Ser fuerte es una de las cualidades que más define a Laura Londoño. Esa fortaleza, que ha transmitido a través de sus icónicos personajes en la pantalla chica. Desde la inolvidable Gaviota en la nueva versión de Café con aroma de mujer, hasta su interpretación de Julia Escallón en La ley del corazón y Antonia en Manes, Laura ha demostrado su versatilidad actoral y su capacidad para conectar con el público. Su talento y autenticidad la ha consolidado como una de las actrices más queridas de su generación.
Esa misma fuerza la acompañó durante su etapa en España, un periodo lleno de aprendizajes, pero también de desafíos que pusieron a prueba su temple. A pesar de las dificultades, encontró una oportunidad para crecer. Ese proceso de superación la preparó para regresar a Colombia, donde ha retomado su carrera con éxito, explorando nuevos horizontes en las plataformas de streaming.
Pero esto no hubiese sido posible sin el apoyo de su familia, quienes han sido su mayor pilar y el motor que la impulsa. Para Londoño ellos no solo son su amuleto de buena suerte, sino también sus mejores consejeros para mantener la fuerza.
¿Cuál ha sido el consejo más importante que le han dado en su carrera?
Me los han dado mi papá y mi mamá, con frases que me han repetido desde que era muy pequeña. Las recuerdo como mantras que surgen en los momentos difíciles, en lo personal o en lo laboral. Frases como: ‘Hija, ponte límites y los tendrás’. Esto venía acompañado de la explicación: ‘Solo tú te puedes limitar, los límites no vienen de los demás, vienen de ti. Si te pones límites, los tendrás’.
Estuvo radicada en España, ¿cómo influyó esta experiencia en su vida?
Estuve todo el 2023 en España, fue una experiencia tremenda. Yo incluso me atrevo a comparar la experiencia de haber pasado por Masterchef con el hecho de ser mamá y yo sé que esos son palabras mayores y suena un poco atrevido, pero así lo siento, porque es algo indescriptible. Y es que te lo pueden explicar antes de participar, antes de ser mamá, y puedes escuchar mucho sobre el tema, pero realmente no lo llegas a dimensionar hasta que estás ahí. Fue una aventura maravillosa, llena de unión y trabajo en equipo, donde sentí a mi familia, a mi esposo y a mis hijas como un verdadero equipo. Sin ellos, no hubiera podido lograr lo que logré. Sin duda, es uno de los logros que más orgullo me ha dado en la vida, porque solo yo sé todo lo que viví para alcanzarlo.
¿Qué fue lo más difícil de estar lejos de Colombia?
Para mí, siempre ha sido la gente, especialmente la familia y los amigos. Puedes hacer amigos en muchos lugares, como fue mi caso en España, donde también encontré personas muy amables que me acogieron y cuidaron. Sin embargo, en general, sentía un poco de soledad. Estaba allí representando a Colombia y compitiendo con españoles que, en su mayoría (aunque afortunadamente no todos), preferían que ganara alguien de su país, no una colombiana. Sabía que había mucha gente apoyándome, incluso sin saber que lo hacía, porque yo no podía contar nada. Estaba sola y extrañaba a mi gente.
¿Tiene planes para volver a producir en Colombia o prefiere seguir con proyectos internacionales?
Vivo bien y amo profundamente este país. Recuerdo que cuando era más joven sentíamos que, para los actores, todo lo mejor sucedía en otros lugares del mundo, que había que irse para alcanzar oportunidades. Ahora, es evidente que en Colombia contamos con una industria audiovisual tremendamente fuerte. Somos excelentes en lo que hacemos, contamos grandes historias y tenemos mucho talento. Reconocer eso me motiva a seguir explorando aquí, no solo desde la actuación, sino también desde otros roles creativos.
En Manes, interpreta a Antonia, una joven que lucha contra el patriarcado. ¿Cómo se preparó para interpretar un personaje con un mensaje tan fuerte y actual sobre el empoderamiento femenino?
Yo soy una mujer que cree firmemente en apostar por todo, en que podemos serlo todo, que tenemos el permiso y el derecho de ser bonitas e inteligentes, pero también de ser feas, de salir a la calle pálidas y con peluca, y aun así seguir siendo las mismas. Creo que toda la belleza y los atributos que la sociedad asocia con una "mujer linda" —como la delicadeza, la prudencia y la ternura— son rasgos femeninos valiosos y hermosos, pero no son los únicos.
Existe otra faceta que nos piden esconder: ese lado caótico, feroz, instintivo y fuerte, que a veces asusta a los demás, nos asusta a nosotras mismas e incluso inquieta a los hombres y a la sociedad. Pero ese lado también es profundamente femenino. Esa capacidad de arrasar con todo, de ser indomables, es tan nuestra como cualquier otra característica, y no debemos esconderla. Y la clave fue abrazar todo eso, además de reclamar el derecho de ser caóticas.
Si no fuera actriz, ¿qué estaría haciendo hoy?
Soy actriz porque, de no serlo, habría querido ser tantas cosas que encontré en la actuación la fórmula perfecta para vivirlas todas. Quería ser astronauta porque me fascinan el espacio, el cosmos y la posibilidad de vida más allá de este planeta; yo me imaginaba haciendo astronauta viviendo lejos del mundo entero y me atraía mucho. Pero también hice ballet, e incluso alcancé a entrar a los Andes a estudiar arquitectura. Solo estuve tres días pero me gustaría volver. Es que amo la geometría, el dibujo… pero también amo cantar. ¡Amo mil cosas! Por eso elegí la actuación. Porque puedo ser y jugar a todo.
Laura Natalia Bohórquez Roncancio
Para EL TIEMPO
X: @laura_bqz