Hace cinco días sacudió al país la noticia de que la Unidad de Información y Análisis Financiero de Colombia (UIAF) fue suspendida temporalmente del grupo Egmont que agremia a las oficinas de inteligencia financiera del mundo.
Conforme a los criterios de
La decisión del grupo se dio días después de que el presidente Gustavo Petro leyera en una alocución una carta enviada por IMPA, la entidad oficial del gobierno de Israel para lavado de activos, a la UIAF en donde se conoció la presunta compra del software espía Pegasus.
La carta y la explicación
El director de la UIAF, Luis Eduardo Llinás, recibió la carta el pasado 27 de agosto en donde se habla de la transacción entre una entidad colombiana y la firma NSO Group, creadora de Pegasus.
Llinás dio explicaciones tras el anuncio de la suspensión por parte del Grupo Egmont: "Le informé al presidente cuando yo estaba en Suiza, pero quiero dejar claro que el reporte lo envió Israel. En una imprecisión del presidente mencionó en la alocución a Suiza, pero ellos no tienen nada que ver", aseguró Llinás.
El funcionario además dijo que actuaron conforme a la ley colombiana y que no han violado ningún estatuto del grupo Egmont.
¿Qué tan grave es la suspensión?
Este diario consultó con dos expertos los alcances y consecuencias de la suspensión temporal de la UIAF del grupo Egmont y si es posible que Colombia sea eliminada de este grupo.
El analista de paz, seguridad y defensa, Alejo Vargas, señaló que uno de los problemas que se va a tener es que Colombia no va a recibir por un tiempo información útil para la seguridad nacional y para la lucha contra el crimen y el delito internacional.
“Seguramente en unos meses no se va a compartir información ese es un problema porque información que para los organismos de inteligencia es importante no nos va a llegar o nos llega de manera retardada y eso sería un problema de riesgo en el actuar de los organismos de seguridad. Con mucha frecuencia son otros servicios de información y otros países los que pueden tener una primicia o datos claves y la comparten y esto les da a los organismos una base para ellos avanzar e investigar”, aseguró Vargas.
Por su parte, Farid Rondón, miembro del Grupo de Investigación en Seguridad y Defensa de la Universidad Nacional, afirmó: “esto se materializa en la reducción de las posibilidades que tienen los órganos de seguridad colombianos para seguir los movimientos del capital ilegal, especialmente los que tienen conexiones de orden transnacional, lo que repercute a nivel operativo. Asimismo, esto puede llevar a cuestionamientos en cuanto a la información confidencial que se confiere a Colombia y su manejo”.
EL TIEMPO también les preguntó a los expertos si la UIAF podría ser eliminada del grupo Egmont.
“En cuanto a la posible cancelación de la membresía, hay que ser prudentes al momento de enunciarla, teniendo en cuenta la historia de contribución que tiene la inteligencia colombiana en la lucha contra la ilegalidad y su importancia en la materia; así como las consideraciones que se hayan dado por parte de la institucionalidad ante el Grupo Egmont. Se es optimista bajo este escenario, dependiendo de la posición que adopte Colombia frente a lo ocurrido. No obstante, existe la posibilidad de sanciones que deben ser determinadas dependiendo de si se considera la violación o no de la confidencialidad, así como su alcance”, señaló Rondón.
A su vez, Vargas aseveró: “En principio no porque de todas maneras estos son grupos serios y el hecho de que un miembro sea puesto en entredicho no quiere decir que esto implica que lo saquen, pero seguramente sí van a tener que hacer una serie de explicaciones internas y eventualmente reiterar un compromiso de mantener una confidencialidad de la información. Seguramente estará durante un tiempo en una especie de ‘matrícula condicional’ pero no va a ser expulsada de este organismo”.
EL TIEMPO se comunicó con la UIAF y aseguraron que no tienen información sobre este caso y que no saben cuándo será la reunión con el grupo Egmont.
MARÍA ALEJANDRA GONZÁLEZ DUARTE
Periodista de Política