La intensa temporada de huracanes de este año dejó al estado de Florida, ubicado en el extremo sureste de Estados Unidos, sumido en un caos entre escombros y daños estructurales. A causa del paso de los dos huracanes más recientes, la escuela St. John Vianney en St. Pete Beach cerrará permanentemente al final del año escolar, luego de evaluar distintas posibilidades.
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Estructuras derruidas, hogares visiblemente dañados y calles anegadas dibujaron el escenario en el que amaneció el estado de Florida tras el paso del huracán Milton, el fenómeno climático extremo más reciente en la región. En la zona de St. Pete Beach, uno de los edificios que experimentó las peores consecuencias fue el de la escuela St. John Vianney, la cual permanece cerrada desde las inundaciones provocadas por Helene el 27 de septiembre.
El dramático episodio dejó daños graves en sus sistemas eléctricos, de calefacción, ventilación y aire acondicionado, de techado y estructurales, por lo que la reconstrucción del establecimiento requeriría una inyección de dinero que no entra en el panorama actual.
Desde aquel 27 de septiembre, los alumnos de la institución educativa asistieron a clases en tres ubicaciones diferentes: la Escuela Catedral de San Judas, el Centro Pastoral y la Escuela Secundaria Católica de San Petersburgo, alternando entre ellas para poder cursar sus estudio de manera regular.
Al respecto, el obispo Gregory Parkes escribió en una carta a las familias afectadas por las circunstancias escolares especiales: "Aunque me entristece el impacto de estas tormentas en nuestra comunidad, encuentro gran esperanza en el futuro de una comunidad escolar unida que continuará brindando una educación católica excepcional y llena de fe para nuestros jóvenes".
La decisión de cerrar la escuela en Florida
Antes de tomar la decisión definitiva de cerrar el establecimiento educativo, las autoridades evaluaron múltiples alternativas, incluida la construcción de un nuevo edificio. No obstante, las ideas se consideraron poco prácticas, debido al contexto actual de la región, por lo que decidieron cerrar el establecimiento de manera permanente.
De este modo, St. John y St. Jude seguirán funcionando como dos escuelas en un mismo campus hasta el final del 2024. Los alumnos y los profesores de la escuela católica St. John Vianney pasarán a formar parte de la escuela Cathedral School of St. Jude como alumnos permanentes en una sola escuela el próximo año.