A pesar de que muchos criticaron la medida, en julio, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que ordenaría a las autoridades estatales desmantelar miles de campamentos de personas sin hogar. Una ciudad no acató la medida y ahora enfrentará las consecuencias.
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También les pidió llevar a cabo la medida con urgencia, bajo la advertencia de que se ejercería presión política a través de los millones de dólares que se destinan para que los municipios aborden el problema. Por ello es que la ciudad de Norwalk, en el condado de Los Ángeles, enfrentará sanciones. De acuerdo con un comunicado publicado en la página de la oficina del gobernador, Norwalk violó la Ley de vivienda estatal por lo que no será elegible para recibir fondos significativos para vivienda y personas sin hogar.
A detalle, la medida de Newsom implica que el Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitario de California ha revocado el cumplimiento de la Ley sobre vivienda por parte de la ciudad debido a que esta ha emitido una prohibición para crear refugios.
Al respecto, Newsom declaró: "Después de que el estado ha proporcionado a las ciudades y condados una financiación sin precedentes para abordar la crisis de las personas sin hogar, es más que cruel que Norwalk prohíba la construcción de refugios mientras la gente vive en las calles de la ciudad".
Incluso, advirtió que el estado puede demandar a la ciudad si se niega a cambiar el rumbo, por lo que deberá poner en marcha un programa para abordar la asequibilidad y la falta de vivienda en la zona, tal como exige la ley.
La oficina del gobernador denunció que Norwalk ha tomado medidas para bloquear el acceso a la asistencia, el refugio y la vivienda para personas sin hogar, a pesar de haber aceptado casi US$29'000.000 en fondos estatales.
California enfrenta una crisis por miles de personas sin hogar
En su momento, el gobernador Gavin Newson, explicó que la razón por la cual había ordenado a las autoridades del estado desmantelar miles de campamentos de personas sin hogar, es que la situación ya había llegado a un límite.
El estado informó que el año pasado había registrado alrededor de 180.000 personas que no tenían hogar, la mayoría debido a que, a diferencia de otras legislaciones como la de Nueva York, en California no se garantiza el derecho a una vivienda.