La relación entre el presidente Gustavo Petro y el Congreso quedó sensiblemente afectada tras el hundimiento de la ley de financiamiento o reforma tributaria. Lo ocurrido en la sesión del miércoles y las posteriores reacciones dejaron marcas en ambos sectores. Y es que puede decirse que es la derrota más dura que ha sufrido la actual administración en el Legislativo. Así lo evidencian las reacciones del mandatario y su gabinete tras el archivo.
Ni siquiera cuando se negó la reforma de la salud, el presidente Petro tuvo tan duros comentarios como los que profirió en la jornada del jueves. Primero fue en redes sociales y luego las descalificaciones llegaron a la tarima. “Maldito el parlamentario que a través de las leyes destruye la prosperidad de su propia tierra, de su propio pueblo”, fue uno de los muchos comentarios que lanzó Petro en contra del Congreso en un discurso en Barranquilla.
El presidente Gustavo Petro. Foto:Vanexa Romero/ET
Horas después, en un discurso en Cartagena, fue más allá: “La relación del Gobierno con las comisiones económicas ha finalizado. Ellos verán si aprueban presupuestos o créditos; por nuestra parte, asumiremos las consecuencias”. Lo dicho por el mandatario generó dudas sobre qué implicaba ese “rompimiento de relaciones”, nunca un Presidente se había pronunciado en tal sentido. Sin embargo, el mandatario no entró a especificar de qué trataba esa postura.
Todo esto tuvo respuestas inmediatas por parte de los congresistas, que salieron a defenderse ante las duras palabras. “Presidente, le exijo respeto por el Congreso de la República, somos una rama del poder público igual que el ejecutivo. Deje de amenazarnos y descalificarnos cuando sumisamente no aprobamos todo lo que a usted se le ocurre. No puede ser que insulte y desacredite al que no está de acuerdo con usted. Yo no coincido con usted en muchas cosas y jamás lo he insultado”, dijo Efraín Cepeda, presidente del Senado.
Los liberales en conjunto sacaron un comunicado en rechazo a lo que dijo el mandatario colombiano. “No trataremos de maldito al gobernante que por sus ideas diferentes y creencias pasajeras lleve a Colombia al retroceso, lo cuestionamos y lo derrotaremos en democracia”, dijo el partido liderado por César Gaviria. Luego le pidieron respeto “por la rama legislativa y por las posiciones e ideas de nuestros congresistas”.
¿Hasta dónde llega?
Más allá de las especulaciones sobre a qué se refería Gustavo Petro y el intercambio de mensajes pidiendo moderación, lo ocurrido en los últimos días ha demostrado que el Congreso actualmente se encuentra en un momento enrarecido en su relación con el Ejecutivo. Pero no es claro qué va a pasar en el futuro y si este va a ser el tono que se tenga de aquí en adelante.
Diego Guevara y Alexander López tras el archivo de la tributaria Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
Sin esa claridad, los congresistas consultados por EL TIEMPO apuntan que el Gobierno no puede olvidar el orden institucional de Colombia. "El gobierno se puede poner bravo pero la necesidad del Congreso sigue existiendo. Debe tramitar sus proyectos por esta vía”, recordó la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático.
Por su parte, la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, también apuntó que la postura presidencial deja más preguntas que respuestas. “¿Romper relaciones implica que quiere que nos salgamos de las plenarias, que no votemos los proyectos del gobierno como el de reforma agraria, el de jurisdicción agraria, la reforma a la justicia?”, cuestionó la senadora, que a renglón seguido recordó que las ramas del poder son independientes, pero deben regirse por la colaboración armónica.
En esa línea le recordó al Presidente que en abril de nuevo tiene que recurrir a las Comisión Económicas, pues en ese mes debe presentar el primer borrador del presupuesto para 2026. En esa línea cuestionó si buscará saltarse lo que está expreso en la ley. “Si dice ahora que rompe relaciones con las comisiones económicas ¿quién va a cumplir esa función?”, señaló Lozano, que concluyó pidiéndolo mayor ponderación al gobierno Petro, pues el Congreso solo cumplió con su función de aprobar y negar leyes.
De esta forma, es probable, basado en esas observaciones, que lo dicho por el primer mandatario solo sea una reacción al calor del momento y que pronto se vuelvan a intentar tender los puentes que le han granjeado importantes éxitos en el último tiempo. “Las relaciones se rompen y se recomponen hay que seguir generando consenso (…) hay que seguir generando espacios de diálogo”, dijo Juan Fernando Cristo, ministro del Interior, al ser cuestionado por la postura del presidente Petro de romper con las económicas.
Celebración de la oposición tras hundimiento de la tributaria Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
Analistas apuntaron que el Gobierno debe tener cabeza fría. “No debe hacerse un drama o escándalo. Es una mala reacción porque todas las iniciativas deben pasar por las económicas”, dijo Jorge Iván Cuervo, analista y profesor de la Universidad Externado. En un sentido similar se manifestó Patricia Muñoz, directora de posgrados de ciencias políticas de la Universidad Javeriana: “Hay momentos de tensión típicos de ese archivo. En Aras de poder avanzar con los proyectos del Ejecutivo, las relaciones deben pasar a terrenos más tranquilos”.
Ruptura total
No obstante, está la otra postura de que lo ocurrido esta semana es tan solo la antesala a una ruptura total. “Lo que podría parecer un impulso del presidente es sintomático de la inminente ruptura entre el gobierno y el Congreso”, indicó el analista Gabriel Cifuentes. Y es que no solo sería la mala relación con el Gobierno, que se viene dando desde hace más de un año, sino que a esto hay que sumarle el factor electoral de 2026.
Algunos consultados han dicho que tanto al Legislativo como al Ejecutivo les serviría mantener la pugnacidad entre sí. Por los lados del Gobierno, se estaría creando un chivo expiatorio al que echarle todas las culpas. “El presidente ha decidido ahondar en las diferencias con el congreso a quien culpa y seguirá culpando de las varias crisis que enfrenta el gobierno, aún cuando muchas de ellas hayan sido autoinflingidas”, resaltó Cifuentes, que apuntó que el Ejecutivo puede descargar sus responsabilidades en el voto negativo a la tributaria.
El presidente Gustavo Petro
. Foto:Vanexa Romero/ET
“Si el sistema de salud colapsa será por culpa del congreso que no aprobó su reforma. Si las ejecutorias se ralentizan será culpa del congreso por no haberle sacado su ley de financiamiento”, fue la observación de Cifuentes.
Por otro lado, al Congreso le interesaría en gran manera marcar distancia con el Ejecutivo con miras a las elecciones de 2026. “Se muestra que la campaña anticipada para las elecciones de 2026 afecta la relación del Ejecutivo y el Congreso. Consideran que dar mucho margen de maniobra al gobierno es contraproducente”, especificó el profesor Yann Basset, de la Universidad del Rosario.
Cuervo, que hizo énfasis en que los problemas de interlocución entre Petro y Congreso no son nuevos, indicó que las elecciones es un factor que termina complicando las relaciones. “Los congresistas no ven rentable darle el sí al proyecto”, indicó el experto.
La profesora Patricia Muñoz, de la Universidad Javeriana, se atrevió a vaticinar un escenario aún más distante que el de la actualidad. “Con la anticipación de la disputa electoral y las situaciones que se han vivido con algunos congresistas, muy probablemente las relaciones lleguen a una máxima tensión y haya una división declarada”. Basset retomó sobre este punto para señalar que se está llegando el momento en que el Ejecutivo debe pensar que su última etapa no se debe fundamentar en los proyectos aprobados sino en la ejecución.
JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO
Redacción política