Las cartas de militares que presionan a Benjamín Netanyahu por acabar la guerra en la Franja de Gaza

hace 2 días 27

La guerra lanzada por Israel contra la organización terrorista Hamás a raíz de la masacre del 7 de octubre de 2023 en el sur del país tuvo, en principio, amplio respaldo nacional. 

La ciudadanía israelí la vio como una guerra de autodefensa por excelencia, no sólo por los crímenes que Hamás cometió y que dejaron 1.200 muertos y 251 secuestrados, sino porque sus líderes prometían nuevos ataques similares.

Sin embargo, habiendo transcurrido un año y medio, la continuación de la guerra ya no cuenta con el pleno respaldo de la sociedad israelí pues, pese a que el gobierno liderado por el primer ministro Benjamín Netanyahu le ha asestado duros golpes al grupo islamista Hamás, no los ha logrado remover del poder en la Franja de Gaza y, peor aún, 59 israelíes siguen secuestrados cuando, según las fuerzas oficiales del país hebreo, menos de la mitad estarían vivos.

La primera fue una carta firmada por casi mil pilotos y otros miembros de tripulaciones aéreas, la mayoría ya retirados y aproximadamente un 10 por ciento de oficiales en la reserva

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Un soldado israelí. Foto:AFP

Desde hace semanas, las manifestaciones de protesta contra Netanyahu se tomaron las calles de Israel -aunque no de la envergadura de tiempo atrás- exigiéndole, entre otras cosas, que priorice recuperar a los secuestrados, incluso si el precio es ponerle fin a la guerra. Un mensaje exigido por numerosas familias de secuestrados que todos los sábados de noche se dan cita en la Plaza de los Secuestrados en Tel Aviv.

Y, en los últimos días, a estos llamados se sumó la publicación de una serie de cartas firmadas por oficiales ya retirados y de reservistas de diferentes unidades de combate de Israel que le exigen al Gobierno que haga “lo necesario para salvar a todos los secuestrados”, aunque para ello tenga que comprometerse con terminar la guerra y retirarse de la Franja de Gaza.

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Benjamin Netanyahu y sus asesores (foto de archivo). Foto:EFE

La situación en el terreno luce complicada. En enero, Israel y Hamás acordaron una tregua en varias etapas que permitió el intercambio de rehenes capturados por Hamás en Gaza por prisioneros palestinos encarcelados por Israel.

La primera fase del alto el fuego finalizó a principios de marzo. Hamás liberó a 30 rehenes israelíes y extranjeros y entregó ocho cadáveres a cambio de la liberación israelí de más de mil prisioneros palestinos cuando varios rehenes ya habían sido rescatados o liberados antes de que ambas partes alcanzaran el acuerdo.

Sin embargo, el destino del alto el fuego quedó en ciernes después de que Israel reanudó los fuertes ataques contra Gaza –que ya dejan más de 50.000 muertos, en su mayoría civiles- alegando la reiterada negativa de Hamás a liberar a los rehenes restantes. Israel, además, bloquea desde el 2 de marzo la entrada de ayuda humanitaria.

Y pese a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió a los militantes de Hamás que liberaran inmediatamente a los rehenes restantes en Gaza o se enfrentarían a la muerte, el grupo islamista condicionó su entrega al fin de la guerra y, bajo ningún concepto, piensan deponer las armas. Por lo que, bajo esas condiciones, difícilmente, el gobierno israelí aceptará retirarse de Gaza.

A su vez, Hamás rechazó la nueva propuesta israelí de liberar a 10 secuestrados vivos y 16 muertos, en el marco de 45 días de alto el fuego temporario, y la excarcelación de palestinos presos.

Israel

Detractores del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Foto:EFE

Por eso, el desafío del gobierno israelí es doble: por un lado, debe lidiar con las inflexibles posturas de Hamás que le complican seriamente su margen de maniobra, y, por otro, con la creciente protesta interna que ya ha llegado hasta los oficiales aún en reserva y retirados.

¿Qué dicen las cartas que presionan a Netanyahu?

La primera fue una carta firmada por casi mil pilotos y otros miembros de tripulaciones aéreas, la mayoría ya retirados y aproximadamente un 10 por ciento de oficiales en la reserva.

La distinción entre unos y otros es muy relevante ya que los reservistas, aunque son civiles, aún pueden ser llamados a presentarse en caso de necesidad. Y, en el marco de la polémica interna, hay quienes dicen que, como pueden ser convocados, no deben manifestarse sobre temas “políticos”, mientras que otros consideran que siempre y cuando no vistan uniforme de forma permanente, tienen todo el derecho de expresar su opinión como ciudadanos.

Y si bien, el comandante en jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel, teniente general Eyal Zamirm ya ha recalcado que los reservistas, mientras no vistan uniforme, tienen todo el derecho democrático a emitir su opinión sobre todo lo que ocurre en el país y la guerra por distintas vías, advierte que promover iniciativas alegando su cargo es problemático y no debe ser aceptado.

Por su parte, Netanyahu acusó a los firmantes de “fracturar a la sociedad israelí al llamar a no presentarse al servicio”, aunque en el mensaje publicado no había exhortación de ese tipo.

Protestas en Tel Aviv para pedir la liberación de los secuestrados israelíes.

Protestas en Tel Aviv para pedir la liberación de los secuestrados israelíes. Foto:AFP

La carta de los pilotos atribuía al gobierno “consideraciones políticas y personales” en el manejo de la guerra, y no consideraciones de seguridad. Pero, aunque ni lo mencionan, está claro que la acusación señala al primer ministro.

Uno de los líderes de la protesta, el ex jefe de la Fuerza Aérea y ex jefe del ejército, teniente general retirado Dan Halutz, quien es considerado uno de los más duros críticos de Netanyahu, afirma que el jefe de gobierno israelí está motivado por su deseo de preservar su coalición política, dependiente del apoyo de la derecha radical con serios intereses de controlar Gaza.

Pero, en todo caso, la carta se refiere concretamente al fin de la guerra para poder liberar a los secuestrados.

La misiva fue seguida por decenas más muy similares y que venían firmada por la unidad 8200 del servicio de Inteligencia, médicos de unidades militares, paracaidistas, infantería, blindados y hasta retirados del Mossad (agencia de inteligencia exterior de Israel), incluyendo tres de sus otrora jefes: Tamir Pardo, Ephraim Halevy y Dani Yatom.

Gaza, conflicto

Palestinos desplazados en Gaza. Foto:EFE

Y, cada día que pasa, son más las unidades de las que emergen cartas de este tipo incluyendo a reservistas y oficiales retirados.

De hecho, es tal la diversidad de misivas, que el argumento que ha salido de figuras del Gobierno de que son “elementos marginales que no representan a nadie” está lejos de la realidad.

Por otra parte, aunque estas cartas no incluían llamados a no presentarse a la reserva israelí, circuló por un muy influyente canal de Telegram liderado por un experto israelí en Oriente Medio e Islam que se hace llamar ‘Abu Ali Express’ otro manifiesto singular: “Nos presentaremos a servir en las Fuerzas de Defensa de Israel en cualquier momento que nos llamen y sin condiciones” y que, en menos de dos días, recibió más de 2.000 firmas.

Así las cosas, y cuando la presión militar que Netanyahu ejerce contra Hamás parece no dar frutos, el primer ministro tendrá que encontrar maneras de calmar las aguas internas siendo, en todo caso, la liberación total de los israelíes secuestrados lo que amansará a las mayorías.

Jana Beris – Corresponsal de EL TIEMPO - Jerusalén

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