La vía de Mulaló, en un nuevo tribunal: así está el litigio que mantiene en vilo al Valle del Cauca

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La vía de Mulaló es de cuarta generación y es la única en su tipo en el país que no ha podido tener avances.

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Esta es una de las obras que lleva décadas de promesas y trámites enredados en los últimos 10 años para que se pueda construir a lo largo de 31,8 kilómetros, con el fin de reducir el tiempo de desplazamiento del transporte de carga entre Cali y Buenaventura. Con la carretera se podrían acortar 50 kilómetros en ese trayecto.

La carretera va desde el corregimiento de Mulaló, en el municipio de Yumbo que une el centro con el sur del Valle del Cauca, y Loboguerrero, corregimiento de Dagua, ubicado en el occidente de la región.

Los trabajos aún siguen en el papel, configurándose como uno de los 'elefantes blancos' del departamento, de acuerdo con la misma Contraloría General de la República. 

Fue el 12 de agosto de 2021, cuando en Covimar demandaron a la ANI en primer un tribunal de arbitramento. En ese 'cuadrilátero', el concesionario pidió la liquidación del contrato de una obra que en este 2024 alcanza los $ 2,5 billones de inversión de llevarla a cabo. En una fiducia están $ 1,9 billones que se han ido acumulando en estos ocho años de parálisis.

Y aunque parecía que otra vez, la obra se desentrababa, luego de que en abril de 2023, el tribunal de arbitramento negó la pretensión del concesionario y dio la orden de que los trabajos siguieran adelante, tras un largo lapso de buscar ajustes a los precios, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Covimar siguen en el ring, pues el fallo de primera instancia fue apelado por este privado, apelación que hoy mantiene en vilo a todo el Valle del Cauca, de nuevo.

EL TIEMPO consultó a la ANI para recibir alguna respuesta al insistente llamado de la dirigencia del Valle del Cauca sobre las obras 4G de Mulaló que en algún momento llegaron a enorgullecer a toda una región.

De acuerdo con fuentes de la ANI, la entidad no se pronuncia en casos como este que están en tribunales. Solo se informó que la concesión Covimar interpuso un tribunal, cuya pretensión es que el Estado le pague $ 1,7 billones. En la ANI esperan que el tribunal dé un fallo en esa segunda instancia para ya señalar a ambas partes en esa pugna qué deben hacer.

EL TIEMPO también se comunicó con Covimar, cuya respuesta sigue pendiente.

Se hablaba de que la obra iba a contar "con cinco modernos túneles, 48 obras especiales como puentes pontones y viaductos, y que generaría, en su pico máximo, 1.800 empleos directos al año y miles de empleos indirectos por medio de los prestadores de servicios y proveedores durante su construcción y operación". Así se lee en uno de los apartes de la Concesionaria Nueva Vía al Mar (Covimar), que ganó la licitación de 2015.

"Pero esta obra no solo es para el transporte de carga, esta vía se convertirá en un corredor turístico del Valle del Cauca; diversificará, conectará e impulsará la economía de las poblaciones y zonas rurales ubicadas dentro del área de influencia del Proyecto, que arranca desde el corregimiento de Mulaló en el municipio de Yumbo, pasa por el corregimiento Pavas en el municipio de La Cumbre y finaliza en el corregimiento Loboguerrero en el municipio de Dagua", es otro de los apartes.

Pero dos años antes de la licitación, durante ese viernes, 15 de marzo de 2013, ya había optimismo en la región vallecaucana, donde el entonces presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), Luis Fernando Andrade, anunciaba la que sería la vía de Mulaló, en el municipio de La Cumbre, en el centro del Valle, un proyecto que se gestó desde el 2008 entre el ministerio de Transporte, el Instituto Nacional de Vías (Invías) y la misma ANI.

El arranque de obras con la firma del acta de inicio fue dos años después del anuncio de la nueva carretera y desde entonces, los trabajos vienen dando tumbos sin que aún se hubiera puesto algún concreto. 

Se había anunciado una inversión inicial de $ 1,47 billones para la construcción, “de esta vía que optimizará el tránsito en la zona ya que contará con una carretera de altas especificaciones técnicas, con modernos túneles, que beneficiarán al departamento del Valle del Cauca y sus habitantes. Este corredor también reducirá el trayecto de los vehículos de carga y tráfico pesado que se desplaza desde el sur del país al principal puerto sobre el Pacífico colombiano”. Eso fue parte del anuncio con bombos y platillos hace 11 años.

En la explicación publicada en la página web de Covimar se lee: "Esta vía aumentará la competitividad del país, permitiendo aprovechar al máximo los beneficios que proporcionan los acuerdos comerciales vigentes y futuros firmados por Colombia con otros países. La movilidad para transporte de carga que se dirige a los puertos del Pacífico se reducirá en una hora o en 52 kilómetros, comparada con la situación actual del recorrido Cali-Mediacanoa-Loboguerrero".

En 2017, la obra no se desenredaba, esperando permisos de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (Anla). 

Tuvieron que pasar seis años desde el acta de inicio hasta el 2021 para que la Anla diera ‘vía libre’ al permiso, sobre todo, luego de la aprobación de la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC) sobre el uso de 32,8 hectáreas del cañón del río Grande, entre los municipios Restrepo, Dagua, La Cumbre y Vijes, en el centro y occidente del Valle.

También hubo aprobación después de mucho dirimir en el uso de más de 100 hectáreas de la Reserva Forestal del Pacífico por parte del ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. 

'Gobierno,  se deben agilizar las obras'

La gobernadora del Valle del Cauca, Dilián Francisca Toro, instó en la última semana al Gobierno Nacional para lograr agilizar esta y otras obras de envergadura que han mantenido frenado el desarrollo de la región. Entre esas otras obras está el dragado de Buenaventura por el que gremios y la misma mandataria viene insistiendo en que se superen los 12,5 metros de profundidad para estar a la par de puertos del continente y no rezagados en la ciudad porteña más importante del suroccidente colombiano.  

“Sin esa ejecución, como en los casos del dragado del canal de Buenaventura y la vía Mulaló - Loboguerrero en el Valle del Cauca, los ciudadanos pierden oportunidades y el país pierde competitividad”, expresó la gobernadora Toro.

Ese clamor es el que han elevado gremios, como ProPacífico y la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI). Las directoras ejecutivas de ambos estamentos, María Isabel Ulloa, y María Fernanda Santa, respectivamente, coinciden en la importancia de que el Estado pueda dar ese empujón a estos proyectos varados, como la vía a Mulaló, con alternativas y buscando que la negociación con Covimar pueda llegar a buen término. 

La directora de ProPacífico considera que "es una necesidad. Hay un arbitramento, pero como región, sea por obra pública o concesión, es una necesidad. La liquidación del contrato es una posibilidad. Esperemos que se pongan de acuerdo”. 

CAROLINA BOHÓRQUEZ 

Corresponsal de EL TIEMPO

Cali

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