El sueño de Gustavo* era finalizar el colegio, pero no por el deseo de convertirse en un universitario para ser médico o ingeniero. Su sueño era el de terminar la pesadilla, primero de ocho años de continuos abusos sexuales que habría cometido un profesor de su propio plantel y quien es su tío político, y segundo, porque en su mismo colegio fue blanco de señalamientos, dudas y burlas.
La pesadilla
Campaña 'No es hora de callar' contra la violencia de género. Foto:EL TIEMPO
Muchos en esta institución educativa pública no le creyeron cuando el año pasado reveló que desde que era un niño, de 8 años, su pesadilla había empezado y se prolongó durante casi una década, callando por miedo y, justamente, por los señalamientos.
Así lo aseguró don Julián*, el padre del joven vallecaucano y nacido en Florida, en el sur de la región, pero que creció en Miranda, un municipio de no más de 34.000 habitantes en el norte del vecino departamento del Cauca, donde la captura del profesor Álex Adrián Rivera Santacruz causó total revuelo.
De acuerdo con el papá, en 2022 notó que su hijo estaba retraído, malhumorado y deprimido, y su desempeño escolar había bajado de forma significativa. Los padres de Gustavo son separados desde el 2008. Vivía con la mamá, pero luego, por motivo de un viaje por fuera del país tuvo que quedarse en la casa de la tía materna, cuyo esposo es el profesor que hoy está una cárcel del Cauca, esperando que se defina el proceso judicial en su contra.
Campaña 'No es hora de callar' contra la violencia de género. Foto:Archivo EL TIEMPO
Fue el 28 de marzo de 2023, cuando el padre interpuso la denuncia de abuso sexual de su hijo, quien en ese entonces tenía 17 años.
"Yo le conseguí un psicólogo a mi hijo por su estado anímico, rabias y comportamientos. Después de la cita me informan que mi hijo fue abusado sexualmente. Me reuní con mi expareja (la mamá de Gustavo) y hablamos de muchas cosas. Le insistía a mi hijo para que me hablara y me dijera lo que pasaba o lo que había pasado con esa persona, y entre llantos, enojo y rabia nos contó a la mamá y a mí", relata el padre. Esta narración la hizo en la denuncia ante la Policía Judicial y la Fiscalía por el delito de acto sexual con solicitud de valoración médico legal.
El informe de valoración inicial de psicología que fue incluida en la investigación abierta contra el docente Rivera Santacruz dio como resultado que el joven "se encuentra en estado de alerta, percibe y discrimina y responde a estímulos del exterior (...). Anuncia en la actualidad incomodidad cuando adultos hombres lo tocan y que muchas veces, cuando alguien pronuncia una palabra que también dice el esposo de su tía, a su cabeza vienen todos los recuerdos de lo que le hizo esta persona. Refiere situación de autolesión (...), pero que aproximadamente ocurrió entre los 14 y los 16 años".
Y el concepto de la psicóloga que lo atendió fue: "(...) se puede concluir que el menor de edad presenta alteración en áreas socioafectivas y cognitivo-adaptativa, a raíz de las situaciones de violencia sexual que cuenta, en las que se le está vulnerando el derecho a su integridad personal, a la libertad y formación sexual".
Rechazo hacia la violencia sexual contra los niños y los adolescentes. Foto:Unicef
Informe de Medicina Legal
Este informe se emitió el 29 de marzo de 2023 y al día siguiente, Gustavo estaba en Cali, en el Instituto Nacional de Medicinal Legal para que le practicaran el informe pericial de clínica forense. Según Medicina Legal, en ese entonces, era "un adolescente, de 17 años, quien hace un relato claro y detallado, donde describe actividades corporales de índole sexual desde sus 8 años hasta sus 16 años por parte de Álex Adrián Rivera que implican contacto mano genital. No habría habido violación o acceso carnal, pero el adulto habría obligado al menor a masturbarlo.
El relato realizado "denota en los hechos narrados que existe por parte de su presunto abusador, intencionalidad, en cuanto a que no fue accidental, hubo selección y silenciamiento" y como diagnóstico se afirma: "Abuso sexual. Esto es así por la asimetría de edad y poder entre presunto victimario/víctima (edad, sexo), que por la insistencia de las insinuaciones se concluye que esto no fue un accidente (intencionalidad) y que había una clara finalidad, la satisfacción sexual del presunto agresor", indicó Medicina Legal.
En audiencia preliminar del 17 de enero de 2024 se indicó que "el profesor (fue) llevado a audiencias de legalización de captura, imputación de cargos e imposición de medida de aseguramiento. Le imputaron el delito de actos sexuales con menor de 14 años agravado. Quien realice este tipo de actos con un menor o lo induzca a prácticas sexuales incurrirá en una pena de nueve a 13 años de prisión, pero la conducta agravada, según el numeral 2 del artículo 211, la pena se aumenta de una tercera parte a la mitad, por lo cual, la pena definitiva a imponer es de 12 a 19 años".
No obstante, el docente no aceptó cargos, lo que implica que el caso avance a la etapa de juicio, pero al no aceptarlos no se contempla ninguna rebaja de penas. Por ahora, la audiencia de juicio oral quedó aplazada.
"Era profesor en el colegio donde estudiaba mi hijo. Yo lo veía con mucha rabia y muy desobligado y pensé que tenía otro problema. Decidí pagar un psicólogo en Miranda y a través de él nos dimos cuenta del abuso", dijo el papá a EL TIEMPO. "Nos contó a la mamá y a mí la situación que había vivido en esos ocho años con esta persona. Justamente al darme cuenta, la rabia, la impotencia, pensé en tomar acciones por mano propia, pero la verdad, me contuve porque tengo otro niño y sería muy duro dejarlo solo. Dije voy a hacer las cosas como tienen que ser, tomé la situación con calma y eso fue lo que hice, denunciar a esta persona", narró el padre.
Sin embargo, Gustavo y su familia han vivido un infierno, como lo declaró el padre porque en el colegio, algunos docentes y directivas no creyeron en la palabra de este joven que ya en enero tenía 18 años.
"El colegio es un instituto público y la gran mayoría ha estado muy a favor de esta persona con argumentos falsos, haciendo quedar en ridículo a mi hijo, diciendo que es un excelente profesor. Hombre, una cosa es ser profesor, pero una muy aparte fue que se aprovechó. Lo que hizo fue dentro de la casa de este profesor", añadió el progenitor.
El caso de los denunciantes contra el docente es llevado por el abogado y exfiscal Élmer Montaña, quien manifestó que en la etapa del proceso, la Fiscalía y el acusado tenían un preacuerdo con el cual, ni el padre de la víctima ni el litigante lo aprobaban, porque implicaba bajarle la pena al cambiar el delito al de tentativa de acceso carnal.
Para el abogado Montaña, "la Fiscalía eliminó el delito de actos sexuales abusivos, agravado y lo convirtió en tentativa de acceso carnal abusivo, violando la ley. Se busca disminuir groseramente la pena del acusado".
Respuesta del abogado del demandado
Sin embargo, cuando EL TIEMPO buscó al abogado defensor del profesor imputado, este respondió: "La defensa y la familia del señor Alex Adrián no desean hacer declaraciones al respecto del caso. Le agradezco mucho su interés, lo que puedo manifestar es que no hay preacuerdo, se tiene la intención de aceptar los cargos; pero no bajo la figura de preacuerdo".
Y agregó: "La intención, como la manifesté, es aceptar los cargos, entendiendo las limitaciones de beneficios que la ley establece".
"El acuerdo fue radicado por la juez Primero Penal del Circuito para aprobación. De manera contundente afirmo que este preacuerdo encarna un prevaricato. Es abiertamente ilegal. Es contrario a la ley. Lo que hizo el fiscal con el abogado defensor fue suscribir un prevaricato y pretenden inducir al juez a un error", sostuvo Montaña. "Yo estoy seguro de que seo no va a suceder. Es de los prevaricatos más groseros que he visto en mi vida, pues acaba de un plumazo los delitos de abusos sexuales de 14 años para convertirlo en una tentativa. Pero cada vez que el profesor sometió a abusos al niño en esos ocho años incurrió en actos sexuales abusivos".
La situación con el profesor ha generado tal polémica porque en este municipio son pocas las denuncias ante las autoridades, pero no con ello se señala que estos casos no ocurran, sino que no se reportan, de acuerdo con la Policía del Cauca.
Las agresiones de docentes en el país
Son pocas las estadísticas y reportes sobre docentes involucrados en hechos de abusos sexuales, ya en sea en colegios o por fuera del entorno escolar, como sus propias, caso de Gustavo. Según una investigación de la Procuraduría General de la Nación, en 179 colegios del país se han presentado 178 agresiones durante los tres primeros meses de 2024. La cifra es mínima porque es el 0,3 % de la totalidad de todas las instituciones del país.
Entre tanto, el Instituto Nacional de Medicina Legal informó que en Miranda, en 2023 hubo nueve denuncias de niños y adolescentes abusados, entre ellos, la denuncia de Gustavo, pero él y otro menor fueron denunciantes hombres. Las siete restantes correspondieron a niñas y a adolescentes.
Estos nueve casos se reportaron entre un total de 514 en todo Cauca, de los cuales, 36 eran niños y 346, restantes, niñas y adolescentes.
Bogotá es la ciudad con más denuncias de violencia sexual contra menores de edad en el país. Entre enero y septiembre iban 2.535 en la capital del país; Antioquia sumaba 1.740 y el Valle del Cauca, en tercer lugar con 1.461.
En el ministerio de Educación indicaron que el Gobierno ha venido impulsado la implementación de programas para orientar casos de denuncia sobre abusos sexuales y manejo de sexualidad y construcción de ciudadanía, teniendo en cuenta los derechos sociales y reproductivos, y los manuales de convivencia.
*El padre del joven de la denuncia y la misma víctima pidieron a EL TIEMPO no revelar sus nombres para evitar una revictimización y mayor estigmatización.
Más información de interés
Colombia en 5 minutos. Foto:
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali