Como si la presión por mantener la categoría no fuera suficiente, en las última semana se reactivaron las denuncias por posibles amaños de los partidos de la Liga, con uno de los equipos comprometidos por la permanencia, Envigado Fútbol Club, afectado directamente por los hechos.
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No es un tema nuevo y las denuncias vienen desde comienzos de año, cuando un dirigente de uno de los principales candidatos a bajar a la B, César Guzmán, de Patriotas, denunció a un jugador de su equipo por amaño de partidos.
“Sin duda, las apuestas han tenido influencia en el FPC. El equipo se ha visto permeado por bandas criminales en el tema de las apuestas acercándose a los jugadores. A nivel interno se tomaron las debidas determinaciones en la parte disciplinaria con las personas implicadas en este tema de apuestas”, dijo Guzmán, en marzo de este año, a Zona Libre de Humo.
Carlos Augusto Rivas fue separado del plantel y luego, la Dimayor, el pasado 16 de agosto, lo suspendió dos años, por corrupción.
"IMPONER al señor CARLOS AUGUSTO RIVAS MURILLO, con número de COMET 1790111, las sanciones descritas a continuación: a) sanción de inhabilitación para ejercer cualquier actividad relacionada con el fútbol por un período de dos (2) años, contados a partir de la ejecutoria de la presente providencia y b) sanción de prohibición de acceso a los estadios donde se dispute el fútbol profesional colombiano por un periodo de dos (2) años, contados a partir de la ejecutoria de la presente providencia, por incurrir en la infracción contenida en el artículo 99 del CDU de la FCF", dice la resolución de la Comisión Disciplinaria.
El jugador, según la investigación, hizo los contactos e intentó persuadir a algunos de sus compañeros para favorecer temas relacionados con las apuestas. El partido en el que ocurrió el hecho por el que sancionaron a Rivas se jugó el 25 de enero, cuando Fortaleza venció 2-0 a Patriotas. El delantero fue titular en ese encuentro y salió en el minuto 67.
Rivas habría ofrecido entre cuatro y cinco millones de pesos a cuatro de sus compañeros para provocar un número determinado de tiros de esquina y aseguró que el tema lo manejaba un presunto familiar suyo.
Tampoco se quedó callado el máximo accionista de Boyacá Chicó, Eduardo Pimentel, quien señaló directamente a la Comisión Arbitral y a la Federación Colombiana de Fútbol: “Amangualamiento de una Federación impávida, inerme y hasta cómplice, que ve cómo el fútbol se lo comen los corruptos y no hacen nada”, escribió en su cuenta de X.
Ahora, en la recta final de la lucha por la permanencia, Envigado investiga corrupción dentro de su plantel de jugadores. Ya uno de ellos, Leyder Robledo, fue denunciado ante la Fiscalía.
“Hemos alertado lo que está pasando en el interior del club, estamos haciendo una investigación interna, hoy recibimos declaraciones voluntarias de varios jugadores que dicen que han tenido llamadas e insinuaciones, no solo del partido contra Bucaramanga, sino partidos anteriores de más de un año”, dijo a Blu Radio Ramiro Ruiz, presidente de Envigado.
"Llamó a sus compañeros a insinuarles. Hicimos la comprobación interna y hay varios jugadores involucrados desde hace más de un año. Hemos identificado, que siempre se ratifica el mismo nombre pero hay otros que tenemos muchísima sospecha", precisó el dirigente.
El viernes, Fortaleza también denunció que a jugadores de su club les hicieron ofrecimientos para alterar el resultado de un partido de su equipo, que no fueron aceptados. La información fue entregada a Dimayor.
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO
Subeditor de Deportes
@josasc