La agenda del Congreso girará esta semana, principalmente, alrededor de tres actos legislativos -reformas a la constitución- que deben quedar listos antes del 16 de diciembre o se hunden por falta de trámite.
La prioridad será, sin duda, la conciliación de los textos aprobados en Senado y Cámara de Representantes de la reforma al Sistema General de Participaciones (SGP), que busca aumentar los recursos del Presupuesto General de la Nación que se transfieren a las regiones del 23,8 al 39 por ciento.
Varios gobernadores llegaron a acompañar el último debate de la reforma al SGP. Foto:César Melgarejo/ El Tiempo
Sobre el papel, el proyecto que logró unir al Pacto Histórico y al Centro Democrático no tendría mayores problemas y antes del viernes podría estar listo y votado el texto definitivo: Hubo un amplio consenso político, a pesar de las serias advertencias de los técnicos.
Las diferencias entre lo aprobado por ambas cámaras se centran en la redacción y el plazo máximo que tiene el Gobierno para presentar la ley de competencias que definirá las nuevas reglas de juego y cuáles facultades del nivel central pasan a las regiones.
“El Senado le dio 6 meses al Gobierno Nacional para presentar la ley de competencias. La Cámara lo modificó y amplió a 12 meses. En ese tema, con algunos otros puntuales, vendrá la conciliación del texto. Pero, en cualquier caso, el Gobierno empieza a trabajar desde ya, los ministerios de Interior y Hacienda, y Planeación Nacional, en la preparación del proyecto de ley”, aseguró el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, en diálogo con este diario la semana anterior cuando se aprobó la iniciativa. El jefe de la cartera Política es considerado el padre de la iniciativa, que impulsó desde antes de entrar al Gobierno.
Cristo habla de la reforma de participaciones. Foto:
El futuro de la reforma política se define esta semana en Senado
Pero otra parece ser la realidad de la reforma política, también impulsada por el ministro Cristo, y del proyecto que busca abrirle la puerta al transfuguismo para que los congresistas puedan cambiar de partido de cara a las elecciones del 2026. Ambas deben superar el cuarto debate esta semana y a más tardar deben estar conciliadas antes del 16 de diciembre o se hunden por falta de trámite. Y si lo logran, el siguiente semestre seguirán con vida para afrontar otros cuatro debates.
En el caso de la reforma política, esta fue radicada bajo la promesa de combatir el clientelismo y la corrupción electoral. La idea era establecer listas cerradas y paritarias, así como transformar la elección de los magistrados del Consejo Nacional Electoral con el propósito de despolitizar esa instancia, hecho que causó ruido porque ese tribunal hoy adelanta una investigación contra la campaña presidencial del presidente Gustavo Petro por presuntas irregularidades en la financiación.
En la plenaria del Senado se definirá la reforma política. Foto:Milton Díaz. EL TIEMPO
Sin embargo, algunos sectores advierten que con el paso de los debates la iniciativa se ha desnaturalizado, principalmente porque en el tercer debate en la Comisión I del Senado se incluyó la figura del transfuguismo. Fue la senadora Clara López, del Pacto Histórico, quien hizo la proposición que finalmente fue acogida por la célula legislativa.
Este punto es visto como una movida para beneficiar al Pacto Histórico, aunque congresistas de otras bancadas también se podrían ver beneficiados, como el senador Jota Pe Hernández, de Alianza Verde, quien a pesar de ser uno de los más duros opositores no está en contra de esta reforma.
Pero en la plenaria será a otro precio y hoy no está claro si el proyecto superará el cuarto debate y luego la conciliación.
“Se convirtió en una colcha de retazos, con más cosas malas que positivas, como normas contradictorias e incoherentes que contemplan disposiciones tan arbitrarias como el transfuguismo”, cuestionó el senador Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical.
Carlos Fernando Motoa. Foto:Vanexa Romero/ET
Algunas voces señalan que es contradictorio tratar de fortalecer los partidos a través de las listas cerradas y con democracia interna cuando se está abriendo la posibilidad a que los políticos salgan fácilmente de una colectividad y puedan aspirar a un cargo de inmediato por otra.
Frente a las dudas, el ministro Cristo se ha comprometido a hacer unas mesas técnicas en enero para mejorar el proyecto y llegar a consensos, pero ha pedido que no dejen morir ese acto legislativo.
Entre tanto, la reforma que abre la puerta al transfuguismo, que es promovida por el Pacto Histórico y tiene el aval de duros opositores que hoy se encuentran presos en sus partidos, parece no tener problemas para superar el cuarto debate en la plenaria de la Cámara de Representantes, donde el Gobierno ha tenido las mayorías en los últimos dos años y medio.
¿Qué viene para las sesiones extras en el Congreso?
Esta semana no habría mayores avances en otras iniciativas. Se podrían votar los impedimentos de la reforma de la salud, que va para su segundo debate en Cámara, y se conocería la ponencia de la reforma laboral, que se enfrenta a su tercer debate en la Comisión VII del Senado. Pero esas leyes, así como la jurisdicción agraria, quedarán para la semana del 16 de diciembre, cuando el Gobierno convoque a sesiones extras.
Juan Fernando Cristo (centro) en el debate al sistema de participaciones Foto:César Melgarejo. EL TIEMPO
Además, esta semana será clave para la reforma tributaria del Gobierno que busca recaudar 12 billones de pesos y así tener un presupuesto de 523 billones de pesos para el 2025.
Tras la salida de Ricardo Bonilla del Ministerio de Hacienda, este proyecto, que hoy está virtualmente hundido, podría tener un nuevo aire. Pero será fundamental que se radique la ponencia positiva para comenzar la discusión y definir si alcanza a tramitarse la reforma en sesiones extras o si definitivamente se hunde, tal y como sucedió hace dos meses con el proyecto del presupuesto.
MATEO GARCÍA
Subeditor de Política