Juan Pablo Montoya regresó este domingo a la Nascar y plantó batalla en una carrera complicada, apretada y muy accidentada en el circuito Walkins Glen International. No tuvo mucha suerte en pista el colombiano que culminó en el puesto 32, muy por debajo del resultado esperado a pesar de hacer una buena prueba. Shane van Gisbergen fue el más fuerte en Nueva York y se llevó la victoria.
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Era una carrera especial para el bogotano en los play-offs de la Nascar Series Cup, había aceptado la invitación del equipo 23XI Racing porque era solo un fin de semana y quería conmemorar los 50 años de Mobil-1. Su objetivo, como siempre, era ganar, pero en pista la lucha fue infernal.
Montoya partió en el puesto 34 tras una clasificación discreta, pero empujó desde atrás y se las ingenió para salir ileso en la primera vuelta, cuando un puñado de carros se fueron contra el muro de contención tras ver la bandera verde de la lanzada. El colombiano tuvo que pisar el freno a fondo para tomar la curva cerrada y no terminar tan pronto la prueba.
El piloto de 48 años aprovechó el accidente y escaló hasta la posición 29 en una carrera muy sin continuidad y en la que no había mucho espacio para adelantar. La estrategia de la que habló antes de la carrera no se dio, al colombiano le tocó tirar de carrocería para escalar lugares en las pocas veces que había bandera verde.
Otra vez se agitó la bandera amarilla, antes del ecuador de la prueba, el carro de seguridad salió a la pista después de que el mexicano Daniel Suárez perdiera el control de su carro y terminara por fuera del trazado. Con mucha inteligencia, Montoya paró en los boxes y llenó el tanque de combustible para enfrentar la segunda mitad de la carrera en un lugar de privilegio.
El carro amarillo dejó la pista y la carrera se relanzó con el Toyota número 50 de Montoya en el octavo puesto, era su momento para brillar. Pero la poca continuidad, por los constantes accidentes, le hizo perder ritmo, de a poco iba perdiendo lugares y la estrategia ya no funcionó.
Las últimas 15 vueltas casi no se corrieron bajo bandera verde, con cada relanzada había un nuevo accidente. Montoya, en el lugar 31 y con un giro menos, tuvo que mostrar toda su destreza para esquivar carros y no chocar.
La carrera se extendió para dar cabida al final y no terminar en bandera amarilla. Shane van Gisbergen se puso de primero, tuvo que defender el triunfo con uñas y dientes en un final durísimo con Chris Buescher, y ganó en Walkins Glen International tras ver la bandera a cuadros. A Juan Pablo Montoya no le alcanzó para recuperar lugares y quedó lejos de los puestos de privilegio.
HAROLD YEPES
DEPORTES