Del ‘fronteo’ (la fusión del reguetón y el trap) de Duki, a los hits virales de Bizarrap y a la sensualidad de Nicki Nicole: la música urbana argentina pisa fuerte, con una camada de artistas, por debajo de los 30 años, que da voz a una generación que creció conectada a internet y con el freestyle como escuela.
Los nombres no se agotan con los ya mencionados. También María Becerra, Emilia (que llega con su tour a Bogotá el 10 de mayo), Milo J, Trueno, Cazzu, Nathy Peluso y Ca7riel y Paco Amoroso son exponentes de una escena musical argentina efervescente que se nutre de lo que pasa afuera del país. En este caso, de la movida urbana, como el hip hop, trap, reguetón, pop y música electrónica, géneros que triunfan a nivel mundial con Bad Bunny, Karol G y Maluma, pero que suenan muy diferente en Argentina, gracias a esos aportes que estos artistas le están imprimiendo a la industria.
Basta con buscar el Tiny Desk de Ca7riel y Paco Amoroso, publicado a principios de octubre, para comprobarlo. Este dúo de trap experimental, según expertos, explora con más ingenio y complejidad lo que bandas de los 90 como Illya Kuryaki and The Valderramas ya nos habían propuesto uniendo la música latina, el rap, el rock y el funk.
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El periodista musical Arturo Paniagua describe como una “genialidad” ese Tiny Desk. Y los números ratifican el impacto del dúo argentino. A más de tres meses de ser publicado, más de 22 millones de personas han visualizado el video en YouTube, sin contabilizar otras plataformas como Instagram o TikTok.
Todos estos artistas son hoy los argentinos más escuchados, con cientos de millones de reproducciones mensuales y shows multitudinarios. Y 2024 fue un año clave para Nathy Peluso, quien ganó tres Grammy Latino y se convirtió en la primera mujer en ganar en la categoría de mejor canción rap/hip hop; Bizarrap, quien también triunfó en los Grammy Latino, y para Cazzu, que regresó a los escenarios tras ser madre.
El rap, la fuente
Son parte de una misma generación nacida alrededor del 2000, que convivió con internet desde que tiene memoria, tuvo a las batallas de rap como lenguaje común y se expandió en las redes durante el largo confinamiento por el covid-19. La mayoría de ellos empezó en YouTube, cuando no existía o no era tan popular TikTok en la región.
Ellos son el aporte más actual que el país albiceleste le hace al mundo. Hace 100 años, fue el tango el que se abría paso; hace 50, florecía en Argentina un movimiento de rock en español, que bebía del inglés, y que fue un faro en Latinoamérica; hoy esta generación de músicos pareciera que está reinventando el género urbano.
“Algo que surgió como un fenómeno de barrio y comunión entre chicos, evolucionó y maduró en un subgénero que se masificó en todo el país y que hoy se exporta al mundo entero. En la región, el trap es hoy, por excelencia, argentino”, escribió la periodista argentina Agustina Surballe-Müller en La Nación de Buenos Aires.
En la región, el trap es hoy, por excelencia, argentino
Agustina Surballe-MüllerPeriodista argentina.
“El trap, a través de las batallas (de rap), fue el caldo de cultivo para que pudiera ocurrir otra vez un momento de explosión creativa en Argentina”, dice Dano, reconocido por varios referentes como uno de los precursores de la escena, hijo de Mavi Díaz, integrante de Viudas e Hijas de Roque Enroll, y el bajista Roberto Amerise. Argentino de nacimiento y rapero formado en Madrid.
“Para bajar a rapear a la plaza no te hace falta nada más que bajar a rapear a la plaza, eso democratizó el acceso a ese tipo de sueños”, cuenta este artista radicado en España a la AFP durante el Buenos Aires Trap, un festival que en diciembre reunió a 50.000 personas en cada una de sus dos jornadas. ¿Cómo empezó todo este movimiento?
En la década de 2010, se dio en Argentina un auge de las batallas de freestyle, en las que dos o más contendientes se baten a duelo rapeando improvisadamente.
Una de esas competencias, El Quinto Escalón (2012-2017), fue el semillero de la escena: allí se iniciaron artistas como Duki, Lit Killah, Trueno, Paulo Londra, Wos e Ysy A. Las batallas, que tenían lugar en un parque de Buenos Aires, se subían a YouTube y eran seguidas por miles de jóvenes.
Duki fue el primero en despegar y hacer su propia música. Hoy, sus canciones suman cientos de millones de reproducciones y su historial musical reúne colaboraciones con artistas como Bad Bunny o Wiz Khalifa. En 2024, agotó las 65.000 entradas de su show en el estadio Bernabéu de España en pocas horas.
“Existen los que tienen y no tienen talento, también existen los prodigios. Mauro (Duki) es uno de ellos, como Lionel Messi lo es en el fútbol”, dice a la AFP el rapero MKS, uno de los máximos ganadores del Quinto Escalón.
En sus letras, tanto Duki como otros referentes recurren al ‘fronteo’: exaltan el haber llegado desde abajo a la cima del éxito, con una retórica que conecta con las aspiraciones de una generación, en un país en el que el 60 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 29 años son pobres, según cifras oficiales.
“La firma pa’ los cheques y los cheques pa’ mí porque yo los gané. Un depto en Miami, una casa pa’ mamá, el resto lo gasté”, canta Duki en Nueva era, su colaboración con el puertorriqueño Myke Towers y con la que abrió su recital en el último Buenos Aires Trap.
El factor YouTube
En 2017, un seguidor del Quinto Escalón empezó a hacer remixes y mezclas de las batallas y las publicaba en su canal de YouTube. Se trataba de Gonzalo Julián Conde, más conocido como Bizarrap. Al año de este invento, creó su propio espacio de sesiones de freestyle en su canal, donde se hizo conocer aún más y entabló conexiones importantes con los artistas de la escena a los que después invitó a sus ya famosas BZRP Music Sessions.
Precisamente, los artistas locales y de la escena fueron los primeros invitados de este formato de Bizarrap, por donde han pasado Nicki Nicole, Ca7riel, Paco Amoroso, Trueno, Cazzu, Nathy Peluso, Duki y Milo J. Después vinieron los nombres de Eladio Carrión, Nicky Jam, Quevedo y Shakira, la colaboración con más visualizaciones con 780 millones. Las sesiones con Quevedo y Shakira han recibido Grammy Latino.
El formato es sencillo: el artista invitado está en un primer plano en lo que, en un principio, era la habitación de Conde, junto a un micrófono. Al fondo, él de espaldas, con sus audífonos, mezclando la pista. Esa fórmula la sigue aplicando con cada uno de sus invitados, ya no en su casa, sino en un estudio profesional, que adecúa como su cuarto.
Pero Conde no fue el único que usó YouTube como plataforma. Nicki Nicole subió su primer video en esa plataforma en abril de 2019, Wapo traketero, ese mismo año hizo BZRP Music Sessions #13, que a la fecha cosecha más de 239 millones de visualizaciones. Y, dos años después, tocó su primer sencillo en el show de Jimmy Fallon.
Algo parecido sucedió con María Becerra, que pasó de subir videos virales en YouTube a colaborar con J-Balvin, con Qué más pues, que impulsó su carrera, y a participar de la banda sonora de la saga Rápido y Furioso y con otros artistas como Paris Hilton.
“Cuando todos esos artistas salieron de las batallas, ya tenían una canción, mánagers, una disquera y shows”, destaca Dano, sobre el éxito inmediato que tuvieron estos artistas que ahora están en el mainstream. Para MKS, la industria argentina no va a parar de crecer, pues hay nuevos artistas sumándose a los anteriores: “Es como una rueda que gira y gira”.
TOMÁS VIOLA (*)
AFP
Buenos Aires
(*) Con información adicional de EL TIEMPO.