Se cumplen 11 días desde que la señora Érika Medina no tiene información sobre el paradero de su hija Mariana de los Ángeles Arenas Medina, de 12 años
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La menor de edad fue vista por última vez el pasado domingo, 13 de octubre, cuando llegó al parque principal de Andes, Suroeste antioqueño, desde el corregimiento Tapartó, para acompañar a su progenitora a que cobrara el dinero por el que había estado trabajando durante toda la semana.
La señora Érika laboraba como agregada en una finca cafetera, donde era la encargada de preparar los alimentos para los trabajadores cafeteros. También era la responsable del estafetario, una tienda que hay en las fincas para que los andariegos puedan acceder a productos de primera necesidad o mecato.
Recuerda que la desaparición ocurrió entre las 10:30 y 11:00 de la mañana, después de que su pequeña hija fuera a comprar una ensalada de frutas y después se antojara de comer mango.
“Ella compró el manguito y volvió a decirme que la volviera dejar ir a comprar otro mango, porque ella siempre ha sido muy fanática al mango. Cuando la última vez que la niña me dijo que la dejara ir a comprar el maguito, yo la vi que fue hasta allá”, relata la mujer.
Mientras la niña compraba la fruta, agrega Medina, se concentró el recibir el dinero que le estaban entregando los trabajadores de la finca, por lo que la dejó de ver por unos instantes. Al terminar y no encontrarla en la zona, se fue con su esposo hasta la casa de una de familiar donde le dijeron que Mariana había estado un momento, pero ya se había ido.
“A mí me entró la angustia porque ella para irse para cualquier lado me pedía permiso Nos pusimos a buscarla por todo el parque, por la galería, por el sector donde había tanta gente y nada”, agrega.
Con el pasar de las horas y al ver que la niña no aparecía por ninguna parte, decidieron acercarse a las autoridades para denunciar lo que había pasado.
“Yo a mi hija la recuerdo como una niña alegre, que siempre se paraba por la mañana a darme picos, a decirme que me quería mucho. Eso es lo que me está matando”, acota la madre, y asegura que durante la primera semana de la desaparición, las autoridades estuvieron muy pendientes de ella y la llamaban con frecuencia, pero en los últimos días no ha recibido información sobre cómo avanza la búsqueda.
Sobre el caso de Mariana, el secretario de Seguridad y Justicia de Antioquia, Luis Eduardo Martínez, dice que la Fiscalía General de la Nación estaba al frente de la situación. “Inmediatamente la Fiscalía procedió a conformar un equipo investigativo que en este momento adelanta labores para dar con el paradero y los responsables de este hecho”.
La desaparición de Mariana se une a la de Kendall Stefany Arbeláez Castrillón, de 9 años, ocurrida el pasado 7 de julio de una finca ubicada en la vereda Brasil, en San Rafael, Oriente antioqueño.
La menor de edad estaba bajo el cuidado de su abuelo Conrado Castrillón, quien fue encontrado sin vida debajo de unas piedras muy cerca de su lugar de residencia.
Otro caso corresponde al de Elsy Carupia Pernía, de 12 años, una niña indígena del municipio de Dabeiba que desapareció el pasado 11 de julio.
Por su desaparición, un juez envió a la cárcel a Alexánder Mazo Cartagena, quien sería la última persona que fue vista con la menor.