Aunque su origen no está completamente aclarado, se cree que la mandarina es nativa del suroeste de China, aunque otros estudios mencionan que podría proceder del sureste asiático como Laos o Filipinas, de acuerdo con la página web del Gobierno de México.
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Los cultivos de este cítrico se extendieron al resto del sureste asiático, llegando a Japón en el siglo X, mientras que a Europa llegó gracias al inglés Abraham Hume, puesto que en medio de sus viajes importó de China dos variedades de dicha fruta.
Actualmente, los principales productores de la mandarina son Japón, Argelia, Brasil, México, India, Israel y España, nación de la que proviene el 90 por ciento de la producción de la Comunidad Valenciana, según la Fundación del Corazón de España.
Los efectos de la mandarina en el colesterol y el tránsito intestinal
Entre las propiedades de la mandarina se encuentra que cuenta con una buena cantidad de vitamina C; aunque no tiene más contenido que la naranja, un par de estas pueden cubrir la mitad de las necesidades diarias y el 10 por ciento del betacaroteno o provitamina A, de acuerdo con ‘Cuerpo Mente’.
Contiene flavonoides, aceites esenciales, potasio, calcio, magnesio, hierro, zinc, fósforo, fibra, ácido cítrico, vitamina B1, B2 y B6, pero destaca por su riqueza en ácido fólico, puesto que 100 gramos aportan cerca del 40 por ciento del que se necesita diariamente.
La fibras que contiene este cítrico ayudan a disminuir los niveles del ‘colesterol malo’ (LDL) en la sangre, lo que también previene enfermedades cardiovasculares como la aterosclerosis, disminuye la probabilidad de padecer un infarto e incluso un derrame cerebral, según ‘Tua Saúde’.
Los flavonoides, la vitamina C y el ácido cítrico, los cuales son antioxidantes que pueden impedir la oxidación en las células de grasas, disminuyendo así el exceso de colesterol en la sangre.
Adicionalmente, las fibras de esta fruta y su cantidad de agua son beneficiosas para promover la formación del bolo fecal, estimular el tránsito intestinal, facilitar la eliminación de las heces y combatiendo el estreñimiento. Así como también puede servir como alimento para las bacterias benéficas del intestino, ayudando al equilibrio de la flora intestinal.
Cabe destacar que antes de realizar cualquier cambio en su dieta, consulte con un médico profesional o con su nutricionista de confianza para que pueda analizar su caso, sus necesidades y estilo de vida para evitar algún inconveniente en su bienestar.
¿Cuál es el nivel de colesterol que debería tener? | El Tiempo
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LEIDY ESTEFANIA RICO ARBOLEDA
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
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