El fútbol moderno ha convertido a los jugadores en activos del mercado antes que en deportistas. La casi confirmada salida del antioqueño Jhon Jáder Durán al fútbol de Arabia Saudita genera un debate que trasciende lo económico: ¿es el mejor destino para un joven con proyección en Europa? Con apenas 21 años, el delantero está a punto de cambiar la Premier League por un campeonato que, si bien paga salarios estratosféricos, aún no se consolida como un espacio ideal para el desarrollo de promesas y se convierte más bien en un lugar donde los jugadores caen al olvido.
Hoy Durán presenta los exámenes médicos en Londres, para viajar a Arabia y unirse al Al-Nassr, que pagará 77 millones de euros al Aston Villa, más bonos. Allí lo esperan Cristiano Ronaldo y compañía: una diferencia, el portugués brilló en Europa y Durán apenas daba sus primeros destellos.
Durán, usted está muy joven, no tenia que correr a la primera oferta. Sus goles demostraron que podía brillar en la élite, pero usted cambió sus estándares solo por la plata. No se dio el gusto, solo por usted y los que siempre estuvieron a su lado, de ser figura donde era difícil serlo. Escogió el camino fácil.
Durán tenia con qué deslumbrar en Inglaterra y hubiera podido darse el lujo de esperar una oferta de un fútbol más competitivo donde no solo brillara el dinero, sino su talento. Solo tuvo un sorbo de la mejor liga del mundo, probó la Champions en tres juegos, dirán que puede volver, pero pocas transacciones de regreso se han visto.
Se va a volver más millonario de lo que era, en este momento su salario es de 233 mil euros, sí eso gana al mes: $1.021.705.000, se iba a demorar un poquito más en acumular, pero ¿Que afán tenía?
El caso de Durán no es aislado. La liga saudí ha pasado de buscar jugadores consolidados como Cristiano Ronaldo, Neymar o Karim Benzemá a tratar de fichar talentos jóvenes a los que seduce con cifras difíciles de pasar por alto, aunque Kylian Mbappé rechazó la oferta del Al-Hilal Saudí para esperar al Real Madrid, usted, Durán, pudo hacer lo mismo, darse su lugar, brillar donde brillan los mejores. Usted, pese a la decisión tomada, sabe que era mejor ser suplente en el Aston Villa, que titular en el Al-Nassr.
El fenómeno de captación no se da sólo en Arabia Saudita, el mercado en general es cada vez más agreste: Neymar con 13 años firmó un contrato con Puma, Rodrigo firmó a los 11 años con Nike y esa misma compañía tiene el récord: el brasileño Kauan Basile, firmó desde los ocho años, actualmente tiene 11; porque a pesar de los llamados a no realizar reclutamiento de menores para el fútbol, padres y empresarios han encontrado la manera de hacerlo. Y entre más rápidos los contratos, más vertiginosa la carrera.
Abandonar el proceso por un destino donde el nivel competitivo aún está en construcción va a frenar su proyección, mientras en Inglaterra competía contra defensas de élite y entrenadores de primer nivel, en Arabia va a perder ese roce que necesita para madurar como futbolista, no el comité de aplausos que le tienen armado solo por saltar a la grama. Ahora dirá, cuando llegue a Arabia, que es un reto, pero esos son cuentos, de reto poco en ese fútbol, por más bueno que usted sea.
La decisión de Durán también impacta en la Selección Colombia. En un año de Eliminatoria y con el sueño del Mundial 2026 en el horizonte, su evolución era clave para la renovación ofensiva del equipo. Con la disminución del nivel de competencia en Arabia, va a seguir el camino de otros talentos jóvenes que vieron afectado su rendimiento tras mudarse a ligas menos exigentes. La historia ha demostrado que muchas promesas locales que tomaron decisiones de carrera pensando en el dinero les costó recuperar su nivel en torneos de verdadera élite. Eso no es una crítica, es, más bien, una visión objetiva de la situación, porque si de dinero se trata, la mayoría cambiaría de país si les pagan 10 veces más.
CAMILA ESPINOSA ARISTIZÁBAL
Para EL TIEMPO
@Camilanoticia1