Niki, la compositora pop indonesia Nicole Zefanya, tenía 11 años cuando vio un documental de Taylor Swift que cambió su vida. “Ese recuerdo es sólo un recuerdo medular mío”, dijo.
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El programa “E! True Hollywood Story” sobre Swift en el 2010 apuntó a Niki hacia el tipo de trayectoria que ella misma podría tener, una que ahora abarca canciones que han sido escuchadas vía streaming cientos de millones de veces y conciertos que se convierten en fervientes coros. Niki, ahora de 25 años, está de gira tras el lanzamiento de su tercer álbum, “Buzz”.
“Soy de Yakarta y de alguna manera he llegado hasta aquí”, dijo Niki vía video desde Los Ángeles. “A veces resulta alucinante cómo esta es la historia que me toca contar”.
Ahora existe una generación entera de compositoras discípulas de Swift —entre ellas Olivia Rodrigo, Clairo y Gracie Abram— que han aprendido a combinar la autoexpresión, la ambición y la diligencia mientras sortean los estudios, los escenarios y las redes sociales. Lo que esta camada musical tiene en común es tanto una chispa artística como una firme ética de trabajo.
El documental de Swift mostró a la joven Nicole Zefanya que la música puede ser a la vez una salida emocional y una profesión. “Vi que se ganaba la vida escribiendo canciones”, dijo Niki. “Así que un día le dije a mi mamá: ‘¿puedo conseguir una guitarra?’”. Inmediatamente comenzó a escribir su primera canción, “que en realidad fue sólo yo descubriendo cómo rimar palabras.
“Después de eso, nunca pude callarme”, añadió.
Zefanya tenía 15 años cuando ganó un concurso en línea para abrir un concierto de Swift en Yakarta. En su vestidor antes del espectáculo, Niki dijo: “Vi este brazo delgado aparecer a través de la cortina y simplemente la corrió, y ella dijo: ‘Hola, soy Taylor, encantada de conocerte’. Y me quedé congelada, como, ay Dios mío, estoy viendo a Taylor Swift en persona. Recuerdo no haberle podido decir nada”. (Se tomaron una foto).
Poco después, Zefanya —como innumerables adolescentes musicales en la década de 2010— comenzó su propio canal en YouTube, nzee24, cantando covers y revelando sus propias canciones.
Si el pop estadounidense es un lenguaje musical que ha conquistado el mundo, Niki aún encuentra sus raíces indonesias en él y se ha recreado al tocar ante públicos de asiáticos y asiático-estadounidenses que le han agradecido por representarlos. En “Take Care”, una de las canciones en “Buzz”, se le ocurrió una línea de bajo en su guitarra, rematada por acordes que tocaba rasgueando un pincel sobre una guitarra acústica. Se dio cuenta de que su melodía vocal utilizaba una escala de la música gamelán de Indonesia: pelog, un conjunto de siete notas que normalmente se tocan con gongs.
“Mientras la componía, ni lo pensé dos veces”, dijo Niki. “Fue como, ‘Esto se siente como la melodía que quiero ahí’. Simplemente fluye fuera de mí”.