Encerrada en una habitación y con su bebé en brazos, la colombiana Vanessa Rentería recibió un disparo que se escuchó por todo un barrio de la ciudad de Surrey, Canadá. Eran las 5:30 a. m. del 19 de septiembre de 2024. La bala salió del arma de un policía canadiense. No hubo manera de salvarle la vida tras el impacto; la herida fue mortal.
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“Cuando le pegaron, le cayó sangre a su niña. Fue algo atroz”, describió Jaime, el papá de Rentería, quien no ha cesado en reclamar respuestas de las autoridades. “Ella era una víctima más del conflicto en Colombia y ahora se fue a vivirlo en carne propia en Canadá”, lamentó en charla con EL TIEMPO.
Para su papá, Vanessa era una mujer solidaria, empática y creyente en Dios. Natal de Buenaventura, ella se crió en una familia numerosa con 14 hermanos. Además, trabajó como auxiliar logístico de bodega durante más de una década en la Terminal de Contenedores de la ciudad puerto del Valle del Cauca.
Al verse acechada por la violencia de las bandas criminales de la región, según su familia, decidió abandonar Buenaventura y emprender camino hacia Canadá, donde arribó en noviembre de 2022 con su pareja, la bebé en su vientre y unas cuantas maletas. Allí solicitó refugio.
El camino de la colombiana en Canadá
Luego del nacimiento de su hija en febrero de 2023, buscaba oportunidades laborales para tener estabilidad y reconstruir una vida con su pareja. Pero, con el pasar de los meses, surgieron inconvenientes al interior de la casa.
“La relación no iba bien. No compartía con el esposo y estaban entrando en unos conflictos. Eso fue lo que me dijo una de las últimas veces que hablamos. Y eso fue lo que la llevó a retirarse de la vivienda”, comentó el señor Jaime Rentería.
La colombiana, de 37 años, buscó ayuda de organizaciones. Los Servicios de Apoyo a Mujeres Maltratadas (BWSS) aseguraron que había preguntado por las condiciones para acceder a vivienda subsidiada y así independizarse junto a su bebé. También acudió a la Sociedad de recursos para inmigrantes del Pacífico (PIRS). “Tenía previsto comenzar clases de inglés en PIRS, ansiosa por integrarse y avanzar en su futuro”, reveló la entidad.
Se alojó dos meses en un refugio temporal. Sin embargo, en hechos que no están claros, dejó el sitio a finales de agosto y volvió a la casa del papá de su pequeña, donde también estaba su cuñado. El 19 de septiembre ocurrió la tragedia.
La trágica madrugada para Vanessa Rentería
Cuando se asomaba el sol aquel día, patrullas de la Policía de Canadá cercaron la vivienda del bloque 6200 de la calle 180A en el vecindario Cloverdale. A las 4:40 a. m. habían recibido a la línea de emergencias el reporte de un “altercado” originado en el hogar de los colombianos.
“Presuntamente, dicen que el que llamó a la Policía fue la pareja de Vanessa. Cuando la Policía llegó al lugar, Vanessa se había escondido en un baño”, expresó Andrea Rentería, prima de la bonaverense, para EL TIEMPO.
Aquí surgen más incógnitas: ¿qué había pasado en la casa para solicitar la presencia de los uniformados? ¿Por qué la mujer se encerró con su hija en brazos? “Los vecinos han asegurado que había un video en el que Vanessa decía ‘vos lo hiciste, vos lo hiciste’. ¿Qué le habían hecho? ¿A quién se lo decía?”, añadió Andrea a la lista de interrogantes.
La Policía —en el único pronunciamiento emitido por el caso— señaló que Rentería estaba “atrincherada” y “según se informó, sostenía un arma”. Su pareja y su cuñado “fueron retirados de manera segura por los oficiales que acudieron”, dijo la autoridad.
Hacia las 5:30 a. m., “mientras interactuaba con la mujer, un oficial disparó su arma y la hirió. Los oficiales y los Servicios de Salud de Emergencia, que ya estaban afuera de la residencia, brindaron asistencia médica de inmediato, pero la mujer murió en el lugar”, sostuvo en su reporte.
¿Sabía Vanessa que los uniformados estaban detrás de la puerta? ¿Qué le dijeron durante los más de cuarenta minutos que estuvieron allí? ¿Ellas les entendía, teniendo en cuenta que no sabía inglés? Y la pregunta principal: ¿por qué el agente le disparó?
“La narrativa de la Policía es que Vanessa supuestamente portaba un arma, pero nosotros rechazamos enfáticamente esas afirmaciones y las consideramos alejadas de la realidad. Ella no tenía ningún tipo de antecedente penal. Además, es ilógico si tenía a una bebé en sus manos. ¿En qué mano portaba la supuesta arma? ¿Por qué la Policía en su reporte, ese mismo día, no fue capaz de decir qué tipo de arma portaba y cómo la portaba?”, insistió Andrea.
Los allegados de la colombiana califican como desproporcionado el actuar del policía. “Había dos hombres adultos, tres agentes y una mujer con un bebé en brazos. Ni que fuera ‘Hulk’ para poder representar un peligro en ese momento. ¿Cómo es posible que evacúen a estos dos hombres? ¿Y ella? La mujer que había estado en un refugio para personas maltratadas porque en su casa no la estaba pasando bien”, sentenció su prima.
Su pareja y su cuñado pueden resolver varias de las dudas. Pero, según ha denunciado la familia Rentería, no les han brindado información ni detalles de lo acontecido en la fatal madrugada.
¿Qué ha pasado con la investigación por el caso de Vanessa Rentería?
La IIO está comprometida a garantizar investigaciones justas e imparciales y a ser lo más transparente posible
La Policía guarda silencio tras el breve reporte emitido. Anunció que no volverá a referirse al caso, pues ahora está en manos de la Oficina de Investigaciones Independientes de Columbia Británica (IIO, por sus siglas en inglés).
Al ser consultada por EL TIEMPO, la IIO aclaró que el expediente continúa abierto y activo. Busca confirmar las circunstancias del hecho y si la fuerza de la Policía fue la necesaria, razonable y proporcional.
La investigación se extenderá “dependiendo de muchos factores”, dijo, como “el número de oficiales involucrados, el número de testigos y la necesidad de informes especializados y opiniones de expertos”. No hay una fecha estimada de publicación del informe.
“La IIO está comprometida a garantizar investigaciones justas e imparciales y a ser lo más transparente posible”, le explicó a este diario. Una vez entregue sus conclusiones, las autoridades judiciales canadienses analizarán si habría algún tipo de delito y si hay motivos para formular cargos o no contra algún funcionario.
Por lo pronto, la IIO ha solicitado a cualquier persona que crea tener videos o información relevante del suceso a comunicarse con la línea 1-855-446-8477 o ingresar a la página iiobc.ca.
El último adiós a la Vanessa Rentería
El cuerpo de Rentería llegó hasta su natal Valle del Cauca para el sepelio a principios de noviembre. La repatriación fue posible gracias a donaciones y a la asistencia de la Cancillería de Colombia. “Haré justicia, te devolveré con gozo lo que te quitaron y te multiplicaré lo que perdiste”, se leía en un versículo que sus familiares escribieron sobre una pancarta con su imagen y ubicaron al lado del féretro.
En medio del último adiós a la colombiana, su familia salió a protestar al Bulevar del Río de Cali durante la pasada COP16. Con varios carteles e imágenes quisieron ser escuchados por las personas que circulaban en la Zona Verde de la Cumbre de la Biodiversidad que se desarrolló en el país.
“Están los países reunidos buscando proteger la biodiversidad. Nosotros y Vanessa, como población afro, hacemos parte de esa biodiversidad. Venimos a pedir protección de la vida, ¿pero si nos matan?”, reprochó Andrea, prima.
Angélica, una de las hermanas de Vanessa, allí reiteró la incógnita clave: “¿Por qué la Policía la mató delante de su hija? Queremos que se esclarezcan los hechos”.
A más de 6.600 kilómetros de distancia, en Canadá, está la pequeña que presenció todo y que recibió las últimas caricias de su mamá antes de que la bala se la arrebatara. La bebé, con ahora 20 meses, quedó bajo el cuidado de su papá. Sandra, otra de las hermanas de Vanessa, viajó hace unas semanas al país norteamericano para tratar de llegar a un acuerdo con él sobre la custodia de la menor y, dijo, no se regresará a Colombia hasta que su sobrina esté bien.
SEBASTIÁN GARCÍA C.
Periodista de Redacción Últimas Noticias