En un verdadero escenario de guerra se ha convertido la Cordillera Occidental de Nariño, allí, en los municipios de Cumbitara y Policarpa los grupos armados ilegales sostienen fuertes combates por el dominio territorial y las rutas del narcotráfico.
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Está violencia que desde el fin de semana anterior ha desatado el desplazamiento de varias familias y el confinamiento de otras, también ha generado toda una pesadilla a la familia del personero de Cumbitara, Jimmy Alejandro Rosero, quien inicialmente fue secuestrado y luego asesinado en la tarde del martes 5 de noviembre por miembros de un grupo al margen de la ley.
El núcleo familiar del líder social muerto reveló a las autoridades su gran preocupación porque su cuerpo aún no ha podido ser recuperado, en virtud de la existencia de cargas explosivas ubicadas en el sector conocido como Puente Rojo, en jurisdicción del municipio de Policarpa, dónde desafortunadamente en una operación militar un canino activó una mina y junto con el soldado que lo acompañaba resultaron heridos.
Así lo informó el gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, en la instalación del primer gabinete por la dignificación a las víctimas en el municipio de Samaniego, cuando recalcó que “tratando de rescatar el cuerpo del compañero Jimmy hubo la explosión de una mina que afectó a un soldado, pero que afectó de manera considerable a un perrito”.
Pero mientras el mandatario seccional en ese mismo evento realizado en la mañana del miércoles 6 de noviembre expresaba que “esto no puede ocurrir en el departamento de Nariño, un departamento que está construyendo desde abajo hacia arriba la paz”, casi simultáneamente en zona rural del municipio de Cumbitara un grupo armado ilegal activó dos artefactos explosivos al paso de un camión que movilizaba tropas del Batallón de Operaciones Terrestres No. 14 cuando realizaban labores de patrullaje, por fortuna no hubo víctimas mortales ni heridos.
Eso no fue todo, al tiempo que el gobernador de Nariño hacía un angustioso llamado a las comunidades “a resistir en el territorio porque no podemos esperar que los actores armados aún persistan en construir una guerra de la codicia, esa guerra debe ser el pasado”, a pocos kilómetros de Cumbitara, en el corregimiento de El Ejido del municipio de Policarpa también se registraron fuertes enfrentamientos entre el Ejército Nacional y un grupo armado ilegal.
“Aún persiste una zona en donde se resisten a construir la paz, es el momento de acelerar las transformaciones sociales”, precisó el funcionario al referirse a los municipios localizados en la Cordillera Occidental, al norte de Nariño.
Para la exalcaldesa y líder social de Policarpa, Claudia Cabrera, es urgente que los Gobiernos Departamental y Nacional garanticen la seguridad y la sana convivencia de las comunidades en el territorio.
“A Luis Alfonso Escobar se le olvida que él es el gobernador de Nariño, es su deber garantizar la seguridad en nuestro departamento, solo le digo póngase bien los pantalones y ponga orden en la casa”, indicó.
Un llamado similar se hizo desde la Alcaldía del municipio de Cumbitara que a través de un comunicado solicitó al Gobierno Nacional y Departamental “intensifiquen los esfuerzos en la restauración de la paz de nuestra comunidad, nuestro municipio anhela un futuro en el que el diálogo y la convivencia pacífica sean la norma y no el temor”.
Lanzan drones con explosivos
Durante la tarde del miércoles la comunidad del corregimiento de Ejido vivió una dramática situación humanitaria, como consecuencia de los ataques dirigidos contra la Fuerza Pública con el uso de drones cargados con explosivos.
La Unidad Apóstol 1 del Ejército en cumplimiento de la campaña Ayacucho reveló que se registró el lanzamiento de 10 granadas contra las tropas y una subestación de la Policía Nacional.
Al parecer en la zona detrás de los fuertes ataques estaría el frente Franco Benavides de las disidencias de las Farc.