La célula olvidada del cerebro que podría ser clave contra el Alzheimer y la ansiedad: ‘Una sola puede tener 100.000 sinapsis’

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Un estudio reciente reveló que los astrocitos, células gliales con forma de estrella, tienen un rol activo en el procesamiento de información.

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La célula olvidada del cerebro que podría ser clave contra el Alzheimer y la ansiedad Foto: iStock

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PERIODISTA16.05.2025 10:56 Actualizado: 16.05.2025 11:18

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16.05.2025 10:56 Actualizado: 16.05.2025 11:18

Una investigación reciente realizada por la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón (OHSU), en Estados Unidos, sugiere que los astrocitos, un tipo de célula glial tradicionalmente relegada a funciones de soporte en el cerebro, cumplen un papel mucho más complejo de lo que se pensaba. El hallazgo, publicado en la revista Science, muestra cómo estas células influyen directamente en la función cerebral y el comportamiento.

Observación en tiempo real

El estudio proporcionó evidencia directa del funcionamiento de astrocitos en cerebros vivos, inicialmente en moscas de la fruta, y luego replicado en roedores. Este tipo de célula, que representa aproximadamente el 35 % del total en el cerebro humano, muestra una sorprendente capacidad para orquestar las señales neuronales en tiempo real. Según el doctor Marc Freeman, director del Instituto Vollum de OHSU, este descubrimiento podría modificar radicalmente la manera en que se conciben estas células en el ámbito de la neurociencia.

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Los astrocitos representan aproximadamente el 35 % de las células cerebrales humanas. Foto:iStock

“Esperamos que esto comience a cambiar radicalmente la perspectiva sobre los astrocitos y su papel en la mediación neurofisiológica y del comportamiento”, afirmó Freeman. “A largo plazo, debería cambiar la perspectiva sobre el desarrollo de terapias para la regulación de la atención, la ansiedad y el estado de ánimo”.

Clave evolutiva

La investigación sugiere que esta capacidad de los astrocitos para regular la actividad cerebral ha sido conservada a lo largo de la evolución, al menos desde los insectos hasta los mamíferos. El doctor Kevin Guttenplan, científico postdoctoral en el laboratorio de Freeman, destaca la relevancia de este mecanismo para la supervivencia. “Si un tigre te persigue, necesitas cambiar rápidamente la forma en que piensan todas las regiones cerebrales: es hora de aislarte de todo lo demás y concentrarte por completo en escapar”, explicó.

De células pasivas a coordinadoras de actividad

Durante décadas, se creyó que los astrocitos cumplían una función meramente pasiva, encargándose de alimentar a las neuronas y limpiar desechos. Sin embargo, en 2016, el equipo de Freeman ya había documentado que estas células también participan en la transmisión de señales neuronales. El nuevo estudio avanza en ese camino y demuestra que los astrocitos pueden activar o desactivar su capacidad de respuesta ante neurotransmisores como la dopamina y el glutamato.

Guttenplan destaca que “los astrocitos son muy grandes, y una sola célula puede tener 100.000 sinapsis capaces de enviar señales a otras células”. Gracias a este sistema, pueden seleccionar qué señales neuronales atender, filtrando la actividad cerebral para responder solo a los estímulos relevantes.

Impacto en el comportamiento

Al modificar estas vías de activación en los astrocitos de las moscas, los científicos lograron alterar su comportamiento. Este resultado subraya el papel activo de estas células en la regulación de funciones cognitivas y emocionales. La capacidad de modificar selectivamente su respuesta ante las señales cerebrales permite a los astrocitos adaptarse a diferentes estados mentales, facilitando así el enfoque o la evasión frente a determinadas tareas.

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Astrocitos pueden seleccionar qué señales neuronales escuchar y filtrarlas para regular la atención Foto:iStock

Orquestadores de la cognición

La nueva perspectiva ubica a los astrocitos como participantes activos en la red de señalización neuronal. Contrario a la visión anterior que los consideraba elementos de apoyo, hoy se entiende que pueden recibir y responder a mensajes provenientes de distintas neuronas, lo que influye directamente en el pensamiento, la atención y la conducta.

Además, los astrocitos ajustan sus respuestas según el estado general del cerebro, lo cual sugiere que no solo participan en una función pasiva, sino que coordinan activamente los circuitos neuronales para ejecutar procesos mentales complejos.

Este descubrimiento añade un nuevo nivel de complejidad a la comprensión del cerebro humano. Cada astrocito maneja miles de sinapsis, cada una sujeta a señales que pueden encender o apagar respuestas específicas. Considerando que existen millones de estas células en el cerebro, el panorama que enfrentan los científicos al estudiar su funcionamiento se vuelve mucho más amplio.

Implicaciones médicas

Los resultados podrían tener un impacto importante en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Cada vez hay más evidencia de que las células gliales, como los astrocitos, participan en patologías como el Alzheimer o el Parkinson. Comprender cómo influyen en la concentración y la atención abre nuevas posibilidades terapéuticas.

“En algunas de estas afecciones, se altera la concentración y la atención”, explica Guttenplan. “Los astrocitos podrían ser la clave”.

Este avance impulsa nuevas líneas de investigación que podrían cambiar las estrategias médicas actuales. Al intervenir directamente en la manera en que el cerebro responde a su entorno, los astrocitos representan un punto de entrada para futuros tratamientos que busquen modular la actividad cerebral de forma más precisa.

De las moscas a los humanos

El hecho de que los mecanismos observados en las moscas de la fruta se replicaran en roedores refuerza la hipótesis de que estos procesos también ocurren en el cerebro humano. La investigación se encuentra aún en una etapa inicial, pero sugiere que las terapias basadas en astrocitos podrían ser una herramienta prometedora para tratar trastornos mentales y cognitivos.

Este estudio impulsa un cambio de paradigma en la neurociencia. El papel de los astrocitos ya no puede considerarse secundario. Su influencia en la red neuronal, su capacidad para seleccionar estímulos y su potencial para modular el comportamiento colocan a estas células en el centro de futuras investigaciones sobre el funcionamiento del cerebro humano.

Europa Press

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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información publicada por Europa Press, y contó con la revisión de la periodista y un editor.

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