Días atrás, durante una reunión del Ayuntamiento de una localidad del estado del sol, las autoridades discutieron sobre una normativa que permite al ICE capacitar a agentes locales para identificar a migrantes delincuentes y ayudar con su expulsión. Este programa busca facilitar la colaboración entre la agencia federal y las ciudades de todo el país.
Sin embargo, pese a la voluntad de muchos representantes, esta iniciativa no fue aprobada y el propio alcalde dijo estar "avergonzado" por la decisión.
¿Qué localidad de Florida votó en contra de las políticas migratorias de la administración Trump?
Se trata de Fort Myers, ubicada en el condado de Lee, donde los funcionarios no estuvieron de acuerdo en aprobar esta disposición. Su alcalde, Kevin Anderson, se mostró molesto y, en diálogo con el medio Fox News Digital, aseguró que no se convertirán en una ciudad santuario. "Creo que nuestros residentes quieren un liderazgo firme, capaz de escuchar los problemas difíciles y tomar decisiones", dijo.
Por su parte, el gobernador de Florida sostuvo que "han establecido que todas las jurisdicciones del estado deben colaborar con la aplicación de la ley migratoria".
La respuesta estatal a la ofensiva de Fort Myers
Tras la discusión local, el fiscal general del estado del sol, James Uthmeier, envió una carta a las autoridades exigiendo que retractaran su postura: "Si no se corrigen las acciones del Ayuntamiento, se aplicarán todas las sanciones civiles y penales correspondientes", escribió en su cuenta de X.
Today, I sent a letter to the Fort Myers City Council.
Sanctuary policies are illegal in Florida. Your vote last night makes you a sanctuary city.
Fix this problem or face the consequences. pic.twitter.com/qBZgY8e90G
En tanto, Anderson declaró que la principal responsabilidad de la ciudad es la protección y la seguridad de la comunidad. "No estamos involucrando a la política nacional, ni siquiera a la estatal, en esto. Estamos enfocados en cómo mantener esta ciudad segura y en crecimiento", sentenció.