La historia detrás de la venta de la discoteca Dubai vinculada por el FBI y la DEA a poderoso capo invisible caleño

El cantante Alex Manga se estaba presentando en el escenario de la ‘Discotek Dubai’, ubicada sobre la reconocida calle 10 de El Poblado en Medellín, el corredor vial que es sede de los locales de entretenimiento nocturno más importante de la ciudad, en la noche del 11 de noviembre del 2023, la última noche en la que se festejó en Dubai.

Acabada la presentación de Manga, y, próximos al cierre de la discoteca en horas de la madrugada, decenas de personas empezaron a abandonar el recinto para regresar a sus hogares; sin embargo, una persona no retornó a su casa esa noche.

Crimen y liquidación

A pie, vestido con una chaqueta negra y con gorra blanca que le cubría parcialmente el rostro, un individuo desconocido se acercó a uno de los hombres que acababan de salir, con su grupo, de la discoteca, dispuestos a abandonar el lugar.

El individuo llegó justo hasta la entrada de la Discoteca, y bajo el reconocido letrero del lugar, disparó en repetidas oportunidades contra Juan Luis Cardozo Vásquez, un venezolano de 34 años, que cayó al suelo, tendido sobre su propia sangre, y falleció por la gravedad de los impactos.

Este episodio no solo acabó con la vida de Cardozo, sino que marcaría el final de Dubai, pues el crimen llamó la atención de las autoridades, y las investigaciones destaparon turbios nexos de un empresario cercano a los socios de la discoteca, que a su vez estaría vinculado con la mafia caleña.

El empresario del sector de los espectáculos en cuestión fue revelado por EL TIEMPO a comienzos de febrero. Se trata de Jorge Hernán González Ortiz, un hombre que está bajo la lupa del FBI y la DEA tras una masiva incautación de cocaína realizada el 29 de julio de 2023 en San Andrés que llevó a las autoridades hasta González, quien se encuentra recluido en una celda de la cárcel Pinellas County en Tampa (Florida) a la espera de recibir una sentencia en marzo de este año.

Posterior a lo sucedido en Dubai, la discoteca cerró sus puertas algunos meses después, y tal y como EL TIEMPO pudo establecerlo, entró en proceso de liquidación con fecha de corte del 31 de mayo de 2024.

Para ese momento, la discoteca contaba con cuatro socios: Ezequias Ordoñes, Yenny Maritza Florez Canabal, Luis Einar González Ortiz y Luis Fernando Giraldo Betancur, y, según los documentos de la liquidación del negocio a los cuales EL TIEMPO tuvo acceso, la discoteca fue rematada por $1.168.769.436 que se dividieron entre los socios el 31 de julio de 2024.

Durante el proceso de liquidación, el inmueble donde se encontraba Dubai despertó el interés de múltiples compradores que, aprovechando el auge del sector del entretenimiento nocturno en Medellín, vieron una oportunidad para capitalizar el espacio que había dejado la reconocida discoteca.

La joven compradora y el poderoso inversionista

Así, el 17 de julio de 2024, los socios de la ‘Discotek Dubai’ establecieron un contrato de compraventa con Elizabeth Areiza Londoño, quien actuó como compradora, tal y como quedó consignado en el vínculo al cual EL TIEMPO tuvo acceso.

En el documento, consta que Areiza, una mujer nacida en 2005 que para el momento del negocio completaba 6 meses de haber cumplido la mayoría de edad, habría actuado en representación de un poderoso grupo empresarial que tiene a su poder varias de las más importantes discotecas de la ciudad.

El contrato estableció que los dueños de la discoteca Dubai vendieron el inmueble por un valor de tan solo 50 millones de pesos, un precio llamativo considerando el punto estratégico en el que está ubicado y la trayectoria de la misma.

La discoteca cuya reputación se vio manchada por el crimen que se produjo en su entrada, fue comprada por Areiza y lo habría hecho en representación del grupo Inversiones Tutaina S.A.S, una empresa constituida en abril de 2024, pero cuyo dueño, además de ser su familiar, es un reconocido empresario paisa del sector del entretenimiento nocturno de la ciudad.

Se trata de Carlos Andrés Aguirre Areiza, quien no solo es CEO de Inversiones Tutaina, sino también de La Logia, Miranda, Julieta y Dulcinea, algunas de las discotecas más reconocidas y con mayor demanda de la ciudad en la actualidad. Aguirre Areiza se hizo reconocido recientemente por su asociación con el streamer y empresario Luis Fernando Villa Álvarez, conocido como Westcol.

Influyentes dueños

Aguirre también es administrador de dos negocios en sociedad con Westcol, ‘W Merch’, la marca que el streamer tiene para la comercialización de productos y prendas relativas a su contenido, y Fuego Burgers, una cadena de restaurantes de comida rápida con sedes en varias ciudades del país.

En esa línea, la compra de Dubai, que posterior a la legalización del contrato de compraventa cambió su nombre a ‘Tutaina Poblado By Discotek Dubai’, no habría sido realizada únicamente por Aguirre, sino que contaría con la participación accionaria de Westcol y una tercera personalidad reconocida a nivel nacional, quien para el momento de la adquisición del inmueble, era pareja del streamer.

Se trata de Aida Victoria Merlano Manzanero, hija de la excongresista Aida Merlano quien está condenada, por los delitos de concierto para delinquir agravado, corrupción al sufragante, en calidad de coautora y tenencia ilegal de armas, a 15 años de prisión que cumple actualmente la cárcel El Buen Pastor de Bogotá.

De hecho, la noticia hizo eco a mediados de 2024, cuando tanto Westcol como Aida Victoria anunciaron que eran dueños de la discoteca, que hizo su reapertura el 2 de agosto de 2024, pocos días después de su venta.

Y si bien, en la época en la que se materializó el negocio no registran los nombres de los creadores de contenido en los contratos, ambos han mencionado en repetidas oportunidades su papel como accionistas del comercio. 

Además, se rumoreó de la participación de varios personajes influyentes e incluso deportistas como accionistas de Tutaina, sin embargo, actualmente en los documentos de la empresa registrados en Cámara de Comercio a los que EL TIEMPO tuvo acceso, la única que persona que aparece como firmante y representante legal de Tutaina es Elizabeth Areiza Londoño.

NICOLÁS TAMAYO ESCALANTE

Periodista de Nación, en Medellín.

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