El lunes 10 de febrero, a las 6 de la mañana, los ramos ya estaban cortados. Miles de personas ya trabajaban contrarreloj para enviar a Estados Unidos (y al mundo) toneladas de flores colombianas, el segundo producto agrícola que más exporta nuestro país después del café. El reto, y la travesía, es titánica: apenas es cosechada, como toda planta, empieza su proceso de degradación, por lo que debe transportarse lo más rápido posible hacia los mercados que esperan, este viernes, celebrar el día de San Valentín.
Cuatro meses antes de la fecha cero, el 14 de febrero, empieza la contratación de 25.000 personas. Foto:Mauricio Moreno
El cultivo y el negocio
Colombia, pese a ser el segundo exportador global de flores, es un jugador nuevo en el negocio. Todo comenzó en los años sesenta, cuando David Cheever, un estudiante de posgrado de la Universidad de Colorado, desarrolló una investigación para definir cuáles eran los mejores sitios para cultivar flores fuera de los Estados Unidos en época de invierno (que es también la época donde se celebra el día de los enamorados) y poderlas listas tener para San Valentín.
“La Sabana de Bogotá, Colombia, presenta las condiciones ideales para los cultivos de clavel a gran escala y de alta calidad, los cuales se pueden producir durante todo el año, debido a sus excelentes condiciones climáticas”, aseguró el investigador estadounidense en 1964. Fue allí como inició la historia. Sesenta años después, en Colombia las flores se han convertido en un negocio lucrativo -y eficiente-: el sector genera en promedio 2 mil millones de dólares anuales y cuenta apenas con 10 mil hectáreas para cultivo, mientras que el café, que genera $3 mil millones de dólares anuales, tiene 974.000 hectáreas sembradas, según explica Augusto Solano, presidente de Asocolflores.
Para él, un ejemplo de lo rápido que ha avanzado nuestro país en estos temas es que Países Bajos lleva desarrollando la floricultura más de 400 años, y por eso es el primer exportador global. Sin embargo, Colombia, que empezó hace poco más de medio siglo, ha aumentado en los últimos años sus cultivos con técnicas de alta eficiencia, responsabilidad ambiental y producción de más de mil variedades de plantas.
Por eso, las fechas especiales son claves, y se debe iniciar la preparación mucho antes. En los cuatro meses previos a la fecha cero, que es este 14 de febrero, empieza la contratación de 25.000 personas, en su mayoría mujeres, que ayudan a sembrar, cuidar, cortar, transportar y entregar las rosas y flores que se repartirán por los Estados Unidos. El sector floricultor emplea en el país a cerca de 200.000 personas; pero durante esta época crece la contratación en más del 10 por ciento.
Una cultivadora recorre los cultivos de la Compañía Flores Riofrio para cortar las rosas. Foto:Mauricio Moreno
El gigante norteamericano es el comprador número uno de Colombia; sin embargo, no es el único a donde se envían los ramos, que llegan a más de 100 países alrededor del mundo, gracias a los 15 tratados de libre comercio vigentes. En total, se benefician más de 1.500 millones de consumidores, que disfrutan de hasta 1.400 variedades de flores colombianas que dejan alrededor de 1.840 millones de dólares, afirma Gabriel Jaime Gómez, vicepresidente de exportaciones de Procolombia.
“Las flores son el mejor producto que puede tener Colombia y gracias a ellas tengo un futuro para mi familia y para mí”, asegura, entre risas, Liliana Perdomo, cuando le preguntan qué significan para ella las flores colombianas. Encargada del área de control y calidad en la compañía Riofrío Bouquets, Perdomo inspecciona cada uno de los tallos que son cultivados y se especializa en la elaboración de bouquets, ramos que contienen variedades de rosas, pompones, astromelias y girasoles.
Las flores son seleccionadas por tamaño, variedad y calidad; y empacadas cuidadosamente por un ejército de mujeres y hombres que han hecho que este año 2025 se exporte entre 7 y 10 por ciento más frente a lo registrado en el 2024, cuando se exportaron 59 mil toneladas de flores desde el país. La temporada de San Valentín, además, representa entre un 15 y un 18 por ciento del total de las ventas del año, por lo que es clave lo que se haga durante estos días. Luego de ser empacadas cuidadosamente son transportadas en vehículos refrigerados con temperaturas que van de los dos a tres grados centígrados para mantener la cadena de frío indispensable para comenzar la travesía.
Una maquina denominada tallo a tallo, agrupa las flores que conforman un buquet que será vendido. Foto:Mauricio Moreno
Hora de volar
Tan solo un par de horas después de ser cortadas, embaladas y empacadas, el primer destino de las flores es el Aeropuerto Internacional el Dorado de Bogotá. Aquí son recibidas por la compañía Avianca Cargo, una de las empresas encargadas de la gestión logística de estos productos, y son revisadas tanto por la Policía Nacional como por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) para que no exista ninguna sustancia ni plaga que pueda afectarlas; dicho proceso demora entre 30 minutos y 1 hora. Al mismo tiempo, un avión Airbus A-330 con capacidad para 65 toneladas, que será cargado con 60.000 kilos de flores, está listo en uno de los hangares para recibir la preciada carga. Durante esta temporada se dobla el número de vuelos de carga que se realizan a 30 diarios, explica Diogo Elías, vicepresidente senior de Avianca Cargo.
Después del visto bueno de las autoridades en Colombia el vuelo despega con destino a Miami, en Estados Unidos, a 2.428 kilómetros donde es recibido por la compañía 7Mile Logistic, y en menos de 1 hora las flores son desembarcadas, almacenadas y revisadas ahora por las autoridades norteamericanas que hacen el mismo proceso de ver que ninguna sustancia ni plaga se encuentre en las cajas que contienen las flores.
La selección por especies, colores y tamaños se realiza con rigurosidad. Foto:Mauricio Moreno
“Miami es el hub desde donde se distribuyen hacia todos los estados de los Estados Unidos y Canadá, distribución que se realiza vía terrestre y donde se mueven más de 300.000 cajas por todo el territorio”, afirma Ignacio Gómez, director de 7Mile Logistic.
La especie colombiana más exportada durante San Valentín 2024 fue la rosa (19 %), especialmente la roja. Sin embargo, también viajaron durante estas fechas, claveles (16%), crisantemos (13 %), hortensias (7 %) y alstroemerias (6 %). Estados Unidos fue el principal destino, concentrando el 76 por ciento del valor exportado, seguido por Reino Unido, Canadá, Japón y Holanda.
El 92 por ciento fue transportado por vía aérea desde los aeropuertos El Dorado y el José María Córdoba de Rionegro. El 8 por ciento restante fue enviado por vía marítima de los puertos de Santa Marta, Buenaventura, Cartagena, Barranquilla y Turbo. Durante la temporada de este año el sector espera aumentar esas toneladas exportadas el año pasado en al menos un 10 por ciento.
“Es increíble que de algo tan sencillo, tan lindo y tan bonito vivan tantas personas en el mundo entero”, asegura Martín Cabeza, un cubano que es dueño de una empresa de transportes y encargado del último paso de la cadena, llevar las flores a almacenes de cadena como Walmart, Costco y floristerías como South Florals en Miami.
Las flores llegan a 100 países alrededor del mundo, gracias a los 15 tratados de libre comercio. Foto:Mauricio Moreno
En Estados Unidos, para esta época, la flor preferida son las rosas rojas, pero llegan decenas de otras variedades que durante este fin de semana adornan de colores las tiendas y floristerías después de una operación récord en la que participaron decenas de trabajadores, el ICA, la Policía Nacional, la Dian, la Supertransporte, aerolíneas como Avianca y floristerías South Florals.
Es así como, 48 horas después de que se cortaron los tallos de 12 rosas rojas en Bogotá, el ramo llegó a las manos Roberto Guerra, un venezolano que maneja una floristería en Miami y que crea un arreglo de rosas que venderá entre 120 y 150 dólares para celebrar el día de San Valentín.
Un turista toma una fotografía de diferentes ramos en una floristería en el sur de Miami. Foto:Mauricio Moreno