sus amenazas de anexarse a Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá, hasta la profunda ruptura con Europa y su alineamiento con Rusia en la guerra con Ucrania.

Pero, sin duda, nada tan disruptivo como la guerra comercial que desató hace pocas semanas al anunciar la imposición unilateral de aranceles a todos los países del mundo y que cuyo impacto aún se está sintiendo en los mercados financieros.

Si bien Trump terminó reculando parcialmente -eliminó los aranceles adicionales a más de 60 países-, los que permanecen del 10 por ciento y la disputa comercial con China tienen al mundo en ascuas ante la posibilidad de una recesión planetaria que ya predicen tanto expertos como entidades multilaterales como el Fondo Monetario Internacional.

Esta semana, el presidente abrió la puerta para una posible negociación con Pekín, pero la volatilidad de sus decisiones sigue siendo la causa de inmensa incertidumbre.

Montaje con fotos de AFP

Las bolsas tambalean tras tensión comercial entre Estados Unidos y China. Foto:Montaje con fotos de AFP

¿Hasta dónde llegará Trump con su agenda? Nadie lo sabe. Muchos expertos creen que estos primeros 100 días representan el pico de su poder y ven en lo que sigue una fase más moderada.

No por diseño o preferencia, sino por el impacto de sus decisiones entre la población, un juez natural ante el que sí tiene que responder.

Aunque han sido marginales, los republicanos han encajado varias derrotas electorales en algunos estados del país a lo largo de este último mes y, lentamente, está creciendo una ola de oposición que se expresa en manifestaciones públicas y encuestas de opinión.

La disputa comercial con China tienen al mundo en ascuas ante la posibilidad de una recesión planetaria

Y es que, con motivo de estos 100 primeros días, ya varias entidades han publicado sondeos que no son halagadores y reflejan malestar. Según la del Pew Center, solo el 40 por ciento de los estadounidenses aprueba la gestión de Trump, la marca más baja que obtiene un mandatario para este momento de su presidencia. El 59 por ciento, de hecho, se opone a sus políticas económicas e imposición de tarifas arancelarias.

En otra muestra de Fox, que se supone le es favorable, el 60 por ciento critica su manejó económico, mientras un 44 por ciento aprueba su gestión como presidente.

Aunque Trump siempre ha sido polémico, estos altos niveles de rechazo -pero sobre todo los relacionados con el creciente costo de vida y la inflación, su carta más fuerte en las pasadas elecciones, podrían minar un poder que hasta ahora ha sido absoluto.

SERGIO GÓMEZ MASERI

Corresponsal de EL TIEMPO

Washington

Leer Todo el Artículo