Medellín vuelve a ser escenario de un caso que expone las grietas del sistema judicial colombiano. Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, el narcotraficante de alto perfil, burló nuevamente a las autoridades, convirtiéndose en uno de los criminales más escurridizos del país.
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Con 14 violaciones de las condiciones de su casa por cárcel, entre julio y agosto de este año, 'Pichi' se fugó una vez más, dejando un rifirafe entre las autoridades judiciales por la responsabilidad en fuga de este peligroso narco.
El pasado 10 de octubre de 2024, la fuga de alias Pichi, conocido como el 'Pablo Escobar de Santander', generó indignación no solo por el escape, sino por las circunstancias que rodeaban su vida bajo arresto domiciliario.
Habitaba la lujosa casa 101 de la unidad residencial Alcázar de la Serranía, ubicada en la calle 2 sur Nó 20-211, en el barrio El Poblado de Medellín. Allí, presuntamente, pasaba sus días bajo detención domiciliaria, y compartía con su novia, de quien también se desconoce su paradero tras la fuga.
Se trata de una exclusiva casa con todas las comodidades, y desde donde este hombre, pese o portar un brazalete de seguridad del Inpec, seguía moviendo los hilos del tráfico de drogas y el microtráfico en la ciudad de Bucaramanga.
El conjunto está rodeado por una amplia zona verde lo que facilitó la fuga del criminal, que aprovechó que caía la noche.
Investigadores de la Fiscalía y hombre de la Policía Nacional entrevistan a esta hora a los vigilantes del sector y los habitantes del exclusivo conjunto ara obtener pistas sobre el paradero del criminal. De hecho, las autoridades ya cuentan con imagenes de videos de cámaras de seguridad sobre los movimientos en inmediaciones de la exclusiva mansión después de las 5:30 de la tarde hora en la cual se calcula inició el operativo de fuga del, hoy, hombre más buscado por la justicia colombiana.
El delincuente pagaba una condena por concierto para delinquir
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Este narcotraficante desafió las restricciones impuestas por el sistema. A pesar de las advertencias del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario, Inpec, sobre sus constantes 'escapadas' 14 entre julio y agosto de 2024.
Como lo había publicado este medio, alias 'Pichi' purgó los primeros años de una condena de 7 años de prisión por concierto para delinquir agravado en la cárcel la Tramacúa de Valledupar. En diciembre de 2023 fue trasladado a la cárcel de La Paz de Itaguí, por su buena conducta. Y en julio de este año la Juez Tercera de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Medellín, Mónica Londoño, le concedió la prisión domiciliaria.
A su vez, el Juzgado Segundo Especializado de Bucaramanga que absolvió al peligroso narco de los delitos de homicidio agravado y tráfico de estupefacientes.
Finalmente, ante los llamados del Inpec sobre los constante actos de indiciplina del detenido, el 10 de octubre finalmente se revocó el beneficio de la casa por cárcel.
Ese día, funcionarios del Inpec llegaron en busca de 'Pichi', en horas de las tarde, a su lugar de detención en El Poblado, en Medellín. En ese momento, Camargo Ríos fue hallado en su residencia.
Sin embargo, minutos después, el brazalete emitió una alerta de transgresión y funcionarios del Inpec regresaron al domicilio pero en esa oportunidad no encontraron a 'Pichi' en la casa.
No era la primera vez que este delincuente
escapaba de las manos de la justicia
El delincuente pagaba una condena por concierto para delinquir con sentencia de 90 meses de prisión.
No era la primera vez que este delincuente escapaba de las manos de la justicia.
En 2015, alias Pichi fue capturado por primera vez, vinculado a la banda criminal Los San Rafa, dedicada al tráfico de drogas y con un fuerte control sobre las rutas del narcotráfico en el país. Su fuga de la Penitenciaría de Palogordo fue un duro golpe para las autoridades, quienes lograron recapturarlo en 2018. Sin embargo, en 2019, obtuvo el beneficio de prisión domiciliaria, una oportunidad que aprovechó para seguir con sus actividades criminales, generando más de 14 mil millones de pesos al año a través del tráfico de drogas.
Es una figura clave del narcotráfico en Bucaramanga
Desde entonces, alias Pichi continuó siendo una figura clave del narcotráfico en Bucaramanga, donde mantenía una violenta disputa territorial con la banda rival Los del Sur, liderada por alias Poporro. Incluso bajo arresto domiciliario, su poder sobre el mundo del microtráfico no decayó, y su capacidad de evadir la ley siguió siendo una constante.
La unidad residencial donde vivía, Alcázar de la Serranía, también guarda una historia inquietante.
Según informes, el inmueble estuvo relacionado con un caso de explotación sexual en abril de 2024. En esa ocasión, Zhan Lui, un ciudadano chino de 42 años, fue sorprendido en el lugar con una mujer de 21 años y una niña de 14 años, presuntamente para inducirlas a la prostitución. Aunque los vecinos ya habían denunciado el uso de la vivienda para encuentros sexuales, el juez 40 de control de garantías no legalizó el procedimiento, permitiendo la libertad de los involucrados.
El lujoso entorno que lo acogía era, en realidad, el refugio de un criminal que se movía entre las sombras del narcotráfico y la impunidad.
El caso de alias Pichi no solo pone en evidencia la corrupción y las fallas en el sistema de justicia colombiano, sino que también plantea interrogantes sobre cómo un delincuente de su perfil logró burlar la ley repetidamente.
Su fuga, una más en una larga lista de transgresiones, resalta la urgencia de reforzar los controles sobre los beneficios judiciales y de garantizar que el sistema penal no siga siendo vulnerable a la manipulación por parte de criminales de alto perfil.
Mientras las autoridades intentan rastrear su paradero, la comunidad se pregunta: ¿cuántas veces más burlará alias Pichi a la justicia antes de ser finalmente detenido? Y, sobre todo, ¿qué acciones se tomarán para evitar que casos como este sigan ocurriendo?
La historia de alias Pichi, así como lo fue la de alias 'Matamba', son, sin duda, un reflejo de las profundas fallas en la lucha contra el crimen organizado en Colombia.
Cartagena