Las notas finales de la ‘voz de Dios’: después de décadas, Milton Nascimento lanza un nuevo álbum que podría ser el último

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En 1955, Milton Nascimento tenía 13 años, aprendía a cantar y, de manera devastadora para él, llegaba a la pubertad.

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“Cuando comencé a ver que mi voz se hacía más grave, dije: ‘Ya no quiero cantar’”, recordó Nascimento, una de las figuras musicales más importantes de Brasil. “Porque los hombres no tienen corazón”. Estaba llorando, dijo, cuando un suave y conmovedor canturreo salió de la radio. Era Ray Charles cantando “Stella by Starlight”. “Después de que escuché eso, dije: ‘Ahora puedo cantar’”.

Durante los siguientes 60 años floreció una fuerza que abarcaba octavas con emoción y brío, deslizándose entre un barítono aterciopelado y un falsete celestial. Nascimento ayudó a influir en una generación de artistas. Paul Simon llamó “magia sedosa” a su voz. Philip Bailey, cantante de Earth, Wind & Fire, la comparó con “una hermosa playa brasileña”. Sting lo describió como “la verdad en la belleza”. Brasil optó por una metáfora más excelsa: “la voz de Dios”.

Ahora Nascimento ha lanzado lo que dice que probablemente sea su último álbum, “Milton + Esperanza”, una colaboración casi onírica con Esperanza Spalding, la músico de jazz estadounidense ganadora de cinco premios Grammy. Ella arregló y produjo el álbum y toca el bajo en él, y la pareja canta junta en casi todas las canciones, incluyendo un dueto en portugués entre Nascimento y Simon —la primera canción que Nascimento ha compuesto y lanzado en años.

No sorprende que, a los 81 años, su voz ya no sea la que era. Es más callada, más inestable y en ocasiones se esfuerza por alcanzar notas que alguna vez pasó volando. Está curtida. Y proporciona una presencia reconfortante, como la mano de un abuelo en la tuya. “Él posee una esencia especial y se manifiesta en la música”, dijo Spalding, de 39 años.

En casa, Nascimento recordó colaboraciones con los grandes del jazz Wayne Shorter, Herbie Hancock y Pat Metheny; habló de haber conocido a Paul McCartney el año pasado; puso una canción que escribió sobre su madre. Su voz era suave, sus respuestas breves y su memoria le fallaba con frecuencia. Frente a él había un organizador de pastillas; detrás de él, cinco premios Grammy.

Su hijo adoptivo, Augusto, de 31 años, quien maneja sus asuntos, dijo, “Mi agonía no es ver este como su última producción, mi agonía es saber que no sé cuántos años más me quedan con él”.

Sin embargo, su padre no quería hablar de envejecimiento. “No pienso mucho en esto”, dijo. “En realidad no”.

Nacido en Río en 1942, Nascimento quedó huérfano a los 2 años cuando su madre, una criada, murió de tuberculosis. La hija del patrón de su madre lo adoptó y se mudó al estado brasileño de Minas Gerais. Fue criado en una casa llena de música y rápidamente aprendió a tocar la armónica, el acordeón y la guitarra.

Para cuando tenía 20 años, se estaba ganando una reputación en los círculos musicales, y cuando tocó en una competencia televisada en 1967, la multitud quedó atónita. “Fue algo espiritual”, dijo el guitarrista brasileño Guinga, quien también se presentó en el evento. “Se hizo famoso de la noche a la mañana”.

Nascimento lanzó más de 50 álbumes, incluido “Clube da Esquina”, un disco de 1972 realizado con amigos músicos que muchos críticos consideran una obra maestra. Su sonido era distintivo, combinando diversos géneros brasileños, así como jazz, música clásica, rock y folk, creando música que puede ser a la vez agradable e inquietante.

Spalding escuchó a Nascimento por primera vez cuando era estudiante en el Berklee College of Music, en Boston, cuando un amigo puso el álbum de 1974 de Wayne Shorter, “Native Dancer”, que comienza con el falsete de Nascimento. Ahora admite que se muestra incrédula cuando otras personas no han oído hablar de él. “Es como, ‘¿Conoces a Bach?’”, dijo.

Nascimento se embarcó en una gira de despedida en el 2022. Spalding se unió a él en el escenario de Nueva York y Boston. Una noche, Augusto hizo una sugerencia: deberían hacer un álbum juntos.

“Milton + Esperanza” reinventa temas originales de Nascimento; cubre canciones de Shorter, los Beatles y Michael Jackson; e incluye canciones nuevas. El álbum presenta a Simon; Guingá; la cantante de jazz Dianne Reeves; los cantautores Lianne La Havas, Maria Gadú y Tim Bernardes; y otros.

El afecto entre Nascimento y Spalding es palpable en el álbum, mientras hablan y ríen en interludios. La voz de ella parece tomar la de él de la mano a veces, guiándolo sobre las melodías. El resultado es un álbum que parece un tributo al hombre que canta en cada tema.

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